Una guitarra genial en un festival en el que domina el baile

El baile tiene en esta edici¨®n del Festival del Cante de las Minas una clara prioridad. Hay baile en todos los programas menos uno, y adem¨¢s el artista homenajeado es el bailaor Mario Maya, a quien el domingo se le ofreci¨® el acto de honor institucional en el Ayuntamiento.

Lamentablemente, no todo el baile que estamos viendo tiene la calidad deseable. Lo de Rafael Amargo se convierte ocasionalmente en una desgracia. Baile acelerado, gestero, repleto de tics, de t¨®picos, de ocurrencias dif¨ªciles de calificar. Con un grupo exclusivamente a su servicio, en el que s¨®lo destaca una cantaora.

El d¨ªa anterior el baile tuvo mucha mayor dignidad, aunque no nos complaciera totalmente. El Ballet Espa?ol de Murcia, que dirigen las hermanas Carmen y Matilde Rubio, puso su nuevo espect¨¢culo, A tiempo de fuego, con m¨²sica excelente de Carlos Pi?ana, muy r¨ªtmica y con las portentosas percusiones del cubano L¨¢zaro.

El baile nos decepcion¨®, aunque reconociendo que hay mucho trabajo en ¨¦l y que el escenario del festival lo limitaba demasiado.

Fue un baile colectivo, con todas las bailaoras haci¨¦ndolo al un¨ªsono, como si fueran una sola persona, con lo que se rebaja sustancialmente el list¨®n de la creatividad, que esta formaci¨®n tiene acreditada de ocasiones anteriores.

Evidentemente, este Ballet Espa?ol de Murcia tiene una gran preparaci¨®n t¨¦cnica y capacidad para dar a sus coreograf¨ªas un inter¨¦s expositivo muy superior al de la obra que comentamos.

El mismo d¨ªa o¨ªmos a Vicente Amigo, quien en 1988 gan¨® aqu¨ª, en La Uni¨®n, el Bord¨®n de Oro, cuando a¨²n acompa?aba a El Pele. Aquel premio fue uno de los puntos de partida de su espectacular carrera como concertista. Lo hemos vuelto a o¨ªr en un concierto basado en su disco Ciudad de las ideas. Concierto esplendoroso, magistral, uno de los mejores que le hemos o¨ªdo nunca. No s¨®lo es la belleza de su m¨²sica, que a veces nos sorprende con un bolero que podr¨ªa parecernos convencional si no llevara la impronta creativa de su autor. Es tambi¨¦n la forma de interpretar de Vicente Amigo, con su poder¨ªo de pulsaci¨®n, su limpieza, el sonido grave, c¨¢lido y rico que nos traspasa emociones y sentimientos, neg¨¢ndonos toda posibilidad de indiferencia. Tambi¨¦n cante, y de calidad.

La voz espl¨¦ndida de Carmen Grilo, jerezana jovenc¨ªsima -18 a?os reci¨¦n cum-plidos-, que lo canta todo y casi todo bien, lo que nos hace esperar grandes cosas de ella. El flamenco est¨¢ necesitado de nuevas voces y las femeninas no abundan precisamente. A Carmen Grilo le falta ese grado de madurez que dan los a?os y el ir trabajando d¨ªa a d¨ªa el cante en matices y jondura, pero conoce todos los estilos. No me gustaron sus soleares, lentas y con unos giros que sonaron extra?os, pero en el resto Carmen Grilo demostr¨® una solvencia interpretativa considerable.