Desequilibrios formativos

'La competitividad de una econom¨ªa depende no s¨®lo de su capital f¨ªsico, sino tambi¨¦n de los conocimientos que poseen sus empresarios y su mano de obra'. De esta manera tan escueta sintetiza el Segundo informe sobre la cohesi¨®n econ¨®mica y social de la Comisi¨®n Europea lo que ya es una convenci¨®n en la valoraci¨®n del papel del capital humano en las distintas comunidades y territorios. Est¨¢ claro que la competitividad no depende s¨®lo de eso, pero s¨ª tambi¨¦n que la formaci¨®n constituye una condici¨®n necesaria para el desarrollo.

Medida sobre la poblaci¨®n situada entre los 25 y los 59 a?os (etapa central de la vida laboral activa), la formaci¨®n de los ciudadanos de la Comunidad Valenciana refleja un elevado porcentaje de personas con nivel de estudios bajo (dos terceras partes de esa poblaci¨®n), una dimensi¨®n moderada en el nivel de estudios universitario o superior (un 19%) y un porcentaje muy reducido de personas con nivel de estudios medio (15 de cada 100). Son datos frescos, hechos p¨²blicos por la Comisi¨®n a principios de a?o y relativos al a?o 1999. En el primer nivel la Comunidad est¨¢, con un 66%, peor que la media espa?ola (que es de un 62%), con lo que en el segundo (con un 15%) y tercero (19%), se sit¨²a l¨®gicamente por debajo (16% con estudios medios y 22% con estudios superiores).

Resulta ilusorio comparar estos datos con los de los pa¨ªses m¨¢s avanzados de nuestro entorno, donde la relaci¨®n entre baja cualificaci¨®n y cualificaci¨®n media casi se invierten, al tiempo que el grupo con estudios superiores se eleva algunos puntos, como es el caso de Alemania (18-58-24) o del Reino Unido (19-53-28). Mucho m¨¢s realista parece establecer comparaciones con las regiones del llamado arco mediterr¨¢neo, un espacio socioecon¨®mico integrado por 13 regiones de Francia, Italia y Espa?a que se extiende desde Andaluc¨ªa, por el Oeste, hasta el Lacio italiano, por el Este, y cuyo tren de crecimiento se ha dicho en distintas ocasiones que la Comunidad Valenciana no debe perder. Pues bien, en ese contexto los valencianos arrojan las proporciones m¨¢s altas en el grupo de formaci¨®n d¨¦bil y las m¨¢s bajas en el grupo de formaci¨®n media, si se except¨²a el caso de Andaluc¨ªa.