Aguado, un autodidacto que ha ganado tres finales
Las finales son para tipos con car¨¢cter. Xavi Aguado, por ejemplo. El central badalon¨¦s, que se considera un autodidacto del f¨²tbol, quiere aprender hasta en citas de este calado. Y ayer aprendi¨® que el Celta sufr¨ªa mucho en el juego a¨¦reo defensivo. De modo que se fue arriba el capit¨¢n y cabece¨® con furia una falta lanzada desde la derecha por Acu?a (m. 23). Meti¨® al Zaragoza en la final. No est¨¢ mal para alguien que dice haber disimulado, durante 11 temporadas en el Zaragoza, sus numerosas carencias: 'No soy ni t¨¦cnico, ni r¨¢pido, ni voy especialmente bien de cabeza...', reconoc¨ªa esta semana a EL PA?S.
Y, sin embargo, lo ha tapado muy bien este jugador de 33 a?os que estudia ahora una suculenta oferta del Sevilla, pues ayer mismo acab¨® el contrato con el club de su vida (hizo incluso la mili en la capital aragonesa). Para el ¨²nico superviviente en el campo de la final de Copa de 1994, no hubo mejor manera de celebrarlo. Era el ¨²nico sobre el c¨¦sped de aquel glorioso Zaragoza que gan¨® la Recopa europea de 1995. De ah¨ª que, tras su gol, fuera al banquillo a abrazar al portero suplente Juanmi, otro que vivi¨® todo ese periodo aunque no pudo jugar ninguna de las finales por distintas razones. Estudiantes de Empresariales y admirador de Juanma Lillo - 'es el t¨¦cnico con el que m¨¢s he aprendido'-, Aguado iba para jugador de baloncesto (mide 1,86 metros) y se encontr¨® por casualidad con el f¨²tbol: primero en el Sabadell y despu¨¦s en el Zaragoza. Est¨¢ casado, tiene tres ni?os y ayer marc¨® su segundo gol en esta edici¨®n de la Copa. El m¨¢s importante de su carrera, que contempla nada menos que cuatro finales: tres ganadas y una perdida (la de Copa de 1993 ante el Madrid).
Aguado, en fin, cambi¨® el sentido de la Copa, que era marcadamente celeste. Y es que, en cuanto a animaci¨®n, el Celta hab¨ªa barrido al Zaragoza antes del encuentro. Los gallegos eran m¨¢s del doble y eso se notaba mucho. Una marea celeste atron¨® en el estadio Ol¨ªmpico mientras las gradas destinadas a los seguidores ma?os presentaban vac¨ªos desoladores. La Rianxeira se oy¨® con fuerza ante la salida de los jugadores al campo y 10.000 zaragocistas fueron silenciados. Cuando por megafon¨ªa se anunci¨® la alineaci¨®n del Zaragoza, la pitada derrot¨® a los aplausos. Despu¨¦s, los hinchas aragoneses soltaron toda la rabia que escond¨ªa su inferioridad num¨¦rica.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.