La oposici¨®n dem¨®crata presiona a Bush para que tome una decisi¨®n sobre la clonaci¨®n terap¨¦utica

El presidente estadounidense George Bush sigue sin decidirse sobre si autorizar la clonaci¨®n terape¨²tica, y los dem¨®cratas ya piensan en tomar la iniciativa en el Congreso para aprobar una ley que autorice el empleo de c¨¦lulas madre para investigar terapias contra enfermedades como la diabetes, el Alzheimer o el Parkinson. Todo apunta a que la Casa Blanca no decidir¨¢ hasta finales de verano.

Los pol¨ªticos, representantes religiosos, periodistas o m¨¦dicos que se han entrevistado con Bush en los ¨²ltimos d¨ªas coinciden en que el mandatario se est¨¢ tomando el tema muy a pecho y en que todav¨ªa puede tardar semanas o meses en decidirse. 'No creo que el pueblo estadounidense quiera que el presidente se d¨¦ prisa', dijo hace d¨ªas el portavoz del gobierno, Ari Fleischer.

Los dem¨®cratas piensan que cuentan con bastante votos -agrupando la mayor¨ªa de los suyos y una parte de los republicanos moderados- para aprobar una propuesta que favorezca la investigaci¨®n de las c¨¦lulas madre . 'Si el presidente no puede decidir, ser¨ªa nuestra intenci¨®n proponer una ley y aprobarla en el Senado en un futuro muy pr¨®ximo', dijo la semana pasada el l¨ªder dem¨®crata Tom Daschle.

Las dudas del gobierno republicano podr¨ªan alentar una fuga de cerebros. Roger Pedersen, de la Universidad de California, uno de los m¨¢ximos expertos en c¨¦lulas madre (que pueden transformarse en cualquier tejido y podr¨ªan ser la soluci¨®n de enfermedades como el Alzheimer o el Parkinson) anunci¨® ayer su traslado a la Universidad de Cambridge (Reino Unido).

Desde el pasado abril se han presentado dos leyes al Congreso, ambas firmadas por dem¨®cratas y republicanos. El primer proyecto, del republicano Dave Weldon, proh¨ªbe tajantemente la clonaci¨®n y prev¨¦ sentencias de hasta 10 a?os de c¨¢rcel. El segundo, respaldado por el dem¨®crata Jim Greenwood, autoriza la clonaci¨®n terap¨¦utica.

Las dudas del gobierno republicano podr¨ªan alentar, seg¨²n algunos observadores, una fuga de cerebros. Por ejemplo, Roger Pedersen, de la Universidad de California, uno de los m¨¢ximos expertos en la investigaci¨®n de las c¨¦lulas madre, anunci¨® ayer su pr¨®ximo traslado a la Universidad de Cambridge en el Reino Unido.