Las Ventas despide la gira espa?ola de Julio Iglesias
Fuegos artificiales y un p¨²blico entregado acompa?aron al popular cantante en su concierto en el coso madrile?o
Por fin cerr¨® anoche Julio Iglesias, en el coso madrile?o de Las Ventas, la parte espa?ola de su gira Noche de cuatro lunas, que comenz¨® en Valencia y ha comprendido un total de 19 actuaciones en nuestro pa¨ªs -dos de ellas en Madrid-. Como invitado de excepci¨®n a esta segunda, asisti¨® el presidente del Gobierno, Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, acompa?ado de sus hijos Ana y Alonso, y de la novia del mayor, Jos¨¦ Mar¨ªa, que actualmente se encuentra en Estados Unidos. Ellos fueron instalados en las primeras filas de las sillas de arena, y su entrada en el recinto form¨® un peque?o revuelo de c¨¢maras y flashes de fot¨®grafos y arranc¨® una ovaci¨®n por buena parte del p¨²blico asistente.
A esta actuaci¨®n, suspendida la semana pasada en se?al de duelo por los recientes atentados terroristas en Estados Unidos -en l¨ªnea a lo decidido por otras figuras de la m¨²sica y el artisteo, aqu¨ª y en el continente americano-, acudieron, sin embargo, muchas menos caras conocidas de lo que se esperaba. Se vio a la televisiva (por su permanente presencia en programas del coraz¨®n) Carmina Ord¨®?ez, al presidente de Telef¨®nica (empresa patrocinadora de la gira), C¨¦sar Alierta, a los futbolistas del Real Madrid Helguera y Karanka, a la presidenta del Rayo Vallecano y esposa del empresario Jos¨¦ Mar¨ªa Ruiz Mateos, Teresa Rivero, al d¨²o musical Alaz¨¢n y a la comentarista de temas del coraz¨®n Lydia Lozano.
Mucho menos del glamour al que nos tiene acostumbrado Julio -recientemente nombrado Personalidad Latina del A?o por la academia de los Grammy Latinos- para despedirle antes de que contin¨²e su periplo de conciertos, esta vez por el continente asi¨¢tico.
Variedad de estilos
Las entradas de las primeras filas en la arena costaban la friolera de 20.000 pesetas y, a medida que la butaca se iba alejando del escenario, el precio iba descendiendo hasta llegar a la m¨¢s barata, la del gallinero m¨¢s alto de la plaza, que val¨ªa 2.100 pesetas. Entre el resto del p¨²blico asistente hab¨ªa una clara divisi¨®n entre dos tipos de aspectos: uno pudiente y otro m¨¢s llano.
En el primero contin¨²a estando de moda para ellas el tinte rubio, sabiamente conjuntado con el bronce playero que a estas alturas del mes de septiembre se puede mantener. No obstante, la noche era de rebequitas. En cuanto a ellos, el pelo corto y pegado y sus chaquetas oscuras les hac¨ªan parecer como si se fueran a lanzar sevillanas en cualquier momento. Las clases llamadas populares, aunque suficientemente endomingadas, eran otra cosa. Eso s¨ª, tambi¨¦n se conoc¨ªan todas las canciones del artista y le gritaban: '?Guapo!', '?Torero!' y '?Viva Espa?a!' a la m¨ªnima ocasi¨®n que se les presentase.
El escenario fue del todo sencillo, sin otra ornamentaci¨®n que un completo juego de luces, de ¨¦sos que tanto sabe el artista que le favorecen. Las dos pantallas de v¨ªdeo ofrecieron esta vez planos m¨¢s cortos y, a juzgar por la gente que hab¨ªa asistido a su anterior actuaci¨®n en Madrid, el pasado mes de junio, Julio estaba anoche mucho m¨¢s suelto y con ganas de dar m¨¢s cancha en el escenario.
Por otro lado, en los pasillos de la plaza hab¨ªa instalados puestos de mercadotecnia en los cuales, por apenas 2.000 pesetas, uno pod¨ªa hacerse con una camiseta con la efigie de Julio. Camisetas muy juveniles.
Fuentes de la organizaci¨®n de la gira afirman que ha habido algunos conciertos este a?o en los cuales el cantante, una vez terminados los 37 temas programados, se ve¨ªa con ganas y volv¨ªa a empezar por el principio, d¨¢ndose la circunstancia de que alguno de los p¨²blicos asistentes a esta gira han tenido oportunidad de disfrutar, por el mismo precio, de un repertorio y medio de m¨²sica de Julio Iglesias.
Como los ¨¢ngeles
Una de las asistentes al concierto de anoche, Milagros, de 60 a?os y vecina del madrile?o barrio de Orcasitas (Usera), confesaba que hab¨ªa venido a ver a Julio 'porque est¨¢ muy g¨¹eno y canta como los ¨¢ngeles'. Javier y Alicia, mucho m¨¢s j¨®venes, afirmaban que 'es un super artistazo y no pierde nada con la edad'. Pero Esther y Esther, ambas de Madrid, no parec¨ªan tan de acuerdo: 'Se le oye muy poquito'. No obstante, ellas, junto a buena parte del p¨²blico, meneaban de un lado a otro al son de la m¨²sica unas varillas luminosas y daban palmas o se levantaban a la m¨ªnima indicaci¨®n del ¨ªdolo.
Muchas ocasiones tuvieron para hacerlo, porque Julio interpret¨® hasta 37 canciones de su repertorio -bastantes de ellas no enteras- entre las que figuraban dos tangos, uno de los cuales sirvi¨® para que el cantante, sobrado, invitara a la gente a disfrutar de la sensualidad del cl¨¢sico estilo porte?o de la siguiente manera: 'Esta noche, cuando vuelvan a su casa despu¨¦s del concierto, bailen un tango, y, si se quedan embarazados, p¨®nganle Julio'.
Despu¨¦s de frases as¨ª, l¨®gicamente, la noche no pod¨ªa acabar de otro modo m¨¢s que con la explosi¨®n de un castillo de fuegos artificiales, como finalmente ocurri¨®.

La vida contin¨²a siendo igual
Como no pod¨ªa ser menos, Julio Iglesias solicit¨®, con la compa?¨ªa de sus m¨²sicos, todos vestidos de negro, 'un minuto de silencio como se?al de condolencia por los recientes atentados terroristas en Nueva York y Washington'. Se?al¨® Julio que 'nuestro pa¨ªs comprende muy bien esa situaci¨®n, porque hace ya muchos a?os que siente la amenaza del terrorismo'. Pero luego hubo de todo menos silencio. Flanqueado por grandes pantallas de v¨ªdeo, Julio bail¨®, se quit¨® la chaqueta y se la volvi¨® a poner, cant¨® con la orquesta, con una de las coristas y, sobre todo, se hart¨® de darse esos golpecitos nerviosos con la palma de la mano en la solapa de la chaqueta. Hizo sus ?hey! y ?ue!, susurr¨® y estir¨® las letras de sus canciones e hizo de Julio con fervor y entrega tremendas. Fue m¨¢s Julio que nunca y se acord¨® de Manuela, De ni?a a mujer, Un canto a Galicia, Soy un truh¨¢n soy un se?or, Lo mejor de tu vida, Bamboleo, Me va, me va, Me olvid¨¦ de vivir y, por supuesto, La vida sigue igual. Canci¨®n ¨¦sta que result¨® muy apropiada, porque al verle activo y en su salsa lo primero que viene a la cabeza es precisamente eso: que la vida sigue exactamente igual, y que en estos 35 a?os que lleva Julio cantando no parece que hayan pasado muchas cosas.
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