Szabo gana el oro, no el perd¨®n de Szekely
Las rumanas comparten sin reconciliarse el ¨¦xito en los 1.500; Natalia Rodr¨ªguez, sexta
Ha pasado media hora desde que termin¨® la final de 1.500 femeninos. Son las cuatro de la ma?ana en Espa?a y Natalia Rodr¨ªguez no para de hablar por tel¨¦fono. Est¨¢ en la carpa en las afueras del estadio donde los atletas dejan su ch¨¢ndal y su mochila, junto a la zona mixta. 'Est¨¢ hablando con su novio', dice su entrenador, Miguel Escalona. Por fin, Natalia, una brillante sexta, cuelga el tel¨¦fono. 'Estoy nervios¨ªsima, m¨¢s nerviosa todav¨ªa que antes de empezar la carrera', dice, los ojos brillantes de emoci¨®n. Escalona tambi¨¦n est¨¢ nervioso. Han sido nueve a?os de trabajo cotidiano desde que Natalia, diminuta corredora de 13 a?os, cayera en sus manos, all¨ª, en Tarragona.
Si algo distingue a Natalia, aparte de sus tobillos, es su cabeza. Su control de la carrera tambi¨¦n. As¨ª describe su final de 1.500, su primera gran final, un nivel que no esperaba alcanzar despu¨¦s del gran fiasco de Sydney, donde no pas¨® de la segunda serie: 'He salido controlando el ritmo y siguiendo a las favoritas para no perder contacto, pero tambi¨¦n para no quedarme sin fuerzas y desfondarme. He ido ahorrando algo y he hecho el ¨²ltimo 400 a tope'.
Natalia iba tan centrada en su carrera que no vio, delante de ella, el gran duelo del d¨ªa, la pelea entre las dos rumanas enemigas encarnizadas, Gabriela Szabo, la fina y diminuta rubia, y Violeta Szekely, la potente corredora. El duelo del morbo. Hace unos a?os Szabo se ensa?¨® con su compatriota, que hab¨ªa dado positivo en un control antidopaje. Despu¨¦s, cuando volvi¨® tras la suspensi¨®n, Szabo continu¨® arremetiendo, diciendo que no la ten¨ªa que dejar correr por fea. Szekely le plante¨® una querella en los tribunales y la desafi¨® en la pista. Con m¨¢s facilidad de la esperada, y un potente cambio de ritmo en la ¨²ltima curva, a 150 metros, la rubita se deshizo de la potente, que se llev¨® la plata. La rusa Natalia Gorelova, que marc¨® el ritmo de la carrera desde la segunda vuelta, fue bronce. La otra espa?ola, Nuria Fern¨¢ndez, de Torrej¨®n de Ardoz, no se hab¨ªa recuperado bien de las dos series anteriores y termin¨® ¨²ltima.
Terminada la carrera, Szabo cogi¨® una bandera rumana e invit¨® a Szekely, antes Beclea, a unirse a ella en la vuelta de honor. La plata dud¨®, pero acab¨® dando la vuelta. 'Era importante demostrar al pueblo rumano que estamos intentando hacer las paces', dijo Szabo, que buscaba disculparse ante su compatriota.
?sta, sin embargo, es dura de pelar. 'Felicito a Gabriela por su victoria, pero eso no quiere decir que la perdone por todo lo que me ha hecho', dijo.
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