Los gremios de 'botiguers', en jaque

Uni¨®n Gremial, organizaci¨®n creada a princip¨¬os del siglo pasado, atraviesa sus horas m¨¢s bajas. Acuciada por las deudas, la federaci¨®n se enfrenta a un futuro incierto. Considerada la asociaci¨®n de los botiguers por aglutinar a los gremios m¨¢s antiguos de Valencia -m¨¢s de 50-, esta organizaci¨®n, que en su ¨¦poca dorada promoviera instituciones como la Feria de Muestras, est¨¢ en el punto de mira del resto de organizaciones empresariales y de la Generalitat.

Cobijada durante a?os en la Confederaci¨®n Empresarial Valenciana (CEV), vinculada a CEOE, Uni¨®n Gremial, que preside desde 1988 Vicente Montaner, abandon¨® la organizaci¨®n con un sonoro portazo en 1995 porque consideraban da?ados los intereses del peque?o comercio. Con la marcha de Uni¨®n Gremial y tambi¨¦n de Pymev, la CEV perdi¨® peso en el sector del peque?o comercio.

La federaci¨®n gremial se incorpor¨® a L'Empresarial, nacida de la fusi¨®n de Pymev y la Confederaci¨®n Valenciana de Comercio (Covaco) como alternativa a CEV-Cepymev. Con su constituci¨®n, a mediados de los noventa, se romp¨ªa la unidad empresarial en la Comunidad, que hasta entonces hab¨ªa detentado casi en exclusiva CEV-CEOE. Cinco a?os despu¨¦s, Uni¨®n Gremial se encuentra descapitalizada y con su nueva sede hipotecada tras su fallido proyecto electr¨®nico Infotienda.

En una situaci¨®n tan precaria, Montaner, de 73 a?os, ha buscado ayuda en Covaco, organizaci¨®n a la que pertenece, pero tambi¨¦n en sus antiguos compa?eros de viaje, la CEV. Se ha reunido con el presidente de esta ¨²ltima, Rafael Ferrando, y con el de la C¨¢mara de Comercio de Valencia, Arturo Virosque. Ambas partes le han brindado su ayuda, aunque la cuesti¨®n econ¨®mica ha quedado al margen.

La Generalitat, el tercer actor en esta historia, no olvida los desplantes de Uni¨®n Gremial en el pasado -su papel en el conflicto de la venta de pan en festivos y el rechazo p¨²blico de parte de la organizaci¨®n al acuerdo suscrito en junio de 2000 por ocho asociaciones de peque?os comerciantes sobre la liberalizaci¨®n horaria-. La Consejer¨ªa de Industria y Comercio exige una auditor¨ªa de sus cuentas y un plan de viabilidad, que la organizaci¨®n ha presentado esta misma semana. Y en este contexto, a Uni¨®n Gremial, una de las marcas m¨¢s antiguas del escenario empresarial local, no le faltan pretendientes. Un sector patronal considera a Uni¨®n Gremial v¨ªctima de su socio, Covaco, que aspirar¨ªa a conservar la centenaria marca en caso de bancarrota. En este caso se prev¨¦ una desbandada de gremios; unos se adscribir¨ªan a CEV-Cepymev y otros, a Pymev.

A la delicada situaci¨®n econ¨®mica se unen los problemas surgidos de una gesti¨®n, que fuentes del sector consideran poco pr¨¢ctica. El lanzamiento del proyecto electr¨®nico supuso la obtenci¨®n de una subvenci¨®n de 95 millones de pesetas. Vicente Montaner recuerda que el proyecto fracas¨® por la falta de clientes. 'Nos gastamos 95 millones sin provecho', comenta, y defiende que el proyecto 'no estaba desacertado del todo, pero hay que hacerlo con m¨¢s tiento'.

El fracaso de Infotienda, seg¨²n fuentes conocedoras de la situaci¨®n, destap¨® la falta de documentos con los que justificar el destino de los fondos p¨²blicos recibidos, y el endeudamiento que arrastraba la organizaci¨®n. Esta situaci¨®n oblig¨® a Uni¨®n Gremial a hipotecar su sede por 50 millones de pesetas para afrontar sus deudas. Surgi¨® entonces la necesidad de realizar una auditor¨ªa de sus cuentas.

En el sector del comercio valenciano se entiende que cualquier posibilidad de salvaci¨®n para Uni¨®n Gremial debe partir de dentro de la organizaci¨®n, y consideran que 'lo l¨®gico' ser¨ªa refundar la organizaci¨®n. Precisa de un relevo en la junta directiva, que se traduzca en un cambio en la gesti¨®n y que depure necesidades y replantee objetivos.

Las fuentes consultadas consideran que la ayuda econ¨®mica, venga de d¨®nde venga, no conseguir¨ªa m¨¢s que 'alargar la agon¨ªa'. Uni¨®n Gremial, contin¨²an, cuenta con un presupuesto anual de cuatro millones y medio de pesetas, dos millones procedentes de subvenciones y el resto de las cuotas de sus asociados, por otro lado muy modestas. Una cifra insuficiente para mantener la actual estructura del gremio de botiguers, que cada a?o necesita, con independencia de que salde su deuda, unos 10 millones de pesetas para sostenerse. Todo ello a pesar de que el n¨²mero de empleados ha pasado de 11 a dos y de que la direcci¨®n ha pensado incluso en vender la sede y reubicarse en su antiguo centro de operaciones, en la calle Conde de Olocau.

La situaci¨®n es tan apurada que el sector considera que, atendiendo a los recursos de tesorer¨ªa, Uni¨®n Gremial 'no pasa el verano'.'Estamos tocando fondo', reconoce el propio Montaner. A los problemas citados se une la salida oficial de varios gremios y el hecho de que otras, simplemente, hayan dejado de pagar las cuotas. La oposici¨®n interna de la organizaci¨®n, adem¨¢s, est¨¢ callada y a la espera.

Montaner ha llamado a varias puertas, que asegura que est¨¢n estudiando soluciones. Adem¨¢s, seg¨²n dice, la Generalitat se ha comprometido a 'hacer todo lo posible', pero impone sus condiciones. Aparte de que, como explican en el sector, las subvenciones han sido recortadas en los ¨²ltimos a?os, la administraci¨®n precisar¨¢ de proyectos concretos para dar l¨ªneas de ayuda. La Generalitat estudia en estos momentos el plan de viabilidad y la auditor¨ªa de la organizaci¨®n antes de adoptar cualquier decisi¨®n.