El Alav¨¦s se impone a la Real con comodidad
Entre el Alav¨¦s y la Real Sociedad media un abismo. Uno es un equipo y el otro un proyecto. Uno se sabe la lecci¨®n, por m¨¢s que cambien sus futbolistas, y el otro no sabe a¨²n qu¨¦ lecci¨®n debe estudiar, por m¨¢s que sigan los mismos jugadores y el mismo entrenador. Bajo esa premisa, la victoria del Alav¨¦s se explica por s¨ª sola. Los mejores equipos suelen tenerlo m¨¢s f¨¢cil que los medianos, salvo que intermedien en el asunto ciertas individualidades. Tampoco era el caso: individualmente, el Alav¨¦s tambi¨¦n dispone de m¨¢s argumentos. Ayer, por ejemplo, tir¨® de Magno Mocelin, chaparrete y tirando a cuadrado, pero listo y veloz como pocos, para desarmar a la Real Sociedad de un plumazo. Se coloc¨® entre los mediocampistas y los defensas y el estropicio fue la consecuencia de su particular lecci¨®n de c¨®mo jugar de media punta.
ALAV?S 2| REAL SOCIEDAD 0
Alav¨¦s: Kike; Geli, Coloccini, T¨¦llez, Llorens; Astudillo, Pablo; Mara (Wistchge, m. 81), Magno (Vucko, m. 77), Jordi Cruyff; e Iv¨¢n Alonso (Ib¨®n Bego?a, m. 60). Real Sociedad: Alberto; L¨®pez Rekarte, Kvarme, Luiz Alberto, Aranzabal; Idiakez, Aranburu (Barkero, m. 66); Tayfun, Khokhlov (Llorente, m. 70), De Pedro; y Jankauskas (De Paula, m. 45). Goles: 1-0. M. 30. Magno se escapa por la izquierda, supera en el choque a Kvarme y bate a Alberto de tiro ajustado al poste. 2-0. M. 78. Penalti de Alberto a Vucko que transforma Llorens, enga?ando a Alberto. ?rbitro: Mejuto Gonz¨¢lez. Amonest¨® a Idiakez, de la Real Sociedad, y Mara, del Alav¨¦s. Unos 15.000 espectadores en Mendizorroza. De Pedro fue retirado en camilla tras un choque con Wistchge.
Magno fue demasiado conflictivo para una Real que tiene en sus centrales un problema constante. Lentos y sin dominio a¨¦reo, eran presa f¨¢cil para la velocidad de Magno y el poder¨ªo de Iv¨¢n Alonso en los balones altos. A la media hora, el Alav¨¦s se hab¨ªa fabricado cuatro ocasiones de gol y la ¨²ltima se fue a la red en un tiro sutil del brasile?o. Pero, sobre todo, hab¨ªa actuado con una soberan¨ªa que dejaba a su rival en un segundo plano. Un par de acciones de Khokhlov y un par de carreras de Tayfun dieron noticia de su presencia m¨ªnima en el campo.
Al carrusel de individualidades se uni¨®, de forma intermitente, Jordi Cruyff jugando como un guadiana, pero dejando constancia de su sabidur¨ªa futbol¨ªstica. Un pase aqu¨ª, otro all¨ª. En su debe, sin embargo, como en el del rumano Mara, una cierta r¨¦plica de Contra, hay que anotar un exceso de hambre de gol que malgast¨® un sinf¨ªn de ocasiones y redujo la victoria a los guarismos de la normalidad. Llorens marc¨® de penalti y el partido muri¨® como tal a cambio de jugadas con m¨¢s pedigr¨ª que peligro y que permitieron ver a Cruyff o Wistchge jugar con la puntera; a Coloccini, un central, sin dar un pelotazo en todo el partido; a Pablo, con un comp¨¢s. La Real se llev¨® la derrota y el v¨ªdeo del partido. Ahora ya sabe la lecci¨®n que debe aprender.
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