Los nacionalistas corsos exigen una amnist¨ªa para sus presos
El pasado fin de semana, en Corte, en el centro de C¨®rcega, se reunieron m¨¢s de 2.000 personas pr¨®ximas al independentismo -Indipendenza, el mayor de los partidos de esta corriente, cuenta con 800 militantes- para 'poner en el orden del d¨ªa la cuesti¨®n de la liberaci¨®n de todos los prisioneros pol¨ªticos corsos'. Para Jean-Guy Talamoni, parlamentario insular y portavoz pol¨ªtico del nacionalismo, 'el t¨¦rmino amnist¨ªa es la soluci¨®n t¨¦cnica que integra esa noci¨®n de liberaci¨®n'.
Dar tanto protagonismo a la suerte de las 43 personas en la actualidad encarceladas por distintos delitos -asesinatos, extorsi¨®n, tr¨¢ficos diversos, etc¨¦tera- cometidos en nombre de la 'patria corsa' equivale a amenazar con interrumpir el llamado 'proceso de paz de Matignon', iniciativa negociadora entre el Gobierno franc¨¦s y la totalidad de los diputados insulares que desemboc¨® en una serie de acuerdos sobre la capacidad legislativa de la asamblea regional, la ense?anza de la lengua corsa en la escuela, el mantenimiento de privilegios fiscales para la isla o la aplicaci¨®n espec¨ªfica de la ley de costas en C¨®rcega.
Si un portavoz del Gobierno se ha apresurado a decir que 'no hay chantaje por parte de los nacionalistas, pues no se ha roto el proceso de Matignon', para el Movimiento de los Ciudadanos (MDC), de Jean-Pierre Chev¨¨nement, 'el chantaje de los nacionalistas sobre la cuesti¨®n de la amnist¨ªa demuestra que el Gobierno se ha dejado llevar a una encerrona'. Las filas del gaullista Reuni¨®n para la Rep¨²blica (RPR) exultan: '?ste es el punto final del proceso de Matignon' o, lo que es lo mismo, el primer ministro Lionel Jospin, a pesar de las concesiones, ha fracasado porque no se puede negociar con el muy dividido y poco fiable mundo nacionalista.
Renunciar a la violencia
Lo cierto es que el nacionalismo corso, por boca de Talamoni, se comprometi¨® a finales de 1999 a renunciar a todo acto violento para dejar que fuese la pol¨ªtica la que tomase el relevo. A finales del a?o 2000 empezaron de nuevo las explosiones contra instalaciones del Estado en la isla -oficinas de Hacienda, comisar¨ªas-, se produjo el asesinato no reivindicado de un periodista la primavera pasada y hace una semana Talamoni y una antigua l¨ªder nacionalista recibieron paquetes bomba al tiempo que se produc¨ªan varios atentados contra bienes del Estado.
Nadie sabe qui¨¦n est¨¢ detr¨¢s del recrudecimiento de la violencia, aunque muchos sospechan de Fran?ois Santoni, condenado por extorsi¨®n, jefe de la agrupaci¨®n nacionalista Cuncolta hasta bien entrados los a?os noventa y cerebro en la sombra de una misteriosa Armata Corsa. En cualquier caso, como cada vez que se aproximan elecciones importantes, el independentismo corso adopta actitudes radicales que s¨®lo pueden favorecer a los candidatos m¨¢s conservadores.
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