BCN. Sus playas. Sus vinos. Su 'pidgin'
Una lengua ampl¨ªa una calle. Hola. Soy yo y compagino ese hecho con el de estar en las Ramblas. Desde hace unas semanas en las Ramblas se puede observar un fen¨®meno llamativo. Se trata del desembarco de putas africanas. Nadie sabe de d¨®nde son. No pueden ser nigerianas. Con el nuevo convenio de inmigraci¨®n con Nigeria, ser¨ªan expulsadas. Por eso mismo, no hablan ingl¨¦s, esa lengua que se habla en Nigeria y por la que se te puede identificar como nigeriano y, ?aca, echarte fuera. Aunque no hablar ingl¨¦s tampoco es garant¨ªa para no ser expulsado como nigeriano. De hecho, hay sospechas no verificadas de que se est¨¢n expulsando africanos franc¨®fonos como nigerianos. Es decir, de que el convenio con Nigeria pueda servir como recurso para expulsar negros a bulto / como bultos, indistintamente de cual sea su pa¨ªs / su lengua. Bueno. Las chicas no-nigerianas de las Ramblas caminan por parejas vestidas con prendas de la prestigiosa marca Dosstallasmenoss. Le est¨¢n pegando un tute a la disciplina de la prostituci¨®n out-door barcelonesa. a) Sonr¨ªen, b) buscan palique y c) pasean por toda las Ramblas, abandonando la zona preestablecida para ese deporte desde hace quinquenios. Las consecuencias de abandonar una zona preestablecida son insospechables. Quiz¨¢ con la conquista de zonas no preestablecidas y utilizando para ello una sonrisa, estas chicas est¨¢n realizando una funci¨®n que al F¨°rum 2004 ese le costar¨¢ chorrocientosmil millones y, adem¨¢s, no realizar¨¢. Parad¨®jicamente, y me juego una copa, para el 2004 estas se?oritas no estar¨¢n aqu¨ª. Habr¨¢n sido expulsadas a Nigeria o a la Nigeria que este pa¨ªs lleva dentro. En otro orden de cosas, otra originalidad del colectivo es que van y te hablan pidgin.
La literatura anglosajona llama 'pidgin' al ingl¨¦s de muchos pa¨ªses tropicales
- ?Pero hubo alguna vez 11.000 'pidgins'? Hay muchas lenguas pidgin en el mundo. La literatura anglosajona llama pidgin, a pelo y con un par, a las literaturas en ingl¨¦s aut¨®ctono de muchos pa¨ªses tropicales. La lengua de las islas Reuni¨®n -una mezcla de franc¨¦s, portugu¨¦s y holand¨¦s, con gram¨¢tica swahili-, es un pidgin. El spanglish puede ser un pidgin. En Filipinas hay un pidgin castellano -el chabacano-, y en Guinea Ecuatorial hay o hubo otro, el pichi, ese idioma que castiga -lo siento, estaba a huevo. Un pidgin es, de hecho, una lengua con la que una comunidad ling¨¹¨ªstica socialmente marginada realiza sus relaciones comerciales con otra comunidad ling¨¹¨ªstica que corta el bacalao. Eso es exactamente lo que sucede en las Ramblas. Una lengua pidgin suele durar una generaci¨®n. La generaci¨®n posterior habla el idioma de la comunidad preponderante. O intensifica un proceso de criollizaci¨®n de la lengua que convierte al pidgin en un idioma. Avel.lina Su?er, titular de lengua castellana en la Universitat de Girona, me explica una met¨¢fora que narra la belleza y, posiblemente, la tristeza c¨®smica del pidgin. No se lo pierdan.
- Madre, qu¨¦ ser¨¢ lo que tiene el 'pidgin'. La historia empieza con un se?or italiano, de los Abruzzi, que emigra a Argentina. Se busca la vida, pim-pam, y escribe a su novia italiana para que se vaya a Am¨¦rica, se casen y la l¨ªen. La novia est¨¢ en eso cuando los aliados van y la bombardean. Una viga cae sobre la novia, le parte la femoral y muere rodeada por su familia, que la mira. El padre de la chica considera que ha dado su palabra al emigrante argentino. Y que le debe una hija. As¨ª que env¨ªa a Argentina a su otra hija, enamorada de otro hombre. La hermana de la novia muerta funda a contrapelo una familia en la Argentina con quien deber¨ªa de haber sido su cu?ado. La mujer, cuando lleg¨® a su nuevo pa¨ªs, empez¨® a hablar un cocoliche. El cocoliche era un pidgin con el que la emigraci¨®n italiana en la Argentina se entend¨ªa con la poblaci¨®n castellano-hablante. Hab¨ªa tantos cocoliches como dialectos italianos de origen y grados de integraci¨®n de los emigrantes italianos. Con el tiempo, los cocoliches acabaron disueltos en el lunfardo, ese registro macarra en el que se confeccionan tangos. La mujer a¨²n vive. Su originalidad ling¨¹¨ªstica es que jam¨¢s ha hablado castellano. En la actualidad, habla un cocoliche que s¨®lo entienden sus hijos, posiblemente la ¨²nica comunidad de hablantes que despierta inter¨¦s en esa mujer. De esta historia se desprende que un pidgin puede ser un momento m¨¢s o menos dram¨¢tico de cambio de lengua. Pero tambi¨¦n, una perpetuaci¨®n dram¨¢tica de una marginaci¨®n, elegida -caso de la se?ora de los Abruzzi- o, m¨¢s com¨²nmente, encontrada. Ignoro cu¨¢l ser¨¢ el futuro de las chicas de las Ramblas. Si dentro de unos a?os hablan pidgin, un nuevo idioma, o una lengua latina, significar¨¢ que la vida les ha ido de una forma u otra. Y que esta sociedad es m¨¢s abierta o menos abierta y m¨¢s capaz o menos capaz de ofrecer a un hablante de pidgin m¨¢s palabras de las que fluyen en una relaci¨®n comercial. Ma?ana les hablo de una lengua de 4.000 hablantes que se habla aqu¨ª al lado.
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