'S¨¦ que van a volver a por m¨ª'
Los nigerianos del CETI ceut¨ª viven con el temor a que la polic¨ªa regrese para deportarlos, como ha hecho con otros 70
'No puedo hablar, no quiero problemas con el Gobierno'. 'S¨ª, soy nigeriana, pero no voy a decirte c¨®mo me llamo'. 'No pongas mi nombre, por favor, no quiero que vengan a por m¨ª'. John, Mina y Stella -nombres ficticios- son tres de los 36 nigerianos que quedan en el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) de Ceuta despu¨¦s de que el Gobierno haya devuelto por la fuerza a su pa¨ªs a 70 compa?eros. Por eso los que quedan tienen miedo a hablar y a que vuelvan a por ellos.
Hace calor en Ceuta y un grupo de subsaharianos del CETI ha bajado a la playa cercana al centro a pasar la tarde. La mayor¨ªa son de Sierra Leona; ellos no tienen problemas en hablar. Los que reh¨²san al principio, ocultan su nombre y se niegan a salir en una foto, son nigerianos. Nina es una de ellos. Ella y Stella son dos de las mujeres que la ¨²ltima vez que la polic¨ªa irrumpi¨® en el centro se desnudaron para que no se las llevasen. 'S¨¦ que van a volver a por m¨ª, y no puedo dormir pensando si va ser hoy'. A pesar del miedo, no ha huido del CETI. '?A d¨®nde voy a ir sin dinero? S¨®lo rezo para que cuando vuelvan no me vean. Yo no puedo volver a Nigeria, soy la mayor de seis hermanos y mis padres me mandaron con mucho esfuerzo para que ayudase. All¨ª s¨®lo consegu¨ª un poco de comida trabajando en el campo o haciendo trenzas. Sal¨ª hace dos a?os y no he podido enviar nada de dinero. ?Encima voy a volver, para que tengan que pagar a la polic¨ªa nigeriana un soborno para que me dejen en paz!'.
'Nos han dado camas nuevas y nos han ense?ado espa?ol. Claro que cre¨ªamos que nos dar¨ªan papeles, ?si no, para qu¨¦ tanto tiempo y dinero?'
Como John y Stella, como casi todos los nigerianos del CETI ceut¨ª, Nina lleg¨® el pasado verano en una oleada de 120 subsaharianos que alcanzaron las costas de Tarifa. Los servicios sociales se desbordaron y por eso los enviaron a Ceuta. 'Nos dieron camas nuevas, s¨¢banas, ropa y nos dijeron que aprender¨ªamos espa?ol. Claro que cre¨ªmos que nos dar¨ªan papeles, ?si no, para qu¨¦ iban a gastar tanto dinero y tiempo?
Para Mar¨ªa Antonia Palomo, secretaria general del PSOE en Ceuta, lo peor que se ha hecho con esta gente es 'crearles expectativas, jugar con sus esperanzas. Si iban a expulsarlos, deber¨ªan haberlos preparado, y no que entre la polic¨ªa de madrugada sin avisar. Aunque aseguren que siguieron la Ley de Extranjer¨ªa, no son formas de tratar a nadie'.
John tiene 23 a?os y un diploma de contabilidad conseguido en su pueblo, al sur de Nigeria. Por eso es de los pocos que saben leer y escribir en ingl¨¦s. Como todos, sali¨® huyendo de la penuria y el hambre. Solo, hacia el norte. Hasta que comenzaron las expulsiones, estaba seguro de que le regularizar¨ªan. 'En octubre consiguieron papeles 59 compa?eros del CETI y muchos hab¨ªan llegado conmigo, ?por qu¨¦ yo no voy a ir? El Gobierno decide y a nosotros nadie nos dice nada. No sabemos por qu¨¦ echan s¨®lo a nigerianos, no sabemos cu¨¢ndo volver¨¢n a por nosotros...'. Rafael Lara, presidente de la Asociaci¨®n pro Derechos Humanos de Andaluc¨ªa, tampoco ve claro por qu¨¦ la polic¨ªa expulsa a los nigerianos del CETI ceut¨ª, pero s¨ª el objetivo: 'El Gobierno est¨¢ haciendo un tanteo para ver c¨®mo funcionar¨ªa un convenio con Nigeria, porque lo de ahora es una prueba piloto y no un verdadero acuerdo, y para ver c¨®mo reacciona la opini¨®n p¨²blica en Espa?a ante las expulsiones'.
Miguel ?ngel ?lvarez, director del CETI, no puede explicar por qu¨¦ el Gobierno se ha cebado con los nigerianos de Ceuta. 'Yo no decido qui¨¦n entra y sale, pero es cierto que desde octubre pasado no se ha documentado a nadie del centro'. Un antiguo educador del CETI, del que se fue cuando vio que su funci¨®n no iba a ser 'integradora, sino un mero centro de internamiento donde tenerlos controlados', afirma que la excusa del CETI ceut¨ª es que 'no llegan ofertas de trabajo. ?C¨®mo es que al de Melilla s¨ª, c¨®mo es que all¨ª s¨ª sale gente documentada? Porque en el CETI de Melilla, aunque menos, tambi¨¦n hay nigerianos'.
Emilio Carrera, del PP -que gobierna en esta ciudad aut¨®noma en coalici¨®n con el Grupo Mixto y el Partido Democr¨¢tico y Social de Ceuta (PDSC)-, cree que Ceuta 'no est¨¢ en condiciones de ser el n¨²cleo de absorci¨®n de la inmigraci¨®n de toda Espa?a, pero tampoco podemos mandarlos a la Pen¨ªnsula, de ah¨ª que las expulsiones sean necesarias'. Mustafa Mizziam, del PDSC, tampoco ve estas expulsiones raras: 'Se ajustan a la Ley de Extranjer¨ªa. El CETI cumple su papel, dar una vida digna a los que llegan, pero nada m¨¢s'.
Stella tiene 19 a?os y sali¨® hace dos de Nigeria, sola. 'Mis padres murieron y yo no ten¨ªa a nadie. Trabajaba en el campo pero pasaba hambre. Por eso decid¨ª irme. Cruc¨¦ andando el desierto, descalza. Me ha costado mucho llegar a Espa?a y ahora quieren echarme. No s¨¦ qu¨¦ hacer, s¨¦ que la polic¨ªa va a venir a por m¨ª y no puedo hacer nada, no tengo a d¨®nde ir. Estoy asustada y confusa, incluso con la gente del CETI, porque no nos dijeron nada'.
M¨®nica Presa es trabajadora social en el CETI y reconoce que las intervenciones policiales hacen da?o a las relaciones de confianza que se han establecido con el tiempo. 'Les explicas una y otra vez que no tienes nada que ver, pero no lo entienden. En los dos o tres d¨ªas posteriores a las expulsiones no acude nadie a las entrevistas ni a las clases. Y tenemos que volver a ganarnos su confianza; pero claro, ni es f¨¢cil ni nada vuelve a ser igual'. El director del CETI explica que a ¨¦l le avisan 'con muy poco margen. Y es casi mejor que sea as¨ª. No s¨¦ ni quiero saber, no podr¨ªa estar trabajando con ellos sabi¨¦ndolo, es algo que no va en el sueldo'.
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