El dolor del escenario
T¨¢vora se?ala que 'Carmen' fue el ¨²nico espect¨¢culo que se represent¨® en Nueva York el 12 de septiembre
Salvador T¨¢vora recuerda como en una nebulosa de confusi¨®n la ma?ana de los atentados contra la torres gemelas de Nueva York, donde se encuentra con su compa?¨ªa La Cuadra representando Carmen, su ¨®pera andaluza de trompetas y tambores. Un espect¨¢culo que, seg¨²n T¨¢vora, fue el ¨²nico que hubo en la ciudad el 12 de septiembre, un d¨ªa despu¨¦s de los ataques terroristas. 'No lo olvidar¨¦ jam¨¢s', asegura emocionado el dramaturgo sevillano, que se encontraba en el Flatotel International, en la Calle 52 de Manhattan, cuando se estrell¨® el primer avi¨®n.
'La verdad es que no me acuerdo con detalle de cada momento, hab¨ªa una confusi¨®n tan grande, el humo, la gente corriendo de un sitio para otro y mirando al cielo... Recuerdo haberlo vivido como un sue?o, una pesadilla. Al principio no se sab¨ªa que era algo intencionado', dice T¨¢vora en conversaci¨®n telef¨®nica desde la ciudad norteamericana.
El director de La Cuadra se encontraba en la S¨¦ptima Avenida cuando se produjo el segundo impacto. Se dirigi¨® al teatro, el City Center de Nueva York, en el coraz¨®n de Broadway, donde la compa?¨ªa ten¨ªa un ensayo general de Carmen, cuyo estreno estaba previsto para el d¨ªa siguiente. 'No tienes tiempo de reaccionar. Parec¨ªa tan irreal que algo as¨ª sucediera en Nueva York y hab¨ªa tanta confusi¨®n, que s¨®lo recuerdo la polvareda negra, las carreras. No tengo claro ni lo que pas¨® ni c¨®mo ocurri¨®', a?ade T¨¢vora.
Tanto la compa?¨ªa como los responsables del teatro decidieron continuar con el ensayo previsto. 'Decidimos seguir con el plan de trabajo. Adem¨¢s, era una forma de quitarnos el nerviosismo', comenta el dramaturgo, que recuerda el clima de inseguridad e inquietud general que se apoder¨® de la ciudad y a¨²n persiste. El ensayo de Carmen se realiz¨® sin el caballo. 'Estaba fuera de Manhattan y los puentes estaban cerrados. Los productores decidieron esperar a lo que dijera el alcalde para ver qu¨¦ suced¨ªa con el estreno. Pero nosotros ten¨ªamos claro que si no llegaba el caballo, no hab¨ªa Carmen, porque es esencial a la obra', explica.
El alcalde de Nueva York, Rudolph Giuliani, anim¨® a los programadores culturales a representar los espect¨¢culos. 'Nos pidi¨® continuar con las obras a los que pudi¨¦ramos, si nos encontr¨¢bamos en Manhattan, para no paralizar la ciudad', aclara el fundador de La Cuadra. A las diez de la ma?ana del 12 de septiembre, el caballo ya estaba en el teatro. As¨ª que la funci¨®n se mantuvo, pero sin el esplendor del estreno. 'Yo tom¨¦ la decisi¨®n de que fuera de puertas abiertas, para que entrara todo el que quisiera', precisa. Fue la cr¨ªtica, acudi¨® tambi¨¦n el c¨®nsul espa?ol en Nueva York, Emilio Casinello, y el teatro, con un aforo de 2.500 plazas, se llen¨®. 'Hasta la grada alta estaba completa', afirma el dramaturgo.
Para T¨¢vora, la representaci¨®n de Carmen tuvo una nueva dimensi¨®n, donde la 'reivindaci¨®n de los valores de la libertad y la no violencia' estuvo m¨¢s presente que nunca. 'En el escenario compart¨ªamos el dolor. Todav¨ªa estoy emocionado. Fue algo m¨¢s all¨¢ de cualquier aspiraci¨®n teatral'. La Cuadra termina las funciones de la ¨®pera andaluza el pr¨®ximo domingo.
'Dentro del dolor, ten¨ªamos la satisfacci¨®n de haber contribuido un poco a que la ciudad empezara a recuperar su vida normal', relata. Algo que reconoce como una tarea dif¨ªcil: 'En medio del colorido de banderas que se han colocado en coches, taxis, calles y plazas, Nueva York no consigue recuperar su pulso vital. Es algo que va a tardar mucho en desaparecer del ambiente'.

Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.