M¨¢laga y los hielos
M¨¢laga, capital de la Costa del Sol, aclamada por su clima benigno, para¨ªso tropical, aspira oficialmente desde ayer a cobijar los Juegos Ol¨ªmpicos de Invierno de 2010. Es cierto que va de la mano de Granada, que s¨ª tiene sierra y nieve, y parece dispuesta a prestarle el fr¨ªo que le falta, pero no es menos verdadero que debe ser la ¨²nica ciudad del mundo situada a ras del mar que solicita acoger unas pruebas de deporte de alta monta?a. El contrasentido, gracias a la tenacidad ciega de los pol¨ªticos, adquiere con frecuencia la categor¨ªa de deseo surrealista. Es el caso de esta candidatura que pese a sus componentes ilusorios se ha concretado en catorce tomos que fueron entregados ayer al Comit¨¦ Ol¨ªmpico Espa?ol para que decida entre Granada y Jaca qu¨¦ ciudad espa?ola defender¨¢ ante el mundo su idoneidad para acoger pruebas tan peregrinas y nunca vistas que hasta la lengua se niega a pronunciarlas sin hacer un nudo.
Los colaboradores del alcalde de Granada, Jos¨¦ Moratalla, idearon durante los preparativos de la campa?a electoral, entusiasmar a la ciudadan¨ªa con este fant¨¢stico proyecto. Ning¨²n contratiempo o dificultad ha frenado tal empe?o. Antes al contrario, ha servido de acicate a los organizadores que han proclamado que las utop¨ªas (¨¦sta debe ser la ¨²ltima) son las gu¨ªas que conducen al ¨¦xito. As¨ª, aupadas a su utop¨ªa, marcha M¨¢laga hacia las cumbres de los hielos eternos, y Granada abre el paso por si fuera menester despatarrar al hombre de las nieves. Hasta Los Verdes han cedido el uso de su color para garantizar que los parajes naturales, no se sabe bien c¨®mo, estar¨¢n a salvo de los cementos y las costosas construcciones necesarias para albergar especialidades deportivas heladoras y a los numerosos atletas del norte.
Nada ha desanimado a los encargados de preparar la candidatura: si la fe mueve monta?as, han debido pensar, que mueva Sierra Nevada un poco m¨¢s all¨¢ de las fronteras de Archidona y Antequera, y participe la Costa del Sol aunque sea desde la modestia de un palacio para jugar al hockey sobre hielo..
Desde la Exposici¨®n Universal de Sevilla cada provincia andaluza ha intentado marcarse su fecha ut¨®pica y ha buscado una suerte de complicidad con el resto de las provincias hermanas -aunque guardando para s¨ª la mayor parte- a cambio de ceder una participaci¨®n en la loter¨ªa. En el caso de Granada, el problema estribaba en que las restantes ciudades carec¨ªan de altura para organizar competiciones de monta?a. Pero, como hemos se?alado, ninguna contrariedad ha vencido al esp¨ªritu ol¨ªmpico como lo demuestra la gruesa relaci¨®n de intenciones entregada ayer en Madrid por Jos¨¦ Moratalla y Francisco de la Torre, alcalde de M¨¢laga.
La Alpujarra registra en sus leyendas un caso contrario. Un pueblo de monta?a exigi¨® durante unas elecciones al gran conseguidor Natalio Rivas que construyera un puerto de mar. Si hubieran conocido al bar¨®n de Coubertain quiz¨¢ habr¨ªan a?adido a la cesta unas regatas. Hoy conmemoran aquella ocurrencia en las fiestas patronales con un concurso de tiro al plato con piedras.
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