Un tercio de empleados temporales ocupan siempre el mismo puesto
El 40% de los contratos no fijos rozan el fraude, seg¨²n CC OO
'Muchas empresas cubren con empleos temporales trabajos estructurales que deber¨ªan cubrirse con contrataciones fijas', indica Mar¨ªa Mar¨ªn, responsable de contrataci¨®n e inspecci¨®n del sindicato. Los m¨¢s afectados por este tipo de contratos son los j¨®venes. El 65% de la tasa de temporalidad catalana para el a?o 2000 afect¨® a trabajadores de entre 16 y 24 a?os; este porcentaje supone 2,5 veces la tasa media de contratos temporales en Catalu?a (26%). Aunque la cifra ha disminuido 10 puntos en los ¨²ltimos tres a?os, los sindicatos consideran que esta reducci¨®n es insuficiente. La Inspecci¨®n Provincial del Ministerio de Trabajo se neg¨® a proporcionar datos oficiales sobre el n¨²mero de inspecciones que realiza en Catalu?a, as¨ª como cuantificar la dimensi¨®n del fraude existente en las contrataciones temporales.
Casi la mitad de las consultas atendidas por Acci¨® Jove, una secci¨®n de CC OO que se puso en marcha hace tres meses, se refieren a contrataciones supuestamente fraudulentas derivadas de contratos temporales. Mar, una joven que prefiere no revelar su apellido, trabajaba en una empresa de reparto de correspondencia. Cuando se le termin¨® el contrato, en vez de prorrogarle el que ten¨ªa, la empresa le hizo uno nuevo. As¨ª estuvo tres a?os y seis meses. Despu¨¦s la despidieron alegando que hab¨ªa deca¨ªdo la actividad de la empresa.
El abuso m¨¢s frecuente se produce por el encadenamiento de sucesivos contratos eventuales. Este tipo de contrato debe atender circunstancias especiales de la producci¨®n. Como norma general, puede durar hasta seis meses en un a?o. Esos seis meses pueden ser la suma de diferentes contratos temporales con la misma empresa. Adem¨¢s, en algunos sectores como el tur¨ªstico, donde hay una elevada estacionalidad, los convenios colectivos permiten ampliar el periodo de contrataci¨®n temporal.
'Yo no sab¨ªa bien lo que era legal y lo que no', comenta Helga, una estudiante de psicolog¨ªa que trabaj¨® tres a?os en una empresa de telemarketing. 'Cuando supe mis derechos y pude encontrar otra cosa, me fui'. Helga trabajaba 40 horas semanales. Su contrato no inclu¨ªa la fecha de finalizaci¨®n y el salario se le calculaba por horas. 'Nunca sab¨ªa cu¨¢nto iba a cobrar. Un mes eran 100.000 y otros 110.000 pesetas. Adem¨¢s, siempre te calculaban menos horas de las que trabajabas y ten¨ªas que ir y reclamar'. La mayor parte de los que trabajaban con Helga eran universitarios de entre 25 y 30 a?os.
Estudiantes
Seg¨²n un estudio proporcionado por la Secretar¨ªa General de Juventud de la Generalitat, muchos de estos contratos se hacen a estudiantes. Otro de los contratos temporales m¨¢s frecuentes es el de interinidad. Se usa cuando la empresa debe sustituir a un trabajador por un tiempo determinado, como por ejemplo, cuando hay una baja por maternidad. Cuando vuelve el titular del puesto, si la empresa desea que el trabajador sustituto se quede en otro puesto debe hacerle un contrato indefinido. El tercer tipo de contrato temporal m¨¢s com¨²n es el de obras y servicios determinados. Se supone que se emplea al trabajador por el tiempo que dura una obra y que se termina al finalizar el trabajo. Es ilegal que la persona realice cualquier otra tarea que no sea aquella para la que fue contratada.
S. M. trabaj¨® durante dos a?os como monitora en comedores de una escuela. Cada a?o firmaba un contrato nuevo. Termin¨® por cambiarse de empresa. 'Yo creo que en el caso de los monitores no deber¨ªan firmarse contratos de obras y servicios, sino contratos indefinidos. Por m¨¢s que cada curso dure un tiempo determinado, nosotros volvemos cada a?o', dice.
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