El salario del verdugo
El confuso circuito de efectos comerciales que supuestamente provoc¨® un severo quebranto econ¨®mico para las arcas del Instituto Valenciano de la Exportaci¨®n (Ivex) y llev¨® a los responsables de la empresa p¨²blica y a la Generalitat a presentar una querella criminal contra Jos¨¦ Mar¨ªa Tabares, director general de la entidad hasta septiembre de 1999, ha quedado en entredicho a ra¨ªz de una reciente sentencia de la Audiencia Provincial de Valencia.
El Fortis Bank, uno de las cuatro entidades financieras que reclaman al Ivex que cubra los fondos que anticiparon a cuenta a partir de los avales firmados por Tabares, ha recibido un severo varapalo.
La sentencia de la Audiencia Provincial recuerda que la ley de Hacienda P¨²blica de la Generalitat indica que una empresa p¨²blica s¨®lo puede avalar operaciones de otra empresa p¨²blica, nunca de una privada, a pesar estar constituida formalmente como una sociedad an¨®nima.
Si el Fortis Bank quiere recuperar su dinero tendr¨¢ que reclamar los fondos a las sociedades de Jean Luc Lagier, que descontaron los efectos comerciales, o al propio Tabares, nunca al Ivex o la Generalitat.
Los responsables de la Generalitat celebran la sentencia porque no tendr¨¢n que rascar en los bolsillos p¨²blicos para devolver los fondos. Pero se enfrentan a un segundo problema.
La querella criminal contra Tabares presentada a ra¨ªz de la comisi¨®n de un supuesto delito societario se basa en el dolo en el proceder del acusado y en el quebranto econ¨®mico sufrido por la empresa p¨²blica.
Pero si el Ivex no debe devolver los fondos, el quebranto econ¨®mico desaparece. No del todo. Se sostiene sobre el coste de los intereses del dep¨®sito que la Generalitat tuvo que hacer en los juzgados para afrontar las reclamaciones, en torno a mil millones de pesetas.
Pero, en el momento presente, la partida m¨¢s importante del quebranto que sufre la Generalitat a ra¨ªz del caso Ivex resulta ser la minuta que girar¨¢ en su momento el prestigioso bufete de abogados que ha dise?ado la acusaci¨®n contra Tabares. Un experto jur¨ªdico sugiere que ning¨²n fiscal puede sostener una acusaci¨®n a partir de semejante hecho: algo as¨ª como denunciar al reo porque el salario del verdugo es demasiado alto.
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