El debutante cort¨® la ¨²nica oreja
Francisco Jos¨¦ Palaz¨®n debutaba en la plaza de Alicante con caballos y fue el ¨²nico que cort¨® una oreja. Fue m¨¦rito suyo y del nobil¨ªsimo n¨²?ez que cerr¨® plaza. Antes hab¨ªan salido otros dos, al menos, para haberles desorejado a poco que los actuantes hubieran manejado mejor los aceros. No se pide que sean D'Artagnan pero los tres tendr¨¢n que darle al carret¨®n. Ahora con la incineraci¨®n, que es a d¨®nde van a parar las reses, los chavales ya no pueden ni siquiera intentar el descabello en los mataderos. Pero esa es otra historia. La novillada de Carlos N¨²?ez si ten¨ªa cosas que contar. Tanto es as¨ª que primero, quinto y sexto fueron aplaudidos en el arrastre pero unas veces por el mentado fallo con la toledana y otras porque no supieron hacer colaborar a los bureles, se fueron con la orejitas puestas.
N¨²?ez / Mendoza, Jim¨¦nez, Palaz¨®n
Novillos de Carlos N¨²?ez, en general nobles aunque de poca presencia. 1?, 5? y 6? fueron aplaudidos en el arrastre. Reyes Mendoza: pinchazo y estocada atravesada -aviso-, dos descabellos (ovaci¨®n y saludos); estocada (ovaci¨®n y saludos). C¨¦sar Jim¨¦nez: tres pinchazos -aviso-, dos m¨¢s y dos descabellos (ovaci¨®n y saludos); dos pinchazos, estocada -aviso- dos descabellos. Francisco Jos¨¦ Palaz¨®n: estocada tendida y atravesada -aviso- y cinco descabellos (silencio); estocada ca¨ªda (oreja). Plaza de Alicante. 2? de Feria. 18 de junio. Menos de un cuarto de entrada.
El festejo no convoc¨® mucho p¨²blico pero la cosa fue de distra¨ªda para arriba. Reyes Mendoza, nacido en C¨®rdoba, tore¨® con gusto con el capote. Recibi¨® al que abr¨ªa plaza con dos largas cambiadas en el tercio. Inici¨® faena con la izquierda, y consigui¨® un par de pases sueltos. Con la derecha estuvo m¨¢s templado, quieta la planta, se pas¨® al nobil¨ªsimo y encastado novillo muy cerquita. Puso fin al trasteo con las rodillas en tierra y tras unas manoletinas entr¨® a matar con poca fortuna. Con el que hizo cuarto, un novillete cariavacado pero corret¨®n, fue un revuelo de capotazos en una lidia astrosa. Con la franela, aunque algo distra¨ªdo, la tom¨® con nobleza. Mendoza no se cruz¨® y la embestida se fue apagando hasta pararse del todo. Y a pesar de estar m¨¢s entonado con el acero no pudo tocar pelo.
C¨¦sar Jim¨¦nez no s¨®lo es que tiene valor seco, tan necesario para superar estos tragos, es que adem¨¢s se siente y parece un torero. Ser¨¢ por aquello que dec¨ªan de la mujer de su tocayo, lo de que la mujer del C¨¦sar no s¨®lo tiene que serlo sino tambi¨¦n parecerlo. Pues el madrile?o anda ante la cara del toro e interpreta el toreo como lo que quiere ser; una figura del viejo arte de C¨²chares. Tore¨® siempre relajado, con temple y mando. Cierto que su primero fue un chotillo con las fuerzas justas al que inici¨® faena de muleta con dos pases cambiados rematados con sendos derechazos limpios y templados. Con el animalito entregado, dio circulares tray¨¦ndoselo por detr¨¢s, por delante y por donde quiso. Intent¨® el toreo al natural pero ese no era su pit¨®n y abrevi¨®. Y aqu¨ª fue el borr¨®n pues lo hecho lo estropeo con la tizona.
Con el que hizo quint
trabaj¨¢rselo un tanto m¨¢s. Calamocheaba el animal, de m¨¢s presencia que su anterior, pero se trag¨® una tanda al natural y otras tantas hasta que lo meti¨® en el cesto. Tore¨® relajado y se lo pas¨® muy cerquita sin enmendarse en faena variada en la que no faltaron circulares y manoletinas. Pero de nuevo la espada le priv¨® de obtener trofeo alguno.
Fue el debutante en esta plaza, el alicantino de Petrel Francisco Jos¨¦ Palaz¨®n, el ¨²nico que hizo trabajar al alguacilillo para cortarle un ap¨¦ndice al que cerraba plaza. El joven alumno de la escuela taurina de esta bella ciudad mediterr¨¢nea pas¨® in¨¦dito con el capote en su primero y tras el trasteo mat¨® fatal. Con su siguiente inici¨® faena con la derecha en muletazos llenos de gusto consigui¨® brillantes momentos de relajo y temple.
Y aunque no apur¨® el n¨²?ez tom¨® la muleta al natural con m¨¢s son. Se reboz¨® con la calidad del noble novillo y tras matar de estocada ca¨ªda se llev¨® la primer oreja de la Feria.
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