Los atletas se rebelan

Varios de los mejores velocistas, saltadores y lanzadores del mundo se oponen al cambio de reglas que se pretende efectuar en el atletismo, donde los intereses televisivos comienzan a dictar las leyes. El consejo de la Federaci¨®n Internacional (IAAF) ha recomendado al congreso de dicho organismo que, a partir de enero de 2003, se establezcan nuevas normas relacionadas con las salidas falsas de los velocistas y el n¨²mero de intentos en los concursos. La intenci¨®n es recortar el tiempo de competici¨®n, exigencia de las televisiones para adecuar los horarios de transmisi¨®n a los m¨¢rgenes de mayor audiencias. Los atletas han expresado su contrariedad por lo que consideran un ataque al esp¨ªritu de la competici¨®n. Los estadounidenses Maurice Greene y Marion Jones, las dos grandes estrellas de las pruebas de velocidad, han encabezado la protesta con una petici¨®n por escrito para impedir el cambio de reglas.

El consejo de la IAAF, cuyas propuestas son generalmente aceptadas por el congreso, considera que la actual reglamentaci¨®n est¨¢ re?ida con los tiempos que corren. A d¨ªa de hoy, un atleta s¨®lo queda eliminado cuando comete dos salidas nulas. Habida cuenta que habitualmente compiten ocho atletas por carrera, las pruebas acostumbran a desbordar los horarios, con la irritaci¨®n consiguiente de las cadenas de televisi¨®n, que no est¨¢n dispuestas a aceptar m¨¢rgenes de transmisi¨®n de m¨¢s de tres horas. Los intereses televisivos pasan por competiciones muy comprimidas, de dos horas si fuera posible. Esto choca con las reglas actuales, no s¨®lo por lo que se refiere a las pruebas de velocidad, sino a los saltos y lanzamientos, que disponen de seis intentos.

Atendiendo a los criterios comerciales, la IAAF est¨¢ decidida a establecer una nueva norma en las pruebas de velocidad, aquellas comprendidas entre los 100 y 400 metros. La idea original sosten¨ªa la eliminaci¨®n de cualquier atleta que cometiera una salida falsa, experimento que se ha efectuado esta temporada en algunas competici¨®n. Uno de los mayores partidarios de esta posici¨®n ha sido el presidente de la Federaci¨®n Espa?ola, Jos¨¦ Mar¨ªa Odriozola. En su opini¨®n, detr¨¢s del juego de salidas falsas en las carreras cortas hay una voluntad de trampear con la competici¨®n. Sin embargo, el consejo de la IAAF prefiri¨® elegir una v¨ªa menos dr¨¢stica: el primer atleta que salga en falso no ser¨¢ excluido de la carrera, pero a partir de ese momento todas las salidas falsas ser¨¢n castigadas con la eliminaci¨®n, cualquiera que sea el atleta que cometa la infracci¨®n.

Los atletas consideran que el car¨¢cter de su especialidad es de tipo nervioso y que se puede llegar al caso de ver carreras con tres o cuatro eliminados, lo que supone un golpe muy duro para el espect¨¢culo. Habida cuenta que las pruebas de velocidad se ganan o se pierden por muy pocas cent¨¦simas, los atletas afirman que la tensi¨®n en la salida forma parte del juego de la velocidad, incluso si eso supone salidas nulas. Los velocistas agregan que las marcas saldr¨¢n da?adas, puesto que los grandes especialistas se volver¨¢n conservadores con respecto al disparo de arranque.

Esta temporada ya se ha experimentado con reglas tajantes de eliminaci¨®n, especialmente en competiciones de segundo nivel. El caso es que el nivel de las carreras cortas ha descendido radicalmente. Excepto en la reuni¨®n de Oslo, donde el estadounidense Tim Montgomery se aprovech¨® de un viento favorable de 2 m/s para correr los 100 metros en 9,84 segundos, s¨®lo Maurice Greene ha bajado de 10 segundos. La explicaci¨®n para este reflujo en las marcas quiz¨¢ est¨¦ relacionada con el efecto del a?o postol¨ªmpico. Pero tambi¨¦n con la influencia de las nuevas reglas sobre carreras tan explosivas.

Las protestas de las grandes estrellas caer¨¢n en el vac¨ªo. Saben que su oposici¨®n al nuevo sistema es testimonial, toda vez que son precisamente aquellos que promueven el cambio -las televisiones y las grandes firmas comerciales- los que patrocinan a los grandes millonarios de la velocidad. Es decir, a Maurice Greene y Marion Jones.