Clos nombr¨® a Caminal para recompensar el decisivo apoyo de Jordi Pujol al F¨°rum 2004

?C¨®mo surgi¨® en el F¨°rum 2004 la propuesta de que Josep Caminal, militante de Converg¨¨ncia, fuera nombrado consejero delegado en sustituci¨®n de Jaume Sodupe cuando no hab¨ªa ninguna causa urgente para precipitar esa sucesi¨®n? Joaquim Triad¨², consejero de Presidencia y vicepresidente del F¨°rum entre febrero de 2000 y marzo pasado, fue una de las personas que mayor inter¨¦s puso en Caminal, propuesto anteriormente por el Ayuntamiento para superar la desconfianza en el proyecto de Sodupe. Otras fuentes de CiU apuntan al consejero de Cultura, Jordi Vilajoana, como inductor del nombramiento de Caminal. Triad¨² insisti¨® para que el presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, tomara mayor protagonismo en el encuentro.

El alcalde de Barcelona, Joan Clos, se hab¨ªa dejado convencer desde hac¨ªa tiempo de que el proyecto del F¨°rum no despertaba la suficiente ilusi¨®n ciudadana para llegar a buen puerto. Las acusaciones de indefinici¨®n de contenidos y de poca capacidad para comunicar los que hab¨ªa se repet¨ªan desde distintas tribunas, aunque no era una cuesti¨®n estrictamente partidista. Hab¨ªa convergentes que valoraban la gesti¨®n de Sodupe y socialistas que la cuestionaban. En ese clima de divisi¨®n se buscaba a una persona que despertara el consenso de todas las administraciones y supiera levantar esa ilusi¨®n colectiva. Caminal, al frente de la reconstrucci¨®n del Liceo, respond¨ªa a ese perfil.

Clos, asesorado entre otros por su concejal de Cultura, Ferran Mascarell, acab¨® por convencerse de la necesidad de relevar a Sodupe.

En paralelo, en la Generalitat, el ya ex consejero de Presidencia Joaquim Triad¨² convenc¨ªa a Pujol de que no deb¨ªa desaprovechar la oportunidad que el F¨°rum le brindaba -y m¨¢s cuando el presidente ya hab¨ªa anunciado que no volver¨ªa a ser candidato en las elecciones de 2003- para despedir su carrera pol¨ªtica con un gran acontecimiento de proyecci¨®n internacional.

'Globalizaci¨®n e identidad'

Pujol, por su parte, se hab¨ªa interesado cada vez m¨¢s por fen¨®menos como la globalizaci¨®n y las emigraciones. Una conferencia pronunciada en el auditorio de La Pedrera el 23 de mayo, titulada Globalizaci¨®n e identidad, fue la primera vez en que el presidente catal¨¢n hizo referencias expl¨ªcitas, en t¨¦rminos muy favorables, al F¨°rum 2004. Lo sigui¨® haciendo en otras sedes, como la ciudad de Narbona, el 26 de mayo, con motivo del Eurocongreso, donde se?al¨® que en lo sucesivo se referir¨ªa con frecuencia al encuentro cultural que organizaba Barcelona.

De hecho, la Generalitat ya estaba plenamente integrada en el proyecto. Aunque en un primer momento de desconfianza abog¨® por un presupuesto reducido -25.000 millones de pesetas-, luego se convenci¨® de que hac¨ªan falta m¨¢s recursos. Fueron sus buenos oficios los que consiguieron implicar al Gobierno central en el F¨°rum y que se llegara en enero pasado a la firma de su presupuesto de 51.500 millones de pesetas.

Triad¨² logr¨®, pues, convencer al presidente. Se plante¨® entonces en qu¨¦ grado Pujol se implicar¨ªa en el proyecto. Y ah¨ª la persona m¨¢s adecuada para establecer los equilibrios entre los intereses de CiU, los socialistas y los populares era Josep Caminal. Clos estaba en deuda con Pujol: a su inter¨¦s se deb¨ªa que el F¨°rum ya no fuera una iniciativa s¨®lo municipal, sino asumida por la totalidad de las administraciones, con compromisos firmados. El alcalde accedi¨® igualmente a que Pujol tuviera en el F¨°rum un papel destacado no s¨®lo en la proyecci¨®n internacional del evento, aprovechando los viajes presidenciales, sino tambi¨¦n en la elaboraci¨®n de los propios contenidos.

Precisamente durante este mes de septiembre estaba previsto celebrar una reuni¨®n entre Pujol y Clos para concretar esa participaci¨®n. Por todo eso la dimisi¨®n de Caminal irrit¨® mucho m¨¢s a Pujol que al propio Clos, aunque ¨¦ste no dej¨® de lamentarla. Adem¨¢s, la precipitada decisi¨®n del ex consejero delegado ha modificado sensiblemente la agenda: ahora la prioridad es encontrar un nuevo consejero delegado que elimine la sensaci¨®n de desgobierno que se ha abierto paso en el equipo organizativo.

Se trata de una tarea ardua, que de momento no se despeja. Ferran Mascarell ha asumido de momento las obligaciones de seguir el d¨ªa a d¨ªa, aunque ayer se hallaba en Francia. En Converg¨¨ncia no quieren o¨ªr hablar del nombramiento definitivo de Mascarell como consejero delegado, que, de producirse, le obligar¨ªa a dejar con toda seguridad la concejal¨ªa de Gr¨¤cia y muy probablemente la de Cultura. Al menos, seg¨²n ha trascendido, ese ser¨ªa su deseo, pero la oposici¨®n convergente va a impedir con toda probabilidad que lo vea satisfecho. Varias fuentes consultadas hablan de una direcci¨®n tripartita en la c¨²pula del evento. Esa soluci¨®n es delicada porque, en definitiva, quien acabe por gestionar los problemas cotidianos ser¨¢ el que m¨¢s poder concentre. Todas las partes sienten ahora la presi¨®n de no equivocarse una segunda vez con este nombramiento.