Los j¨®venes bomba de la causa palestina
El retrato robot se repite: un joven soltero, de unos veinte a?os, familia modesta, buen hijo y respetuoso del islam. El ritual tambi¨¦n es similar: un d¨ªa desaparece; deja su habitaci¨®n recogida, y, tal vez, una carta de despedida para sus padres. Ha entrado en capilla. En pocas horas llevar¨¢ a cabo un atentado suicida.
Se ha preparado durante meses estudiando el islam y analizando los problemas pol¨ªticos de su pueblo, el palestino, por cuya liberaci¨®n se muestra dispuesto a dar la vida. Porque ante todo es un voluntario. S¨®lo uno o dos d¨ªas antes conocer¨¢ su objetivo y el momento elegido para el ataque. Entonces, se aisla. Reza y, a menudo, graba un v¨ªdeo para mayor gloria de la causa.
Yihad Isl¨¢mica y Ham¨¢s, las dos organizaciones palestinas que apadrinan a estos suicidas, conceden una gran importancia al efecto medi¨¢tico de sus acciones. Estudian el momento y el lugar para obtener el mayor impacto en la opini¨®n p¨²blica. Seg¨²n los analistas, los ataques se planean de forma meticulosa, como si se tratara de operaciones militates. Se cuida cada detalle, desde la elecci¨®n del objetivo hasta la reivindicaci¨®n de la acci¨®n, normalmente a trav¨¦s de ese v¨ªdeo en el que el autor del atentado explica su decisi¨®n y su pertenencia a uno o a otro grupo.
Poco despu¨¦s, su familia se entera de que se ha convertido en un shahid, un m¨¢rtir. El dolor por la p¨¦rdida del hijo se entremezcla con el orgullo por su valent¨ªa y su desprendimiento al entregar su vida por la liberaci¨®n de su pueblo. A falta de mejores armas, se habr¨¢ inmolado llev¨¢ndose consigo la vida de un pu?ado de ciudadanos israel¨ªes.
?Qu¨¦ impulsa al suicida?
?Qu¨¦ impulsa a un veintea?ero a enrollarse un cintur¨®n de explosivos al cuerpo y hacerse volar por los aires? La respuesta f¨¢cil es fanatismo. A menudo se insiste en el t¨®pico de las hur¨ªes, las 70 v¨ªrgenes que seg¨²n la tradici¨®n isl¨¢mica esperan en el para¨ªso a los buenos musulmanes. Y el suicida no es tal sino un m¨¢rtir que entrega su vida por una causa del islam, a quien por lo tanto se le perdonar¨¢n sus pecados y tendr¨¢ un lugar reservado junto a Dios.
No cabe duda de que el fervor religioso tiene una gran importancia en la decisi¨®n de los j¨®venes bomba, pero cuando la mayor¨ªa de los chicos de su edad, en Logro?o, Montpelier o Alejandr¨ªa, s¨®lo piensa en encontrar un trabajo, echarse novia y divertirse, algo fundamental debe fallar para que cada vez sean m¨¢s los muchachos palestinos que se ofrecen voluntarios para morir por un Estado palestino. El aumento de reclutas tras cada nuevo asesinato selectivo obliga a dirigir la mirada al odio, el resentimiento y la desesperaci¨®n que el bloqueo pol¨ªtico ha sembrado en sus corazones. Tal como se preguntaba Nafez Azzam, un responsable pol¨ªtico de Yihad Isl¨¢mica en Gaza, ?qu¨¦ puede esperar Israel de un pueblo al que bombardea y mata de hambre?
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.