'J¨²ligans forever'
Apareci¨® en los tendidos de sol una gran pancarta que dec¨ªa 'J¨²ligans forever'. Y en efecto as¨ª fue: julistas incondicionales para siempre, all¨¢ penas lo que pudiera pasar.
Las idolatr¨ªas tienen estas cosas: que da lo mismo si el ¨ªdolo engendra prodigios o se mete el dedo en la nariz pues igual lo idolatran.
Si dif¨ªcil es llegar a ser ¨ªdolo, m¨¢s dif¨ªcil resulta a¨²n dejar de serlo. Una vez convencida la gente, ni d¨¢ndola duro en el coco deja de creer en la taumaturgia de su ¨ªdolo venerando.
Lo de 'j¨²ligans' no es tanto un barbarismo como un disparate ling¨¹¨ªstico que surgi¨® por hacer un chiste con las similitudes fon¨¦ticas de El Juli y los jooligans que, evidentemente, nada tienen que ver. Pero cuaj¨®, y ah¨ª estaba el testimonio de su vigencia plasmado en gran pancarta, desplegada por los mozos de una pe?a para saludar a El Juli, que se acababa de hacer presente. 'J¨²ligans' y 'forever', ah¨ª es nada.
Domecq / Morante, Mora, Juli
Toros de Santiago Domecq, bien presentados en general, la mayor¨ªa cornalones, aunque algunos sospechosos de pitones; muy flojos, varios inv¨¢lidos; manejables y casi todos aborregados. Morante de la Puebla: media, rueda de peones y descabello (silencio); pinchazo bajo, otro hondo ladeado, rueda de peones y descabello (palmas y sale al tercio por su cuenta). Eugenio de Mora: pinchazo, estocada ca¨ªda y rueda de peones (sale a saludar por su cuenta y divisi¨®n); pinchazo bajo y bajonazo (silencio). El Juli: media trasera ladeada y descabello barrenando (oreja); estocada (dos orejas); sali¨® a hombros por la puerta grande. Plaza de Pamplona, 11 de julio. 7? corrida de feria. Lleno.
De manera que pegaba El Juli mantazos, clavaba las banderillas donde dios le diera a entender, muleteaba astroso, y la plaza entera le aclamaba, mientras los mozos prorrump¨ªan en un coro molto maestoso que dec¨ªa con ritmo trepidante '?Juli-juli, Juli-juli'. Con lo cual la actuaci¨®n de El Juli-Juli desemboc¨® en un triunfo clamoroso, tres orejas en su haber y la puerta grande.
A veces estas explosiones desaforadas de la masa veleidosa tienen inmediata r¨¦plica, que sirve para poner en su sitio las cosas del arte. En la fiesta de los toros pasaba muchas veces que a un torero (normalmente tremendista) lo sacaran a hombros por la puerta grande mientras los parabienes de la afici¨®n eran para otro de arte y torer¨ªa que a lo mejor se iba andando por la puerta de cuadrillas. Este caso se dio mucho en tiempos de El Cordob¨¦s, que contaba con una apabullante militancia, a veces desmedida e irracional en sus manifestaciones de entusiasmo (los j¨²ligans de entonces), en tanto los aficionados puros les daban las palmas y hasta la gloria, pues -dicho sea sin orden ni concierto- quiz¨¢ a El Viti, a Camino, a Puerta, a Rafael Ortega, a Antonio Ord¨®?ez o al Don Antonio por antonomasia que era -en pie, fuera gorros- Antonio Bienvenida.
En la ¨¦poca julianista presente, sin embargo, estos contrastes con los favoritismos desaforados, estas reivindicaciones art¨ªsticas, son muy dif¨ªciles, pues la afici¨®n pura no tiene donde apoyarse. Si -yendo al caso- El Juli met¨ªa unos derechazos y naturales de vulgar concepci¨®n resulta que sus colegas a¨²n los daban peores.
La culpa no la ten¨ªan los toros. Absolutamente inapropiados por borregos y por inv¨¢lidos para esta feria que pomposamente se llama del toro, resulta que mostraban buen conformar, se dejaban pegar pases, tiraban a d¨®ciles antes que encastados, a buc¨®licos antes que bravos. Y, no obstante, ni Morante de la Puebla ni Eugenio de Mora lograron aplicarles faenas dignas de tal nombre. Antes al contrario pegaban pases sueltos, ventajistas, desali?ados, de afectada pinturer¨ªa los de Morante, toscos los de Mora; y ambos acabaron con la sufrida paciencia de la afici¨®n.
En cambio El Juli bull¨® mucho, corri¨® lo suyo, cuarte¨® banderillas sin que ninguna quedara en su sitio, divirti¨® a la gente, cay¨® simp¨¢tico, peg¨® pases a montones muy ajustados los de su segunda faena, mat¨® entrando por derecho, no dej¨® indio en pie, se cas¨® con la chica y dej¨® a sus j¨²ligans felices para siempre forever, faltar¨ªa m¨¢s. Y ma?ana ser¨¢ otro d¨ªa.
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