El ¨²ltimo l¨ªo de Martina
La suiza Hingis siembra la pol¨¦mica al afirmar que las hermanas Williams obtienen beneficios extras por su raza
Su partido inicial en el Open de Estados Unidos, ante la estadounidense Laura Granville, concluy¨® con rapidez (6-2 y 6-0). Pero la suiza Martina Hingis tuvo que invertir mucho m¨¢s tiempo para restar las m¨²ltiples bolas que le lanzaron los periodistas en su conferencia de prensa posterior. Hab¨ªa un motivo. La tenista n¨²mero uno del mundo ha realizado unas declaraciones a la revista Time en las que asegura que las hermanas Venus y Serena Williams est¨¢n sacando un rendimiento extra, econ¨®mico y social, al hecho de ser negras.
La verdad es que cuesta entender este tipo de afirmaciones en un pa¨ªs como Estados Unidos, en el que ser negro no suele suponer precisamente un beneficio. Pero Hingis decidi¨® abrir la caja de los truenos y volvi¨® a poner en el candelero el tema del racismo. 'A menudo', coment¨® a la mencionada publicaci¨®n, 'las Williams tienen patrocinadores simplemente porque son negras. Tambi¨¦n tienen numerosas ventajas a?adidas porque resuelven cualquier cosa [negativa] que les ocurra afirmando que se trata de racismo. Por tanto, creo que ser negras les ayuda'.
Todav¨ªa con 20 a?os de edad -cumplir¨¢ los 21 el pr¨®ximo 30 de septiembre-, Hingis tuvo que reconocer ayer que esas declaraciones suyas no son pol¨ªticamente correctas. Pero se pregunt¨®: '?Es tan grave decir eso?'. 'Si he molestado a alguien, lo siento. Pero as¨ª es como pienso en estos momentos', a?adi¨® de forma retadora. 'No conozco todas las leyes y las reglas por las que se rige este pa¨ªs [Estados Unidos]. Nadie puede esperar algo semejante de m¨ª', se excus¨® luego.
Aunque ayer Serena no quiso entrar al trapo y se limit¨® a ironizar con las manifestaciones de Hingins, es probable que de inmediato se produzca una fulminante reacci¨®n por parte del padre de las Williams, Richard.
'S¨ª, vi el art¨ªculo', reconoci¨® Serena, 'pero no acostumbro a leer la prensa. S¨®lo me fijo en las fotograf¨ªas. Y creo que la de la portada era muy bonita. Me gusta que mi pelo aparezca tan aerodin¨¢mico'. 'Creo que es, simplemente, una cuesti¨®n de actitudes y algunas est¨¢n cambiando ah¨ª fuera. Pero eso s¨®lo nos beneficia a todos: hay m¨¢s gente pendiente del tenis femenino y de otros deportes', agreg¨® en relaci¨®n con la presencia de negros en las competiciones.
No es ¨¦sta la primera trifulca que se produce entre la familia Williams y las restantes jugadoras del circuito. Cuando entraron con fuerza en ¨¦l, en 1997, algunas tan poco dudosas como las norteamericanas Lindsay Davenport o M¨®nica Seles, de origen serbio, las criticaron por su postura altiva y ego¨ªsta. 'Ni siquiera responden a los saludos', afirmaron. Despu¨¦s, la rumana Irina Spirlea fue calificada de 'pavo blanco, alto, feo y grande' por Richard cuando choc¨® con Venus Williams al no cederle el paso en un intercambio en las semifinales del Open estadounidense de 1997.
Sin embargo, el principal problema de Hingis y algunas otras jugadoras del tour con las Williams va ahora por otros derroteros. Es s¨®lo deportivo. Ellas han cambiado el juego y han ganado cuatro t¨ªtulos del Grand Slam desde septiembre de 1999. Mientras tanto, Hingis no logra un grande desde enero de 2000. ?sa es la cuesti¨®n. Nadie sabe exactamente c¨®mo ganarlas.
Primera ronda:
Hombres: Delgado (Par.)-D¨ªaz: 4-6, 6-3, 6-4 y 6-3. Bjorkman (Sue)-Balcells: 7-6 (7-3), 6-2 y 6-2. Johansson (Sue.)-Puentes: 6-1, 6-2 y 6-2.
Mujeres: Vavrinec (Sui.)- Torrens-Valero: 2-6, 6-1 y 6-1. Bes-Serna: 6-3 y 6-1. Tulyaganova (Uzb.)-Marrero: 6-1 y 6-4. Nejedly (Can.)- Medina: 6-2 y 6-1.
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