La resaca de la batalla campal
Los grupos antiglobalizaci¨®n espa?oles discuten la experiencia de la 'contracumbre'
Los manifestantes antiglobalizaci¨®n espa?oles han vuelto de G¨¦nova, despu¨¦s de un largo viaje en autob¨²s y de cinco d¨ªas de contracumbre que se han saldado con un muerto, 280 heridos y al menos 231 detenidos, 17 de ellos espa?oles. Est¨¢n cansados y preocupados, pero sobre todo est¨¢n indignados por la actitud de la polic¨ªa, que, seg¨²n ellos, fue la ¨²nica culpable de la batalla campal que se mont¨® en G¨¦nova.
'El Gobierno italiano dio instrucciones a la polic¨ªa de que pod¨ªa disparar y los hospitales estaban preparados para recibir heridos de bala', declara Carri, miembro del Movimiento de Resistencia Global de Madrid (MRG), plataforma de colectivos espa?oles que naci¨® en las reuniones preparatorias de la cumbre de Praga. 'La manifestaci¨®n del s¨¢bado fue la prueba de que la polic¨ªa buscaba provocar la violencia. March¨¢bamos pac¨ªficamente cuando de repente empezaron a cargar con gases lacrim¨®genos. Se produjeron desbandadas en las que podr¨ªa haber muerto mucha gente', a?ade Pablo, de la Comisi¨®n Internacional de Ecologistas en Acci¨®n.
'Destrozaron el centro de prensa del Foro Social para que no pudi¨¦ramos transmitir las violaciones de derechos humanos por parte de la polic¨ªa'
Para Judith, de Barcelona, 'lo m¨¢s fuerte fue la carga policial indiscriminada de la noche del s¨¢bado en el Indymedia, el centro de prensa del Foro Social de G¨¦nova. Despu¨¦s se trasladaron al edificio de enfrente, una escuela donde dorm¨ªa la gente, y siguieron cargando con bates. Un total de 40 personas tuvieron que ser hospitalizadas, algunas de ellas con car¨¢cter grave. Fue brutal'. Seg¨²n Pablo, 'destrozaron el Indymedia para que no pudi¨¦ramos transmitir las violaciones de derechos humanos por parte de la polic¨ªa. Se lo llevaron todo, fotos, documentos y las bases de datos de nuestros abogados. Tambi¨¦n se llevaron el material donde se mostraba la existencia de polic¨ªas infiltrados'.
Los que acudieron a G¨¦nova a manifestarse est¨¢n convencidos de que numerosos polic¨ªas se disfrazaron de anarquistas y se liaron a romper escaparates y a quemar coches. 'Cuando entraron en el centro de Indymedia, algunos polic¨ªas iban vestidos de negro (color elegido por los anarquistas) y con el casco puesto', comenta Pablo. 'De alguna manera ten¨ªan que justificar el despliegue de 20.000 polic¨ªas', asegura Judith.
?Cu¨¢l es la postura de los grupos antiglobalizaci¨®n respecto a los grupos de manifestantes violentos, el llamado Bloque Negro? La respuesta no es uniforme. Para Pablo Iglesias, del MRG de Madrid, 'nosotros no somos qui¨¦nes para dar lecciones a nadie, los violentos est¨¢n del otro lado '. Judith a?ade que 'somos un movimiento abierto y no excluimos a nadie'. Carri va todav¨ªa m¨¢s lejos: 'El Bloque Negro no existe, hace a?os que se disolvi¨®'. Miquel, de Ecologistas en Acci¨®n de Tarragona, no opina lo mismo: 'La actitud del Bloque Negro ha sido lamentable. El d¨ªa de la Marcha rosa sent¨ª mucho miedo, yo no comparto la violencia gratuita. Hace falta replantearse mucho este tipo de acciones, empieza a haber gente muy quemada con este tema'. Una portavoz del MRG de Zaragoza, que no quis¨® identificarse, en declaraciones a Efe afirma que 'los grupos violentos han actuado de manera aut¨®noma; no han respetado el consenso del Foro Social de actuar de forma pac¨ªfica y han desbaratado los planteamientos que defend¨ªan las 800 asociaciones de resistencia pac¨ªfica'.
Pero, a pesar de los incidentes, Judith considera que lo de G¨¦nova 'ha sido un ¨¦xito sin precedentes en cuanto a respuesta social y asistencia'. El ¨¦xito y la indignaci¨®n es un doble sentimiento que comparten la mayor¨ªa de sus compa?eros. ?El futuro? Lo tienen todos muy claro: seguir protestando mientras puedan.
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