Una exposici¨®n revisa en Anglet el universo gr¨¢fico, literario y pict¨®rico de Jorge Oteiza
La Galer¨ªa Georges Pompidou presenta varias esculturas descatalogadas del artista
En Orio no pudo verse La virgen de la escalera, cedida por un particular; ni la Caja Metaf¨ªsica, proveniente de los fondos de la Diputaci¨®n Foral de Guip¨²zcoa o Figura de Mujer, una escultura descatalogada propiedad de un ciudadano. Precisamente ¨¦ste es uno de los aspectos que trata de reivindicar la muestra, 'que Jorge Oteiza est¨¢ pendiente de una catalogaci¨®n real y definitiva', en palabras de Mara?a. 'S¨®lo en el ¨²ltimo a?o', a?ade, 'he encontrado cuatro' esculturas. Piezas adquiridas por ciudadanos de las que no se tienen noticia; esculturas de un artista que siente que 'posiblemente' se 'equivoc¨® de siglo' frente a quienes piensan que 'se adelant¨® a su tiempo'.
'Los silencios' del artista Oteiza: dibujos, estampas, palabras, esculturas, re¨²ne m¨¢s de medio centenar de dibujos y graf¨ªas del artista oriotarra, una veintena de esculturas, fotograf¨ªas, y palabras escritas de su pu?o y letra que ayudan a entender su universo personal y art¨ªstico. 'Deseo justificar la pobreza aparente de mi escultura/ me ha tocado servir al arte contempor¨¢neo en una fase / que deb¨ªa resultar experimentalmente minimal y conclusiva (...) Mi conclusi¨®n en 1958 fue con un espacio vac¨ªo puramente receptivo / que me dej¨® sin escultura en las manos / unos a?os despu¨¦s esto suced¨ªa visiblemente a muchos artistas, el arte contempor¨¢neo experimentalmente conclu¨ªa'.
En la exposici¨®n no hay alusiones al Oteiza cascarrabias, ni a su distanciamiento y posterior reconciliaci¨®n con el escultor Eduardo Chillida, ni a sus declaraciones siempre pol¨¦micas. 'Si a algunos les interesan mucho los gritos de Oteiza', se?ala Mara?a, 'a m¨ª me interesan m¨¢s sus silencios'. Y esta es una exposici¨®n de silencios, de arte ¨ªntimo y personal, una muestra que saca a la luz bocetos sobre los que el artista ha proyectado algunas de sus esculturas. Y refleja, en palabras de Mara?a, que Oteiza 'es una vuelta constante al origen, a la esencia del hombre'. Basta observar la serie de dibujos Para¨ªso, realizada por el artista en 1994 en un momento en el que trabajaba en la noci¨®n de originalidad. Retom¨® entonces y muestra ahora la imagen de Ad¨¢n y Eva, que ya medio siglo antes fue el motivo de una escultura premiada con el Concurso de Noveles en San Sebasti¨¢n.
La muestra, organizada por el Ayuntamiento de Anglet, exhibe tambi¨¦n obras recientes de Oteiza. El artista realiz¨® en 1999 las 19 creaciones de la serie Estampas para el libro Jorge Oteiza, la piedra acontecida, un conjunto de poemas escritos por Carlos Aurtenetxe y publicados por la editorial Bermingham. Un a?o despu¨¦s volvi¨® sobre ellas; en el momento de firmarlas decidi¨® recrear las creaciones geom¨¦tricas y darles un 'sesgo de humanidad y animaci¨®n', seg¨²n el comisario.
La Galer¨ªa Georges Pompidou refleja as¨ª la versatilidad del artista. Muestra esculturas como la Cabeza de Juan XXIII, Ejercicio de Piedad. Ascensi¨®n o Elogio del descontento, junto a fotograf¨ªas, reflexiones y obras po¨¦ticas de Oteiza. Por ejemplo, el original y el proceso de creaci¨®n del poema que dedic¨® a Albers, y escribi¨® inicialmente en una p¨¢gina de peri¨®dico durante un trayecto en coche de Madrid a Ir¨²n.
La exposici¨®n, inaugurada ayer por diferentes autoridades galas, se completa con la edici¨®n en franc¨¦s del Prop¨®sito Experimental, texto con el que Oteiza consigui¨® en 1957 el gran Premio de Escultura de la Bienal de Sao Paulo. Mara?a ha escrito adem¨¢s un peri¨®dico en franc¨¦s en el que explica al detalle el proceso de creaci¨®n de la obra de Oteiza.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.