?Deben reducirse las vacaciones escolares?

El 21 de junio, pen¨²ltimo d¨ªa de clase y primero del verano, estall¨® la pol¨¦mica: los padres que trabajan fuera de casa exigieron que se alargue el curso de sus hijos. Y es que al llegar las vacaciones muchas parejas hacen verdaderos encajes de bolillos con las horas y los d¨ªas para no dejar solos a sus hijos. Los progenitores quieren que el calendario escolar se ampl¨ªe tres semanas, de forma que las vacaciones de verano sean m¨¢s cortas. La propuesta revolucion¨® al cuerpo docente. Entre dos fuegos, la Administraci¨®n catalana intenta mediar en el conflicto entre ambas partes. A los ni?os, simplemente no se les pregunta.

La Federaci¨®n de Asociaciones de Padres de Alumnos de Catalu?a (FAPAC) alega que el curso escolar es demasiado corto y pide la ampliaci¨®n de las 35 semanas actuales a 38, de forma que las vacaciones de los chavales se recorten y pasen de de 2 meses y 21 d¨ªas a dos meses pelados. De hecho, lo que los padres solicitan es la reorganizaci¨®n de la estancia en la escuela. Argumentan que es m¨¢s racional repartir una de las semanas de vacaciones robadas al verano en d¨ªas de fiesta a lo largo del curso. As¨ª, dicen, los trimestres escolares no ser¨¢n tan largos.

Pero los sindicatos ponen muchas pegas a las propuestas de los padres. Se niegan a incrementar las horas lectivas de los docentes y recuerdan que las vacaciones de los ni?os no son las mismas que las de sus profesores, que llevan a cabo cursos de formaci¨®n y preparan los programas del siguiente a?o escolar. USTEC-STEs habla tambi¨¦n del 'desgaste de los docentes' y subraya que la pol¨¦mica no es tanto un problema educativo como estrictamente laboral y social. Su contrapropuesta consiste en que se contraten monitores para tutelar posibles actividades extraescolares. Por su parte, la consejera de Ense?anza de la Generalitat, Carme-Laura Gil, anunci¨® que el Gobierno catal¨¢n estudiar¨¢ la petici¨®n de los padres siempre que ello no suponga aumentar las horas lectivas porque 'los primero es el equilibrio de los ni?os y ni?as', declar¨®, tras confesar que el asunto del calendario 'es un problema de dif¨ªcil soluci¨®n'. Y tan dif¨ªcil. Jordi Pujol medi¨® en la pol¨¦mica rega?ando a los padres. Pujol afirm¨® que el inter¨¦s de ¨¦stos en alargar el curso escolar es el reconocimiento de que 'dimiten' de sus responsabilidades y usan la escuela como 'almac¨¦n' de sus hijos. Ana Botella tambi¨¦n opin¨®. Apenas hace dos d¨ªas declar¨® en Barcelona que el calendario escolar 'debe reorganizarse porque la mujer ha cambiado sus h¨¢bitos y la sociedad se ha de adaptar'.

?Y qu¨¦ pasa en otros pa¨ªses de la Uni¨®n Europea? Si bien el n¨²mero de horas lectivas no var¨ªa excesivamente, las diferencias se disparan en la duraci¨®n de las vacaciones. Mientras que aqu¨ª se concentran en dos grandes bloques -verano y Navidad-, en Francia y B¨¦lgica, por ejemplo, se reparten m¨¢s equitativamente a lo largo del a?o. Los ni?os tienen vacaciones m¨¢s cortas en invierno y verano, y m¨¢s d¨ªas de descanso en oto?o y primavera. Viven todas las estaciones.

La cuesti¨®n clim¨¢tica no es balad¨ª. En Catalu?a, como en otras comunidades, la dificultad de mantener la concentraci¨®n de unos ni?os expuestos a 30 grados a la sombra es, como m¨ªnimo, dif¨ªcil. En Alemania, por ejemplo, donde las vacaciones estivales duran seis semanas, en lugar de las 12 espa?olas, est¨¢ prohibido ir a la escuela si el term¨®metro alcanza los 28 grados.