El curr¨ªculum de valenciano

La presencia tan s¨®lo de autores nacidos en tierras valencianas, con la exclusi¨®n de autores catalanes y mallorquines, en el curr¨ªculum 'provisional' de bachillerato correspondiente a la materia de Valenci¨¤: llengua i literatura ha suscitado un alud de comentarios cr¨ªticos y valoraciones altamente negativas procedentes del mundo cultural, acad¨¦mico y pol¨ªtico de los pa¨ªses de habla catalana, considerado inesperado y sorprendente, puede que c¨ªnicamente, por parte de los responsables de la criatura. Las reacciones de la Administraci¨®n valenciana han sido de gran altura: el propio consejero e incluso el president de la Generalitat valenciana en persona han bajado a la arena del debate y han manifestado que tan s¨®lo se ha tratado de 'valencianizar' el curr¨ªculum, e incluso que ¨¦ste, como es de 'm¨ªnimos', permite a las editoriales y al profesorado crear uno de m¨¢ximos que incluya los autores que les parezca adecuados.

La Generalitat quiere mantener la ambig¨¹edad que manifiesta respecto a la lengua

Al amparo del debate se ha de decir, en primer lugar, que el criterio de valencianizar el curr¨ªculum acudiendo a la partida de nacimiento de los autores podr¨ªa significar un razonable punto de vista a la hora de promover en el alumnado el conocimiento del entorno cultural m¨¢s pr¨®ximo, los valores que han surgido de la propia tierra, pero en absoluto es criterio v¨¢lido para considerarlos como modelos culturales universales o de un alcance o influencia general, como ha de ser el caso cuando se elabora un curr¨ªculum que ha de tener como objetivo, entre otros, 'analizar y valorar cr¨ªticamente las realidades del mundo contempor¨¢neo y los antecedentes y factores que en ¨¦l influyen', y 'desarrollar la sensibilidad art¨ªstica y literaria como fuente de formaci¨®n y enriquecimiento cultural' (LOGSE art. 26). M¨¢s bien el criterio utilizado es una manifestaci¨®n t¨ªpica de chovinismo cultural de lo m¨¢s grosero, o mejor de aldeanismo, que ha permitido a muchos comentaristas hablar de 'burrera' y barbaridad cultural. Es un desprop¨®sito entender por 'valencianizaci¨®n' la inclusi¨®n en el curr¨ªculum de autores valencianos -obviedad que nadie discute dado el inter¨¦s incontestable y la relevancia de muchos- con la exclusi¨®n de autores nacidos en otras tierras del ¨¢mbito ling¨¹¨ªstico, tengan la transcendencia cultural y literaria que tengan o sean las que sean las herramientas cr¨ªticas que aporten para analizar o valorar el mundo contempor¨¢neo.

En segundo lugar, decir como se dice que el curr¨ªculum es de contenidos m¨ªnimos es t¨¦cnicamente una falsedad: un curr¨ªculum es una propuesta completa de objetivos, contenidos, metodolog¨ªa did¨¢ctica y criterios de evaluaci¨®n. A partir de su publicaci¨®n, todos los curr¨ªcula son desarrollados en forma de programaciones docentes por los centros, las cuales, efectivamente, constituyen el proyecto curricular de cada centro y concretan la propuesta curricular convirti¨¦ndose as¨ª en aptas para la definitiva adaptaci¨®n did¨¢ctica a las aulas, obra del profesorado responsable. En el mismo sentido, las editoriales, cuando elaboran libros de texto o materiales curriculares, presentan una propuesta particular sobre c¨®mo desarrollar una programaci¨®n docente con toda suerte de materiales adecuados para el aula. Tan s¨®lo en este nivel, y si el curr¨ªculum lo permite porque quiz¨¢ presente contenidos muy generales en sus ep¨ªgrafes, es posible desarrollar y hacer expl¨ªcito aquello que se encuentra impl¨ªcito, en el caso que nos ocupa, autores catalanes o mallorquines.

La cuesti¨®n no es si se puede o no incluir en las programaciones docentes o en los materiales curriculares autores diferentes de los que figuren expl¨ªcitamente en el curr¨ªculum, sino qu¨¦ indica la exclusi¨®n absoluta de unos y la inclusi¨®n exhaustiva de otros, qu¨¦ intervenci¨®n puede llevar a cabo la Administraci¨®n en el futuro derivada de la ausencia de unos y la presencia de otros, y qu¨¦ implica ideol¨®gica y pol¨ªticamente una cosa y la otra.

Es evidente que desde el mundo acad¨¦mico y editorial la ¨²nica lectura posible es aquella que conduce a interpretarlo como una restricci¨®n indicativa de que los autores no valencianos no son los propios, no han de ser, por lo tanto, objeto prioritario de estudio y de consideraci¨®n, y que es peligroso dedicar a todo ello espacio docente o editorial, porque no se sabe muy bien si est¨¢n permitidos o no. Se crea as¨ª temor, desconcierto y confusi¨®n.

La Administraci¨®n, con este curr¨ªculum y el decreto de supervisi¨®n de materiales curriculares, puede perfectamente, como as¨ª lo ha hecho en el caso de la denominaci¨®n del pa¨ªs o de la filiaci¨®n, ¨¢mbito territorial y nombre de la lengua, censurar los libros de texto e, incluso, los materiales de apoyo aportados por el profesorado si le da la gana, o intervenir v¨ªa inspecci¨®n en los centros, bajo el pretexto de que no se est¨¢ cumpliendo el curr¨ªculum cuando se introducen elementos ajenos. Pretenden, pues, crear instrumentos de intervenci¨®n inquisitoriales para poder presentarse, cuando lo consideren conveniente, como defensores de las 'glorias valencianas' frente a la 'invasi¨®n catalanista'.

Ideol¨®gica y pol¨ªticamente, los responsables de la Generalitat valenciana quieren, adem¨¢s de lanzar una cortina de humo dentro de la coyuntura pol¨ªtica repleta de problemas, conflictos y esc¨¢ndalos -Gescartera, sanidad, educaci¨®n, incendios de los bosques, el aumento del paro, etc- mantener la misma l¨ªnea de ambig¨¹edad que manifiestan respecto a la lengua: practican la unidad, desde el momento que se sirven oficialmente de las normas ortogr¨¢ficas de 1932 y criterios gramaticales b¨¢sicamente unitaristas, pero no hacen ninguna manifestaci¨®n expl¨ªcita en este sentido, de manera que les es permitido parecer m¨¢s valencianistas que nadie -Uni¨®n Valenciana- frente a los catalanistas y, al mismo tiempo, pueden salvar la cara ante los criterios acad¨¦micos y cient¨ªficos avalados per la roman¨ªstica internacional e incluso por sus compa?eros de partido de las Islas Baleares y Catalu?a claramente unitaristas.

En fin, como escribe un conocido periodista comentando esta iniciativa del Gobierno valenciano, 'la t¨¢ctica es vieja y el m¨¦todo cansa'. Esperemos que la presi¨®n de las organizaciones, entidades e instituciones afectadas, del mundo cultural y acad¨¦mico, pol¨ªtico y ciudadano en definitiva, acabe con esta t¨¢ctica y con este m¨¦todo.La presencia tan s¨®lo de autores nacidos en tierras valencianas, con la exclusi¨®n de autores catalanes y mallorquines, en el curr¨ªculum 'provisional' de bachillerato correspondiente a la materia de Valenci¨¤: llengua i literatura ha suscitado un alud de comentarios cr¨ªticos y valoraciones altamente negativas procedentes del mundo cultural, acad¨¦mico y pol¨ªtico de los pa¨ªses de habla catalana, considerado inesperado y sorprendente, puede que c¨ªnicamente, por parte de los responsables de la criatura. Las reacciones de la Administraci¨®n valenciana han sido de gran altura: el propio consejero e incluso el president de la Generalitat valenciana en persona han bajado a la arena del debate y han manifestado que tan s¨®lo se ha tratado de 'valencianizar' el curr¨ªculum, e incluso que ¨¦ste, como es de 'm¨ªnimos', permite a las editoriales y al profesorado crear uno de m¨¢ximos que incluya los autores que les parezca adecuados.

Al amparo del debate se ha de decir, en primer lugar, que el criterio de valencianizar el curr¨ªculum acudiendo a la partida de nacimiento de los autores podr¨ªa significar un razonable punto de vista a la hora de promover en el alumnado el conocimiento del entorno cultural m¨¢s pr¨®ximo, los valores que han surgido de la propia tierra, pero en absoluto es criterio v¨¢lido para considerarlos como modelos culturales universales o de un alcance o influencia general, como ha de ser el caso cuando se elabora un curr¨ªculum que ha de tener como objetivo, entre otros, 'analizar y valorar cr¨ªticamente las realidades del mundo contempor¨¢neo y los antecedentes y factores que en ¨¦l influyen', y 'desarrollar la sensibilidad art¨ªstica y literaria como fuente de formaci¨®n y enriquecimiento cultural' (LOGSE art. 26). M¨¢s bien el criterio utilizado es una manifestaci¨®n t¨ªpica de chovinismo cultural de lo m¨¢s grosero, o mejor de aldeanismo, que ha permitido a muchos comentaristas hablar de 'burrera' y barbaridad cultural. Es un desprop¨®sito entender por 'valencianizaci¨®n' la inclusi¨®n en el curr¨ªculum de autores valencianos -obviedad que nadie discute dado el inter¨¦s incontestable y la relevancia de muchos- con la exclusi¨®n de autores nacidos en otras tierras del ¨¢mbito ling¨¹¨ªstico, tengan la transcendencia cultural y literaria que tengan o sean las que sean las herramientas cr¨ªticas que aporten para analizar o valorar el mundo contempor¨¢neo.

En segundo lugar, decir como se dice que el curr¨ªculum es de contenidos m¨ªnimos es t¨¦cnicamente una falsedad: un curr¨ªculum es una propuesta completa de objetivos, contenidos, metodolog¨ªa did¨¢ctica y criterios de evaluaci¨®n. A partir de su publicaci¨®n, todos los curr¨ªcula son desarrollados en forma de programaciones docentes por los centros, las cuales, efectivamente, constituyen el proyecto curricular de cada centro y concretan la propuesta curricular convirti¨¦ndose as¨ª en aptas para la definitiva adaptaci¨®n did¨¢ctica a las aulas, obra del profesorado responsable. En el mismo sentido, las editoriales, cuando elaboran libros de texto o materiales curriculares, presentan una propuesta particular sobre c¨®mo desarrollar una programaci¨®n docente con toda suerte de materiales adecuados para el aula. Tan s¨®lo en este nivel, y si el curr¨ªculum lo permite porque quiz¨¢ presente contenidos muy generales en sus ep¨ªgrafes, es posible desarrollar y hacer expl¨ªcito aquello que se encuentra impl¨ªcito, en el caso que nos ocupa, autores catalanes o mallorquines.

La cuesti¨®n no es si se puede o no incluir en las programaciones docentes o en los materiales curriculares autores diferentes de los que figuren expl¨ªcitamente en el curr¨ªculum, sino qu¨¦ indica la exclusi¨®n absoluta de unos y la inclusi¨®n exhaustiva de otros, qu¨¦ intervenci¨®n puede llevar a cabo la Administraci¨®n en el futuro derivada de la ausencia de unos y la presencia de otros, y qu¨¦ implica ideol¨®gica y pol¨ªticamente una cosa y la otra.

Es evidente que desde el mundo acad¨¦mico y editorial la ¨²nica lectura posible es aquella que conduce a interpretarlo como una restricci¨®n indicativa de que los autores no valencianos no son los propios, no han de ser, por lo tanto, objeto prioritario de estudio y de consideraci¨®n, y que es peligroso dedicar a todo ello espacio docente o editorial, porque no se sabe muy bien si est¨¢n permitidos o no. Se crea as¨ª temor, desconcierto y confusi¨®n.

La Administraci¨®n, con este curr¨ªculum y el decreto de supervisi¨®n de materiales curriculares, puede perfectamente, como as¨ª lo ha hecho en el caso de la denominaci¨®n del pa¨ªs o de la filiaci¨®n, ¨¢mbito territorial y nombre de la lengua, censurar los libros de texto e, incluso, los materiales de apoyo aportados por el profesorado si le da la gana, o intervenir v¨ªa inspecci¨®n en los centros, bajo el pretexto de que no se est¨¢ cumpliendo el curr¨ªculum cuando se introducen elementos ajenos. Pretenden, pues, crear instrumentos de intervenci¨®n inquisitoriales para poder presentarse, cuando lo consideren conveniente, como defensores de las 'glorias valencianas' frente a la 'invasi¨®n catalanista'.

Ideol¨®gica y pol¨ªticamente, los responsables de la Generalitat valenciana quieren, adem¨¢s de lanzar una cortina de humo dentro de la coyuntura pol¨ªtica repleta de problemas, conflictos y esc¨¢ndalos -Gescartera, sanidad, educaci¨®n, incendios de los bosques, el aumento del paro, etc- mantener la misma l¨ªnea de ambig¨¹edad que manifiestan respecto a la lengua: practican la unidad, desde el momento que se sirven oficialmente de las normas ortogr¨¢ficas de 1932 y criterios gramaticales b¨¢sicamente unitaristas, pero no hacen ninguna manifestaci¨®n expl¨ªcita en este sentido, de manera que les es permitido parecer m¨¢s valencianistas que nadie -Uni¨®n Valenciana- frente a los catalanistas y, al mismo tiempo, pueden salvar la cara ante los criterios acad¨¦micos y cient¨ªficos avalados per la roman¨ªstica internacional e incluso por sus compa?eros de partido de las Islas Baleares y Catalu?a claramente unitaristas.

En fin, como escribe un conocido periodista comentando esta iniciativa del Gobierno valenciano, 'la t¨¢ctica es vieja y el m¨¦todo cansa'. Esperemos que la presi¨®n de las organizaciones, entidades e instituciones afectadas, del mundo cultural y acad¨¦mico, pol¨ªtico y ciudadano en definitiva, acabe con esta t¨¢ctica y con este m¨¦todo.

Antoni Vi?as Almenar pertenece al Sindicat de Treballadors i Treballadores de l'Ensenyament del Pa¨ªs Valenci¨¤-Intersindical Valenciana.