El Sorbe, la presa y la Virgen Mar¨ªa
Este santuario se alza junto al embalse de Bele?a, en un bell¨ªsimo y apartado rinc¨®n de la sierra de Guadalajara
En las viejas cr¨®nicas de Guadalajara se cuenta que el Sorbe anta?o surcaba, nada m¨¢s pasar la aldea serrana de Muriel, un hondo barranco salpicado de arboledas y espumeantes cascadas; que a la vera del r¨ªo se hallaba la antigua ermita de Pe?amira, y que dentro de ¨¦sta hab¨ªa una Virgen grande, bien tallada, del siglo XIII como poco, con el Ni?o sobre las rodillas. Casi nos alegramos de que no haya fotos de aquel lugar, que hoy podemos imaginar as¨ª: el santuario, el r¨ªo, el ¨¢rbol, el p¨¢jaro, el pez, el devoto y Mar¨ªa Theotocos, trono de Dios, todos ellos api?ados en la p¨¦trea angostura como figuras de un capitel labrado con sencilla y rom¨¢nica sabieza.
Tres disgustos se llev¨® la Virgen en el siglo XX. El primero se lo dio la guerra: en el verano de 1936, su talla fue hecha trizas y sustituida por otra de ¨ªnfima calidad. Luego este campo de Pe?amira se le vaci¨® de fieles por el ¨¦xodo rural y la ermita cay¨® en el m¨¢s ruinoso de los olvidos. As¨ª no es de extra?ar que, al construirse la presa de Bele?a -en 1982, tercer disgusto-, la Virgen, si a¨²n restaba algo de ella, naufragara en las aguas embalsadas del Sorbe. Su imagen, como dijimos, no era muy buena.
En 1984, y a propuesta del peri¨®dico Nueva Alcarria, un grupo de buceadores madrile?os intentaron rescatar la talla, pero lo ¨²nico que vieron fue una masa informe de escayola decorando esta nueva mansi¨®n de truchas y barbos. No obstante, con algunas dovelas y sillares esquineros recuperados in extremis de la ruina anegada, se erigi¨® otra ermita en 1997, que es la que hoy se alza al pie del cerro Bermejo, en la orilla occidental del embalse, 'entre abruptos roquedales que recuerdan los brazos de las calas mallorquinas'. Si as¨ª lo dice Antonio Herrera Casado, cronista provincial autorizado, habr¨¢ que creerlo y, con gusto, ir a verlo.
Siete son los pueblos que rodean el embalse y que, resucitando la perdida tradici¨®n, acuden en romer¨ªa a la ermita el ¨²ltimo s¨¢bado de mayo; a saber: Aleas, Montarr¨®n, Torrebele?a, Bele?a de Sorbe, Puebla de Bele?a, La Mierla y Muriel. S¨®lo los dos ¨²ltimos disponen de camino directo. El de La Mierla, al sur de la ermita, es una excelente pista de tierra, pero tiene el inconveniente de que romeros, pescadores, ba?istas y domingueros en general se meten con toda clase de veh¨ªculos, a cual m¨¢s ruidoso, humeante y polvoriento. Mejor, pues, acercarse a pie por el camino del norte, desde Muriel. Est¨¢ vedado a los coches. S¨®lo lo cruzan corzos y arroyuelos.
En Muriel -ocho almas, casas de piedra elemental y altas alamedas a orillas del Sorbe-, nos situamos al final de la calle principal y, dejando a la izquierda una roja cancha de deportes, nos echamos a caminar monte arriba entre olivos y carrascas. El camino, cerrado al tr¨¢fico poco m¨¢s adelante con una cadena, sube y baja sin cesar salvando los regatos que corren hacia el embalse de Bele?a, el cual permanece oculto a nuestra vista tras las riscosas Cabezuelas.
Del encinar aut¨®ctono pasamos bruscamente al pinar de repoblaci¨®n. As¨ª, entre pinos, y como a una hora del inicio, coronamos el collado Rancho, donde se presenta una bifurcaci¨®n. Y por el ramal de la izquierda, tras nueva bajada y nueva subida, el collado de los Yesares, desde el que ya se avizoran el embalse y la ermita. S¨®lo resta rodear el cerro Bermejo para dar con la pista procedente de La Mierla, que nos conduce ante el santuario en un decir am¨¦n.
Quiz¨¢ parezca exagerado comparar el embalse de Bele?a con el recortado litoral mallorqu¨ªn, pero es innegable que la ermita de color mostaza, arrimada a una cresta caliza que se adentra formando dos islotes en el agua esmeralda, recuerda m¨¢s a Dei¨¤ que al viejo Sorbe. Se perdi¨® un ed¨¦n rom¨¢nico. Se gan¨® la ilusi¨®n del luminoso Mediterr¨¢neo. Ya s¨®lo nos van quedando los para¨ªsos artificiales.
Un chapuz¨®n veraniego
- D¨®nde. Muriel (Guadalajara) dista 106 kil¨®metros de Madrid, por la carretera de Barcelona (N-II), desvi¨¢ndose en Guadalajara capital por la CM-101 hacia Yunquera de Henares y Humanes y siguiendo por la CM-1004 hasta Tamaj¨®n, donde se encuentra se?alizado el desv¨ªo a la vecina aldea de Muriel. - Cu¨¢ndo. Paseo de unas tres horas -10 kil¨®metros, ida y vuelta- con un desnivel acumulado de 350 metros y una dificultad baja, que en verano ofrece el aliciente de poder darse un chapuz¨®n en el embalse de Bele?a. - Qui¨¦n. Arawak Viajes (Pe?uelas, 12; 91 474 25 24) organiza excursiones a pie por el entorno del embalse de Bele?a, visitando la ermita de Pe?amira. El precio, 2.400 pesetas, incluye viaje en autob¨²s desde Madrid (ida y vuelta), gu¨ªas y seguro. - Y qu¨¦ m¨¢s. La nueva ermita de Pe?amira aparece en el mapa Sierras de Ayll¨®n y Ocej¨®n, a escala 1:50.000, editado por La Tienda Verde (Maudes, 23 y 38; tel¨¦fono 91 534 32 57). No figura en la hoja 20-19 (Valdepe?as de la Sierra) del Servicio Geogr¨¢fico del Ej¨¦rcito, ni en la equivalente (485) del Instituto Geogr¨¢fico Nacional, que s¨®lo nos servir¨¢n para hacernos una idea del terreno.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.