Ben Affleck da rostro humano al drama b¨¦lico
El actor protagoniza 'Pearl Harbor'
Ben Affleck siempre tuvo la creencia de que no ser¨ªa posible llenar una habitaci¨®n contando s¨®lo con gente que hubiera visto sus pel¨ªculas, que su fama se limitaba a un grupo de 'dependientes de tiendas de discos con anillos en la nariz y tatuajes'. Esos eran los a?os de Dazed and confused, Mallrats o Persiguiendo a Amy, antes de que llegaran los Oscar de El indomable Will Hunting, los besos de Gwyneth Paltrow y la fama mete¨®rica de Armageddon. Las cosas han cambiado y, por citar un ejemplo, un estadio de b¨¦isbol como el de Tokio no es suficiente para dar cabida a sus seguidores, decenas de miles, congregados para su estreno en Jap¨®n de Pearl Harbor, admiradores que recibieron con gritos de aishiteru Ben ('te quiero Ben') a este gal¨¢n que respondi¨® con un educado 'yo tambi¨¦n os quiero'. 'Ben tiene lo que hay que tener. Ese ment¨®n, ese aire tan americano sin ser empalagoso. La mujeres quieren estar con ¨¦l y los hombres quieren ser como ¨¦l, caracter¨ªsticas que hacen a una leyenda', detalla el productor de la cinta, Jerry Bruckheimer.
Actor desconocido
Ha sido una trayectoria muy r¨¢pida, de actor desconocido a ganador de un Oscar como guionista adem¨¢s de estrella, ahora incluso dispuesto a calzarse los zapatos de Harrison Ford, a quien ha relevado como h¨¦roe de acci¨®n protagonizando The sum of all fears, la nueva entrega de las aventuras de Jack Ryan. 'Mira, si Harrison hubiera querido hacer esta pel¨ªcula yo hubiera sido el primero que habr¨ªa comprado la entrada', reconoce con honestidad y modestia. Con 28 a?os, Affleck lo intenta. Intenta ser lo m¨¢s honesto posible y mantener una vida normal, con los pies en la tierra, en mangas de camisa, relajado, sonriente y educado. No es tan f¨¢cil, en especial cuando uno encabeza el reparto de algo como Pearl Harbor, la pel¨ªcula m¨¢s cara aprobada por un estudio y que cuenta con su nombre como el perfecto tir¨®n con el que recuperar los 135 millones de d¨®lares (27.000 millones de pesetas) invertidos en esta historia de amor a lo Titanic que transcurre durante el hist¨®rico bombardeo que supuso la entrada de Estados Unidos en la II Guerra Mundial. 'Yo soy el primer admirador de Titanic y debo de reconocer que existen similitudes en lo que respecta a una historia de amor que tiene lugar en medio de una tragedia hist¨®rica', admite consciente del reto. 'Y claro que no me importar¨ªa ganar todos esos Oscar y el dinero y la fama de esa pel¨ªcula -a?ade a sabiendas del ¨¦xito de Titanic-. Pero lo ¨²nico que puedes esperar es haber hecho un buen trabajo y que la pel¨ªcula sea bien recibida'.
Hijo de una profesora, Affleck siempre ha agradecido a su madre, Chris, la s¨®lida educaci¨®n que recibi¨® despu¨¦s de que su padre les abandonara. Tambi¨¦n le estar¨¢ eternamente agradecido por el talante liberal y art¨ªstico con el que se criaron tanto ¨¦l como su hermano, el tambi¨¦n actor Casey Affleck. Claro que a la hora de las influencias, fue mayor la de su mejor amigo Matt Damon, con el que comparti¨® el sue?o de ser actor desde los primeros trabajos en televisi¨®n antes que continuar sus estudios. Con una sonrisa subraya lo obvio, que su inter¨¦s estaba m¨¢s en la pantalla que en los libros. Sin embargo, la manera de encontrar la fama no fue precisamente con filmes tan sonoros como los que ha protagonizado con Michael Bay, director tanto de Armageddon como de Pearl Harbor. 'Yo empec¨¦ con los independientes, no s¨®lo para que quedara bien en la filmograf¨ªa sino porque entonces eran los ¨²nicos dispuestos a contar conmigo. Y es un lazo que espero no cortar nunca', deja claro ya con un pr¨®ximo estreno junto con Kevin Smith, el autor indi con el que m¨¢s ha trabajado, titulado Jay and silent Bob strike back. No es f¨¢cil olvidar que Bay no estaba tan seguro de su inter¨¦s por Affleck cuando coincidi¨® con ¨¦l por primera vez para Armageddon, y fue Bruckheimer el que le tuvo que convencer de que este nuevo actor iba a ser una estrella.
El Oscar como guionista por El indomable Will Hunting, compartido con Damon, no vino mal aunque su brillo ahora viene cubierto por los rumores de que, en realidad, la idea de esta pareja de amigos tuvo que ser pulida por un veterano guionista como William Goldman para alcanzar la calidad premiada con la estatuilla. 'Es dif¨ªcil superar a Harvey Weinstein tanto en sentido literal como figurado', constata Affleck en referencia al peso del presidente de Miramax tanto en la b¨¢scula como a la hora de promocionar El indomable Will Hunting sin querer entrar en la pol¨¦mica. Como le pasara a Quentin Tarantino, la intensa m¨¢quina publicitaria en la que se convierte Miramax a la hora de hacer campa?a en pos de un Oscar tambi¨¦n le ha valido m¨¢s de una cr¨ªtica a Affleck, que sigue sin haber producido ning¨²n otro gui¨®n a pesar de la eterna promesa de que junto con su mejor amigo volver¨ªa a repetir sus ¨¦xitos como escritor. Tambi¨¦n hay otras cr¨ªticas que le censuran como un vendido al capital por dedicarse a las grandes producciones que han ido elevando su sueldo por encima de los 13 millones de d¨®lares. Y ahora incluso llegan las art¨ªsticas, atacando la rigidez de su trabajo en el follet¨ªn rom¨¢ntico en el que se convierte Pearl Harbor.
Babelia
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