La vuelta al mundo
No hace tantos a?os, con la llegada del buen tiempo, la gente sol¨ªa contentarse con cambiar un poco de aires e ir en busca de aire fresco a alg¨²n pueblo de costa o de monta?a. Mucho equipaje y mucho ajetreo para recorrer tan s¨®lo unos pocos kil¨®metros es instalarse en el estado de ¨¢nimo de los llamados veraneantes. Ahora, sin embargo, vivimos tiempos de fiebre viajera y en el verano son muchos los que se lanzan al m¨¢s dif¨ªcil todav¨ªa. Los viajes ex¨®ticos, por supuesto, priman sobre los de recorrido europeo, y no hace falta decir que un equipo de explorador, de esos de color caqui y con muchos bolsillos, comprado en Coronel Tapioca farda mucho m¨¢s que un vulgar uniforme de pardillo viajero de segunda clase. Tambi¨¦n los viajes tienen su est¨¦tica, por supuesto, y sus peligros. Si a?adimos a cualquier escapada unas dosis de incertidumbre y un mucho de aventura, pues mejor que mejor. 'Aceite en una l¨¢mpara', que dir¨ªa mi primo de Vic. La prisa, sin embargo, ese vicio nefasto de la civilizaci¨®n, amenaza con echarlo todo a perder, ya que son muchos los que creen que lo que cuenta a la hora de viajar es ir lo m¨¢s lejos posible y volver con unas diapositivas llenas de exotismo (y con el menda saludando en primer plano), pero se olvidan por el camino de que lo bueno de los viajes, como dec¨ªa el gran Kavafis, no est¨¢ en llegar, sino en la experiencia que recoges por el camino. Ulises tard¨® unos cuantos a?os en volver a casa mientras se daba un garbeo por el Mediterr¨¢neo, y su viaje dio bastante de s¨ª. L¨¦ase si no la Odisea. Marco Polo tampoco se lo mont¨® mal, Col¨®n no digamos, pero hay que reconocer que el primero que consigui¨® dar una vuelta al mundo fue el vasco Juan Sebasti¨¢n Elcano. Lo redonde¨® en 1522, cuatro a?os despu¨¦s de haber zarpado de Espa?a. Un r¨¦cord discreto, en lo que a tiempo se refiere. Julio Verne dio dimensi¨®n literaria al tema y estableci¨® un r¨¦cord m¨ªtico en 80 d¨ªas. En los ¨²ltimos tiempos, sin embargo, parece que lo de dar la vuelta al mundo es algo as¨ª como pan comido. Lo han hecho en globo aerost¨¢tico, y en las regatas Vend¨¦e Globe y The Race. Entre otros muchos vueltamunderos, una familia vasca decidi¨® batir el r¨¦cord negativo de Elcano; se lo tom¨® sin prisa y tard¨® 17 a?os en volver a casa. Fue algo as¨ª como el antirr¨¦cord, pero al menos les ha dado para vivirlo a fondo y para contarlo en un libro publicado por Debate.
La vuelta al mundo siguiendo el paralelo de Barcelona. ?Lo ha hecho alguien? Hay un libro, pero...
Todo este rollo sobre los viajes y la vuelta al mundo viene a cuento a partir de un libro que me regal¨® el otro d¨ªa un buen amigo. Lo public¨® la editorial Aym¨¤ en 1957 y su t¨ªtulo era prometedor: Viatge al voltant del m¨®n, seguint el paral.lel de Barcelona. Lo firma Agust¨ª Duran i Sanpere. Dado que en la literatura catalana de hace a?os no abundan los libros de viajes (Sagarra, Rubi¨® i Tudur¨ª, Aurora Bertrana, Al¨ª Bei y pocos m¨¢s), pens¨¦ que era un libro que tener en cuenta.
Seg¨²n el Nou diccionari de la literatura catalana, de Edicions 62, Agust¨ª Duran i Sanpere naci¨® en Cervera en 1887 y muri¨® en Barcelona en 1975. Fue historiador, archivero y arque¨®logo. Hizo excavaciones en el subsuelo de Barcelona, se ocup¨® de archivos y hemerotecas y escribi¨® un libro b¨¢sico para la historia de Barcelona, Barcelona i la seva hist¨°ria. Ahora bien, en el diccionario no se menciona para nada su pasi¨®n viajera. Sorpresas te da la vida, que dicen.
Lo de dar la vuelta al mundo siguiendo un paralelo es sin duda una buena idea. Los viajes, al planearlos, ganan mucho si tienen un gui¨®n previo. Un viaje a Tanzania puede ser un buen viaje, seguro, pero si uno se propone moverse por el paralelo el reto sube de categor¨ªa. En Inglaterra, un ex miembro de Monty Python, Michael Palin, lleva haciendo viajes de este tipo, con un plus a?adido, desde hace a?os. Lo cuenta en sus libros Full circle, Pole to Pole y Around the world in eighty days. Y el hombre sigue viajando, siempre con un gui¨®n detr¨¢s con suficiente gancho. Lo ¨²ltimo que ha hecho, si no me equivoco, es seguir el rastro de otro escritor viajero por excelencia, Ernest Hemingway. Palin viaja, lo cuenta y le pagan muy bien por ello. Excelente.
Ahora bien, el libro de Duran i Sanpere promet¨ªa algo mucho mejor. Primero, porque lo hab¨ªa hecho antes que nadie; segundo, porque ¨¦l era un hombre de una gran cultura. Su ruta es sin duda tentadora. Empieza en Barcelona, sigue hasta el monasterio de Poblet, se dirige a Arag¨®n por los Monegros y hace un alto en el monasterio de Piedra. Despu¨¦s, contin¨²a por tierras de Castilla y llega a Portugal para hacer un alto en Oporto. A continuaci¨®n empieza lo fuerte: traves¨ªa del Atl¨¢ntico, un alto en las Azores y una parada en Nueva York. Siguen Chicago, San Francisco, Honolulu y Jap¨®n, lo que no est¨¢ pero que nada mal. Siempre siguiendo el paralelo de Barcelona, vienen la China, la m¨ªtica Samarkanda, Estambul, el Adri¨¢tico, Albania y Barcelona.
?La vuelta al mundo en 14 cap¨ªtulos! Apasionante. L¨¢stima que, ya en el mismo pr¨®logo, Duran i Sanpere advierta que un viaje como ¨¦ste tiene que realizarse 'sin fatiga' y 'en condiciones inmejorables'. 'Diguem-ho tot d'una vegada', aclara, 'es tracta d'un viatge imaginari al voltant del m¨®n'. Un viaje imaginario, acab¨¢ramos. Confieso que cuando le¨ª estas l¨ªneas sent¨ª una decepci¨®n, aunque luego pens¨¦ que, en el fondo, Duran i Sanpere no hac¨ªa m¨¢s que cumplir el viejo dicho zen que se?ala que 'por muy lejos que vayas, todo viaje acaba siendo un viaje interior'. As¨ª pues, nos toca dar de baja a Duran i Sanpere de la lista de grandes viajeros catalanes, pero queda el consuelo de ponerlo en la lista de candidatos a maestro zen por haber escrito su particular Volta al m¨®n (sense cansar-se). En el fondo, el hombre sab¨ªa muy bien lo que hac¨ªa. ?O no? M¨¢s barato seguro que era. Y menos cansado.
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