El Tour de los espa?oles
Indur¨¢in ya es historia, pero en 2001 los ciclistas espa?oles en masa prometen monopolizar la 'grande boucle', aunque no la ganen
Diez a?os despu¨¦s no hay ning¨²n Indur¨¢in en el horizonte. Es imposible. Hay algo diferente, que tampoco est¨¢ tan mal. Hay una masa inmensa de ciclistas espa?oles con posibilidades de convertirse en protagonistas del Tour 2001. Aunque ninguno lo gane. El Tour, el primer Tour del siglo XXI, ser¨¢ muy espa?ol. M¨¢s espa?ol a¨²n que el Tour 2000, el que revel¨® a Beloki, Mancebo y Botero. Es la herencia de Indur¨¢in: no s¨®lo la cantidad de ciclistas buenos que ruedan por ah¨ª, sino la actitud con que lo hacen.
Al proyecto Tour, esa filosof¨ªa que hace que la temporada deje de ser una sucesi¨®n interminable de fechas para convertirla en un antes y un despu¨¦sy en medio un objetivo, se han unido gentes nuevas y hasta un equipo entero, el Euskaltel-Euskadi. Junto a ellos, el ONCE-Eroski, el Kelme y el iBanesto.com ser¨¢n los que lleven el peso de la carrera cuando lleguen los d¨ªas decisivos. Sus t¨¢cticas marcar¨¢n las etapas. Y, aparte, otro equipo medio espa?ol, el Festina de Casero, y espa?oles en otros equipos: Heras en el US Postal, Atienza en el Cofidis, Marcelino Garc¨ªa en el CSC-Tiscali...
Hay consenso entre los especialistas. Todos coinciden en se?alar los diferentes niveles, la pir¨¢mide, del Tour 2001. Arriba, Lance Armstrong, el tejano inaccesible, el ganador de los dos ¨²ltimos Tours; y, a su lado, aunque quiz¨¢s unos cent¨ªmetros por debajo, Jan Ullrich, el enigma alem¨¢n, que luchar¨¢, se espera, cara a cara para reconquistar un Tour que no gana desde 1997. ?Y por debajo? Por debajo, Espa?a en masa. Cuatro equipos (casi cinco) y espa?oles por equipos de fuera. Todos con aspiraciones. Todos con gente Tour, ese tipo de ciclista que deja todo para julio y que pasa indiferente por todas las dem¨¢s atracciones del calendario. Ya no s¨®lo de pulgas escaladoras vive Espa?a.
El ciclismo espa?ol ser¨¢ masa cr¨ªtica, pero no masa informe. Hay orden y jerarqu¨ªa. Escalones, que dicen los directores. Y Joseba Beloki por encima de todos. El ciclista vasco, que cumplir¨¢ 28 a?os en agosto, es el hombre Tour por excelencia del ciclismo espa?ol actual. Beloki termin¨® tercero el a?o pasado, despu¨¦s de haber empezado la carrera como gregario del sprinter Wust en las etapas llanas y supuesto ayudante de Casero para cuando las cuestas llegaran. Gan¨® la libertad con la ca¨ªda del valenciano el mismo d¨ªa que ¨¦l descubri¨® el Ventoux, y se descubri¨® grande a s¨ª mismo. El mismo d¨ªa que se jur¨® que en 2001 volver¨ªa al Tour como l¨ªder y para ganarlo. Esa idea le gui¨® para cambiar de equipo, para dejar el Festina por el ONCE. En el equipo de Manolo Saiz ha conseguido lo que nadie antes: domar al t¨¦cnico, conseguir que no grite hasta la afon¨ªa en las contrarreloj, ganar respeto para sus ideas y su calendario, marcarse una preparaci¨®n only Tour. Ha llegado julio, y Beloki, bueno en la monta?a, bueno en la contrarreloj, llega con los deberes hechos. Puede ganar el Tour si Armstrong falla. Es el primer escal¨®n.
Por debajo, pero no tanto, un cuarteto, Francisco Mancebo, el abulense que termin¨® de blanco (mejor joven) el Tour de 2000 y noveno en la general. Es su tercer Tour. Todo un experto en la carrera francesa a los 25 a?os. El Tour marca su camino de progresi¨®n. Una escalera. En 2001, para Mancebo, notable escalador, espartano y estoico, un pelda?o m¨¢s alto.
Con ¨¦l, quiz¨¢s un poco por encima, y tambi¨¦n, quiz¨¢s, un poco por debajo, est¨¢ Roberto Heras, el grande classe. Su ambici¨®n es un misterio. Para muchos dej¨® el Kelme por el US Postal de Armstrong sencillamente para coger unos cuantos d¨®lares y vivir bien el resto de su vida. Para otros, para ¨¦l, lo ha hecho simplemente para aprender a ganar el Tour sirviendo, trabajando para el triunfador de los ¨²ltimos a?os. Su preparaci¨®n tambi¨¦n es un misterio. No se sabe si est¨¢ bien pero tocado de la rodilla, bienbien pero inexpresivo para que nadie lo sepa, o mal. Puede estar por encima si Armstrong falla y ¨¦l asume el poder del equipo. Fuera Pantani, Heras en forma es el mejor escalador actual, el ¨²nico capaz de arrancar y dejar clavados a sus rivales. Estar¨¢ por debajo si su papel se limita a tirar de Armstrong hasta el ¨²ltimo puerto. Perder¨¢ entonces las ambiciones de clasificaci¨®n. Y, se supone, aprender¨¢ para el futuro. Es su segundo Tour a los 26 a?os.
Debutantes
Cerrando el cuarteto, dos debutantes: ?scar Sevilla y Haimar Zubeldia, de 24 a?os ambos. Un escalador manchego, por fin, de nuevo en el Tour, y un ciclista vasco que personifica el morfotipo que tanto gustaba hace unos a?os: un corredor grande, un buen rodador con aptitudes escaladoras. Los dos han estado haciendo los deberes toda la temporada. Han hecho sus pruebas cerca de julio y se han puesto notable. Sevilla, escalador puro y nervioso, lanzado y temerario, estar¨¢ al frente del Kelme junto al colombiano rubio Santiago Botero, el hombre m¨¢s fuerte y peor dirigido del Tour 2000. Ser¨¢n un d¨²o ¨²nico y temible. Zubeldia, tranquilo, tranquilo, callado, conducir¨¢ al Euskaltel, el equipo naranja, que ha inventado una nueva forma de hacerse grande creciendo desde dentro.
Y despu¨¦s, m¨¢s nombres, muchos, quiz¨¢s alguno sea la gran sorpresa del Tour y deje en mal lugar a los de arriba. Pueden ser Aitor Gonz¨¢lez, el donostiarra-alicantino del Kelme, o Eladio Jim¨¦nez, el salmantino del iBanesto.com, o Igor Gonz¨¢lez de Galdeano, el vitoriano del ONCE-Eroski, o Iker Flores, el navarro del Euskaltel, o Atienza, el suizo del Cofidis...
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