Obras de excepcional importancia
Ante un robo de obras de arte de esta naturaleza -cuadros importantes, conocidos y catalogados, y, por tanto, invendibles en el mercado regular, y, en cualquier caso, estigmatizados para siempre-, se sospecha que el m¨®vil sea otro que el del mero latrocinio con la finalidad de introducir de nuevo lo robado en el comercio, como no sea sorprendiendo a inexpertos. La ansiedad que genera el delito tiene en este caso m¨¢s que ver con el da?o o la destrucci¨®n hipot¨¦ticos que puedan sufrir las obras que con su desaparici¨®n en s¨ª, ya que ¨¦sta, por fuerza, tiene que ser temporal. Sea como sea, entre las obras robadas, hay algunas de excepcional importancia, como, sobre todo, los dos Goyas -La ca¨ªda del burro y El columpio- y tambi¨¦n habr¨ªa que calificar un poco as¨ª a Las tentaciones de San Antonio, de Brueghel. El paisaje de Eragny, de Camille Pissarro, una de las figuras claves del impresionismo, es tambi¨¦n un cuadro de enorme inter¨¦s. Las dos obras del japon¨¦s, afincado en Par¨ªs, Foujita, un artista lleno de encanto, aportan un elemento ex¨®tico en el coleccionismo privado espa?ol. De todas formas, lo m¨¢s estimable, cuantitativa y cualitativamente, entre lo robado es, al margen de lo ya dicho sobre Goya, lo que se refiere al arte espa?ol entre la segunda mitad del siglo XIX y la primera del XX: un paisaje italiano del virtuoso Francisco Pradilla; tres obras de los que podemos considerar como tres figuras emblem¨¢ticas del arranque del siglo XX, como son Joaqu¨ªn Sorolla, Anglada Camarasa y Nonell; y, para redondear la p¨¦rdida, un Juan Gris, junto con Picasso, su fundador, uno de los personajes claves en el desarrollo del cubismo. ?C¨®mo evaluar en t¨¦rminos econ¨®micos lo robado? Es dif¨ªcil y aleatorio hacerlo as¨ª, sin constataci¨®n directa de lo que dicta el mercado, pero vaya por delante que estamos ante una cifra que supera con creces los mil millones de pesetas.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.