Un cartero abandona decenas de cartas de la Hacienda municipal

Decenas de notificaciones de la Hacienda municipal de Barcelona aparecieron abandonadas junto a los buzones de un edificio al que no correspond¨ªa ninguna de ellas. Las comunicaciones notificaban a los vecinos la posibilidad de abonar tasas e impuestos durante abril y mayo sin recargo, pero no aparecieron hasta hace apenas tres semanas. El Ayuntamiento ha reconocido el error y han comunicado a los ciudadanos un nuevo plazo sin recargo.

Hace tres semanas, un ciudadano con domicilio en la Gran Via de Barcelona, en un n¨²mero par situado a la altura de los setecientos, se top¨® con un grueso fajo de notificaciones de la Hacienda municipal. Las mir¨®, por si alguna de ellas fuera suya. No era el caso, porque ni una sola correspond¨ªa al edificio en cuesti¨®n. Todas ellas iban dirigidas a edificios de la vecindad. Al d¨ªa siguiente, las notificaciones segu¨ªan all¨ª. El hombre las recogi¨® y las puso en manos de EL PA?S, que las hizo llegar al Ayuntamiento, no sin antes preguntar si se trata de un hecho habitual.

Las explicaciones recibidas abundan en contradicciones.

El Ayuntamiento de Barcelona reparte anualmente unos seis millones de notificaciones, explic¨® un portavoz de la Hacienda local. Un trabajo dif¨ªcil, asegur¨®, porque muchos vecinos hacen maravillas para no ser encontrados y evitar as¨ª los pagos.

Para estos repartos, el municipio utiliza tres empresas, que ganaron un concurso p¨²blico convocado al respecto, y tambi¨¦n el servicio de Correos. Las cartas abandonadas lo fueron por una empresa denominada DR, una de las tres firmas privadas que lograron la concesi¨®n del reparto.

Tanto la empresa como el Ayuntamiento aseguran que los sobres fueron repartidos el d¨ªa 27 de marzo. La firma asegura que, adem¨¢s, un inspector realiz¨® los controles habituales, que, en este caso, se produjeron el 3 de abril. Si el vecino hubiera dejado los sobres en su sitio, el inspector los habr¨ªa recogido y ya estar¨ªan en su destino', afirma.

Ni el Ayuntamiento ni la empresa pueden explicar el motivo por el que se hallaban en una direcci¨®n que no coincide con la de los destinatarios.

Estas afirmaciones son radicalmente discrepantes con la versi¨®n del vecino, quien asegura que los sobres aparecieron abandonados en su portal hace tres semanas y no en el mes de marzo. 'Los recog¨ª', a?adi¨®, 'porque pens¨¦ que conten¨ªa datos confidenciales y que estaban en un lugar inadecuado'. Los entreg¨® a este diario, agreg¨®, porque entendi¨® que era algo que la opini¨®n p¨²blica deb¨ªa conocer.

Un portavoz de la Hacienda municipal coincidi¨® con la empresa en reprochar la actitud del vecino. 'Deber¨ªa haber llamado al 010', dijo el representante del consistorio pasando por alto que se trata de un servicio de pago para el ciudadano, incluso en casos como este en el que, supuestamente, colabora con la Administraci¨®n. La misma fuente asegur¨®, en una primera conversaci¨®n con este diario, que pedir¨ªa el despido inmediato del responsable del abandono de las cartas. En una segunda versi¨®n, ni el portavoz ni la empresa quisieron aceptar que las cartas hubieran sido abandonadas en un lugar diferente al que marcaba en los sobres. 'Eso lo dice usted', dijo el responsable de la firma cuando se le pregunt¨® c¨®mo las cartas hab¨ªan ido a parar a un edificio distinto al de la direcci¨®n.

Los responsables pol¨ªticos del Ayuntamiento, en cambio, asumieron que el error, casual o intencionado, se hab¨ªa producido y que el ¨²nico que no ten¨ªa culpa alguna de este asunto era el contribuyente. En consecuencia, han decidido escribir una carta a cada uno de los 41 ciudadanos afectados y notificarles que se les abre un nuevo plazo para que abonen sus tasas o impuestos sin recargo, como si esta notificaci¨®n nunca hubiera existido. Al mismo tiempo, han pedido a la empresa explicaciones precisas porque s¨ª aceptan una evidencia: EL PA?S no era el destino de esas cartas.