Soria tampoco existe
El d¨ªa 24 de julio me dirig¨ª a una agencia de viajes con la intenci¨®n de conseguir un billete para Soria. La se?orita que me atendi¨® me inform¨® que Soria, inexplicablemente, no aparec¨ªa en su ordenador. Me envi¨® a la calle de Alcal¨¢, 40, donde hab¨ªa una oficina de Renfe. Despu¨¦s de guardar mi turno durante aproximadamente media hora, amablemente me explican que a Soria s¨®lo van trenes regionales y que los billetes se consiguen en la propia estaci¨®n. Me dirijo entonces a la estaci¨®n de Atocha y all¨ª recojo mi n¨²mero de turno (A 577 y la pantalla indica el A 452). Despu¨¦s de m¨¢s de una hora de espera la persona de la ventanilla me aclara que estos billetes se venden en Chamart¨ªn y nunca por adelantado (lectura que se saca de esto: si el tren va lleno vuelva otro d¨ªa o la semana que viene).
Estamos en el siglo XXI y desde Madrid, capital de Espa?a, probablemente es m¨¢s f¨¢cil llegar a Ulan-Bator que a Soria.
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