El Tercer Mundo
Somos un chico y una chica de 15 y 16 a?os y esperamos que nos dedique un espacio en su peri¨®dico.
En Zambia, la mortalidad es 20 veces superior a la de Alemania. En Mal¨ª, la esperanza de vida es inferior en 30 a?os a la de Suecia. En Etiop¨ªa, s¨®lo una de cada siete personas sabe leer. En Tanzania existe tan s¨®lo un m¨¦dico por cada 175.000 ciudadanos.
Nosotros, dos estudiantes de cuarto de la ESO, pensamos que todo esto no son s¨®lo simples datos. Es una realidad a la que muchas veces damos la espalda nosotros, que vivimos en el mundo desarrollado. Un mundo donde creemos que tenemos problemas y dificultades diarias imposibles de resolver. Pero ?se puede llamar problema a no saber lo que ponerse al d¨ªa siguiente o a no saber c¨®mo arregl¨¢rselas al d¨ªa siguiente para comer? ?O es tambi¨¦n un problema no poder ir a jugar hoy al tenis o no tener d¨®nde dormir? Pensamos que las segundas opciones son el verdadero problema.
?Y qu¨¦ pasa con el mundo subdesarrollado? ?Acaso no existe? ?Es otra dimensi¨®n a la que no podemos acceder? En estos mundos existe un grave estancamiento donde la natalidad no deja de crecer y la econom¨ªa disminuye proporcionalmente.
Pero ¨¦sta no es la ¨²nica caracter¨ªstica que posee el Tercer Mundo. La alta tasa de mortalidad infantil y la baja esperanza de vida tambi¨¦n lo son. ?Cu¨¢nto piensa vivir usted? Quiz¨¢ sobrepase los 75, y si se cuida, los 85. ?Cu¨¢nto cree que vivir¨¢ un ni?o que nazca en un pa¨ªs subdesarrollado? Una persona que nace en Bangladesh o en Hait¨ª tiene, por el mero hecho de haber nacido all¨ª, 25 a?os menos de esperanza de vida y una probabilidad entre ocho de morir antes de los cinco a?os.
?Qu¨¦ debemos decir ahora? ?Que hemos tenido suerte por haber nacido unos miles de kil¨®metros al oeste de Asia o al norte de ?frica? No lo creemos as¨ª.
Nuestro colegio posee un voluntariado donde realizamos campa?as de recogida de alimentos y material escolar para el mundo subdesarrollado, encarg¨¢ndonos de que llegue todo a su destino. Con esto no queremos decir que somos los m¨¢s solidarios, ni mucho menos. Pero hacemos todo lo que podemos y est¨¢ en nuestra mano para aportar nuestro peque?o grano de arena. Si todos lo hici¨¦ramos, ¨¦ste ser¨ªa un mundo mucho mejor.
Esperamos que todo esto les haya hecho pensar sobre en qu¨¦ mundo estamos viviendo. Sobre todo ahora, en el siglo XXI, un siglo que parec¨ªa tan perfecto hace 40 a?os, pero que puede que no lo sea ahora.-
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