LOS PICORES DE GOOFY

En las visitas a los para¨ªsos de felicidad que crea Walt Disney en sus parques de California, Florida o Par¨ªs, el adulto que mantiene la distancia no deja de maravillarse por el aguante de los encargados de dar vida a personajes como Goofy, Pluto, Mickey Mouse, el Pato Donald o la siempre encantadora Cenicienta. Hay que ser un profesional como la copa de un pino para estar horas y horas, haga fr¨ªo o calor, haciendo moner¨ªas sin parar a incansables e interminables cadenas de ni?os. Ahora se ha sabido que los artistas tienen a¨²n m¨¢s m¨¦rito del que se les supone. Disney equipa a los humanos que se embuten en sus personajes con todo, incluida ropa interior. Al final de la jornada, los artistas devuelven disfraces y otros complementos para que pasen por la lavander¨ªa. Al parecer, los servicios de limpieza de Orlando no funcionan como debieran y casos ha habido de artistas que en el trasiego indumentario cogieron piojos y cosas peores. Gary Steverson, que se mueve con zancos en la secci¨®n del Reino Animal, se lamenta de lo ocurrido. 'Se han transmitido cosas', dice. 'Yo no quiero compartir mis medias ni mi ropa interior con nadie'. Parece l¨®gico, pero ha costado casi dos meses de negociaciones que Disney diera su brazo a torcer. A partir de ahora, los artistas pueden llevarse las piezas ligeras para lavarlas en casa y evitar el uso de las del pr¨®jimo.-