Tito Fern¨¢ndez: 'Santiago Segura me arrasa'
Durante m¨¢s de 30 a?os, 'No desear¨¢s al vecino del quinto' fue la pel¨ªcula m¨¢s vista en la historia del cine espa?ol. Desde el 5 de mayo, 'Torrente II' ocupa su lugar. As¨ª lo ven sus directores.
Santiago Segura era un ni?o gordito de cinco a?os cuando Tito Fern¨¢ndez, que entonces ten¨ªa 40, dirigi¨® en 1970 No desear¨¢s al vecino del quinto, la pel¨ªcula espa?ola con mayor n¨²mero de espectadores de la historia de nuestro cine... Hasta el pasado 5 de mayo. Ese d¨ªa, s¨¢bado para m¨¢s se?as, Torrente II: misi¨®n en Marbella, la segunda pel¨ªcula de Segura, super¨® los 4.371.624 espectadores, que hasta ese momento constitu¨ªan el r¨¦cord de Tito Fern¨¢ndez.
Bien es verdad que Fern¨¢ndez supo mucho antes que su plusmarca -mantenida durante 30 a?os, 5 meses y 10 d¨ªas- corr¨ªa serio peligro. Dos o tres d¨ªas despu¨¦s del estreno de Torrente II, Tito fue al cine con su mujer, Cristina. A la salida le coment¨®: '?ste no s¨®lo me pilla, sino que me arrasa'. 'Has estado 31 a?os tranquilamente', se disculpa Segura. Y as¨ª fue. Torrente II: misi¨®n en Marbella es ya la pel¨ªcula espa?ola m¨¢s taquillera, con 5.070.000 espectadores hasta el pasado domingo. EL PA?S organiz¨® un encuentro en Madrid entre los dos realizadores, que no se conoc¨ªan. A las dos horas de conversaci¨®n, Segura ret¨® a Fern¨¢ndez: 'A ver cu¨¢ndo haces otra pel¨ªcula y me arrebatas el r¨¦cord. As¨ª nos vamos pasando el testigo'. Al final, se alejaron solos los dos paseando Gran V¨ªa arriba como viejos conocidos.
Segura: 'Tito es pura sabidur¨ªa, a ver si tomo nota. Soy muy sensible a las cr¨ªticas, pero para la pr¨®xima pel¨ªcula me voy a convertir en un c¨ªnico'
Aunque en el ranking del Instituto de la Cinematograf¨ªa y de las Artes Audiovisuales (ICAA), del Ministerio de Cultura, La muerte ten¨ªa un precio aparece como la pel¨ªcula m¨¢s vista, es No desear¨¢s al vecino del quinto la producci¨®n espa?ola que mayor n¨²mero de espectadores ha arrastrado desde su estreno en octubre de 1970 hasta principios de mayo. La muerte ten¨ªa un precio, dirigida por el italiano Sergio Leone y protagonizada por el americano Clint Eastwood, es cierto que se rod¨® en Espa?a y que cont¨® con una peque?a parte de coproducci¨®n espa?ola. Por supuesto, ni Tito Fern¨¢ndez ni Santiago Segura consideran este t¨ªtulo parte de la historia de nuestro cine.
No hace falta romper barreras entre ambos. Se las saltan ellos solos. Segura comienza divertido contando que viene de tomarse las medidas para que Torrente figure en el museo de Cera. 'Eso es estupendo', le dice cari?oso Fern¨¢ndez. 'Hombre, no es la ilusi¨®n de mi vida, pero, bueno, todo lo que sea publicidad...', le contesta Segura.
Publicidad y ganas las que ha invertido el realizador de Torrente en promocionar su filme. Algo que no se hac¨ªa cuando hace 31 a?os Fern¨¢ndez estren¨® No desear¨¢s al vecino del quinto, protagonizado por Alfredo Landa. Y no por ganas. 'El cine ahora est¨¢ basado en la distribuci¨®n del producto que haces. Yo no fui a ning¨²n sitio a promocionar la pel¨ªcula. Se estren¨® en Madrid y se quit¨® a la segunda semana, pero, como explot¨® en Sevilla y Barcelona, la volvieron a reponer en Madrid y a estrenar en el resto de Espa?a. Me enter¨¦ de que iba bien al cabo de dos meses, que me encontr¨¦ a un distribuidor y me dijo que estaba arrasando'.
Ni un duro invirti¨® en promoci¨®n, al contrario que Torrente II, que s¨®lo en publicidad ha gastado 170 millones de pesetas, adem¨¢s de los 60 millones dedicados a copias. La diferencia est¨¢ tambi¨¦n, por supuesto, en los costes del filme -8 millones de pesetas (el coste normal en la ¨¦poca rondaba los 5 o 6) de No desear¨¢s al vecino del quinto frente a los 470 millones de Torrente II-. Otra diferencia estriba en el n¨²mero de copias; del filme de Segura, 300, y del de Fern¨¢ndez, 35. 'Tal y como est¨¢ planteado', dice Segura, 'es impresionante. En el estreno de Pearl Harbor [la producci¨®n norteamericana que llega a las pantallas espa?olas el pr¨®ximo 6 de julio] se van a gastar 350 millones de pesetas en publicidad y pienso: '?Qu¨¦ hago yo?'. La publicidad s¨®lo vale para el primer fin de semana, el resto es la gente que va a verla y la recomienda'. Tito: 'Yo soy de los que se quedan a la salida del cine a escuchar los comentarios de la gente. Cuando sal¨ª de ver Torrente supe que iba a ser un ca?onazo. Una pel¨ªcula es siempre un misterio hasta que sale a la calle'. Segura: 'Yo me llev¨¦ una sorpresa, porque pensaba que iba a estar bien y en un par de pases que hice con el equipo no se re¨ªa nadie. El p¨²blico es el p¨²blico. La medida de una pel¨ªcula te la da la gente que paga 900 pesetas y no los cr¨ªticos o la gente del equipo'. Tito: 'Exacto, la clave es la gente que paga, porque ir hoy en d¨ªa al cine es muy dif¨ªcil con la cantidad de cadenas de televisi¨®n'. 'Cuando te dedicas a esto', contin¨²a el realizador de No desear¨¢s al vecino del quinto, 'te das cuenta de c¨®mo el p¨²blico va entrando en la pel¨ªcula, c¨®mo se va incorporando a medida que pasan los minutos, c¨®mo la sigue'. Segura: 'La comedia es muy inmediata. Entras y te das cuenta de si funciona o no. Con un drama, la gente est¨¢ muy calladita, se va luego a su casa y all¨ª medita sobre lo que ha visto. Con una comedia, si no se r¨ªen, si no oyes las carcajadas, apaga y v¨¢monos'.
Dos temas surgen en la conversaci¨®n entre los dos realizadores: la televisi¨®n y la cr¨ªtica. En el primero est¨¢n de acuerdo; con el segundo, Segura prometi¨® aprender de su compa?ero. Tito Fern¨¢ndez ha hecho de todo: cine -m¨¢s de 60 pel¨ªculas, de las que de alguna ni se acuerda ni tienen nada que ver con ¨¦l- y televisi¨®n. La ¨²ltima serie fue Los ladrones van a la oficina y ahora prepara Nuestro ayer, de nuevo con Fernando Fern¨¢n-G¨®mez y con Tony Leblanc, al que sac¨® de casa Segura en su primer filme. '?Es que te seduce ahora m¨¢s la televisi¨®n que el cine?', le pregunta Segura. 'No, es como va viniendo. Ahora me han ofrecido esto', contesta Fern¨¢ndez. 'Yo en televisi¨®n hice un concurso del que me echaron a las cuatro semanas y luego estuve en la serie Petra Delicado con Ana Bel¨¦n, que tampoco tuvo ¨¦xito', comenta Segura. 'A m¨ª la televisi¨®n me impone mucho, eso de la audiencia, del marcaje minuto a minuto. Es muy esclavo que vengan cuatro directivos de una cadena a explicarte que, como no hay un abuelete o un ni?o o un perro, no gustas a la audiencia. Encima, est¨¢ la contraprogramaci¨®n. T¨² te dejas los cuernos haciendo el mejor episodio piloto de tu vida y luego te meten una pel¨ªcula tipo Titanic o un partido de f¨²tbol y te han jodido'. Tito asiente: 'Con el cine no pasa eso, t¨² haces una pel¨ªcula y ah¨ª se queda. Te guste o no. En cambio, con una serie la tienes que ir cambiando'. Y contin¨²a Segura: 'Ya lo dice Fernando Trueba: si hubieran hecho un test de esos que hacen los americanos entre posibles espectadores con Casablanca, seguro que Ingrid Bergman se hubiera ido con Bogart porque hubieran dicho que el final de la pel¨ªcula era muy triste'.
En cuanto a las cr¨ªticas, hay mucha m¨¢s madera. Pero, al menos, Segura, tras conocer a Fern¨¢ndez, se fue a su casa con otro ¨¢nimo. Aprendi¨® de la tranquilidad de su compa?ero a la hora de enfrentarse a las malas opiniones. Tito se confiesa en su intimidad mucho m¨¢s cercano al periodismo que al cine. 'Yo, que no tengo vida social en el cine, he visto, por todos los amigos que tengo, que el periodismo es inmediato, que se lo traga todo. Cuando me dicen que han dicho algo sobre m¨ª o sobre alguna pel¨ªcula m¨ªa en un peri¨®dico, yo digo que no pasa nada, que ma?ana nadie se acuerda de nada. Yo he tenido unas cr¨ªticas terribles. No desear¨¢s al vecino del quinto fue una pel¨ªcula superatacada, pero siempre he sabido que al d¨ªa siguiente se hab¨ªa olvidado todo. Para el que lo sufre es terrible, pero es as¨ª'. Enfrente, Segura no da cr¨¦dito a lo que est¨¢ oyendo. 'Tito es pura sabidur¨ªa, a ver si tomo nota', reflexiona el realizador de Torrente. 'Reconozco que soy un inmaduro en este sentido. Ver a una persona con las tablas de Tito diciendo esto me ayuda a pensar que es verdad. Soy muy sensible a las cr¨ªticas, pero ya ver¨¢s c¨®mo para la pr¨®xima pel¨ªcula esto va a cambiar. Me voy a convertir en un c¨ªnico'.
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