Los sue?os del cineasta Gonzalo Su¨¢rez se convierten en teatro y en ¨®pera
La obra de relatos 'Palabras en penumbra' se estrena ma?ana en Madrid
A Gonzalo Su¨¢rez le parece que la realidad es un c¨²mulo de sue?os, y a ¨¦l le gusta contarlos. Lo ha hecho a trav¨¦s de la palabra, en novelas como Gorila en Hollywood o El asesino triste, o a trav¨¦s de la imagen, en pel¨ªculas como Remando al viento. Carles Alberola, director de teatro, se contagi¨® de estos sue?os y los ha llevado a los escenarios. La obra Palabras en penumbra, se estrena ma?ana en el teatro de La Abad¨ªa de Madrid. Y otro contagiado de su imaginaci¨®n, Jos¨¦ Manuel L¨®pez, pretende convertir en ¨®pera un libreto del cineasta sobre Hern¨¢n Cort¨¦s y Moctezuma.
Gonzalo Su¨¢rez juega al secretismo y no quiere soltar prenda sobre el montaje de Carles Alberola. 'No me gusta ver el men¨², es mejor ir al teatro con el esp¨ªritu de aventura en el pensamiento'. Se explica: 'En una botella de vino no miro la etiqueta, lo que me importa es el contenido que lo valoro cuando lo bebo'. Y as¨ª quiere que acuda el p¨²blico al teatro La Abad¨ªa, sin saber lo que se va a encontrar. Tan s¨®lo afirma que Palabras en penumbra es 'una obra de elegancia impecable', en la que 'confluyen la palabra, la luz, el ritmo y los actores'. El cineasta y novelista no ha participado en la adaptaci¨®n si bien considera que 'ha sido fiel, no creo que hayan cambiado nada'.
El montaje, en cartel en Madrid ma?ana hasta el 7 de octubre, es la suma de tres piezas cortas y cuatro mon¨®logos que pertenecen a diferentes etapas y novelas de la vida de Su¨¢rez (de 1964 a 1994) y que se han elegido por diferentes motivos. Alberola, el director, lo explica: 'Una de las piezas porque define, a mi entender, la manera de hacer del autor y su proceso de creaci¨®n literaria; otras porque profundizan en las relaciones de pareja como pocas veces se ha hecho; y otras porque nos hablan de c¨®mo las ausencias son reales, presentes y necesarias'.
Entre pregunta y pregunta el cineasta encuentra pie para disertar sobre las cosas m¨¢s insospechadas. Sobre su 'amor' por un orangut¨¢n al que conoci¨® en un antiguo zoo de Londres, el telegrama de solidaridad que envi¨® a Hugh Grant cuando ¨¦ste fue pillado in fraganti con una prostituta o la injusticia de la pobre cucaracha a la que se desprecia frente al respetado escarabajo.
Sigue hablando, cuenta que ha dejado aparcada por un tiempo la maquina de escribir ('la literatura exige estar sentado y me cansa') y que planea comenzar a rodar en febrero una pel¨ªcula de la que prefiere no decir nada. Parece hastiado, y asegura que lo que realmente le gustar¨ªa es 'salir a la calle con una c¨¢mara al hombro a investigar'.
Aventura musical
M¨¢s ilusionado parece el autor con su libreto sobre Hern¨¢n Cort¨¦s y Moctezuma al que est¨¢ poniendo m¨²sica Jos¨¦ Manuel L¨®pez. 'No me gustan las ¨®peras en las que un gordo le dice a una gorda 'te quiero', dice Su¨¢rez, as¨ª que L¨®pez ('franc¨¦s pese a el apellido') est¨¢ haciendo un montaje moderno a medio camino entre el recitado y el canto. 'Me gustar¨ªa que fuera una ¨®pera rodada', dice Su¨¢rez, 'pero ?d¨®nde ponerla?', se plantea. Todo est¨¢ en el aire pero, por lo pronto, el director querr¨ªa contar en el reparto con Carmelo G¨®mez, protagonista de varias de sus pel¨ªculas. 'Estuvimos haciendo el otro d¨ªa una prueba de canto con Carmelo y result¨® muy bien', relata entusiasmado.
Toda la vida del director de Ep¨ªlogo gira en torno a una teor¨ªa. 'Creo en la ficci¨®n. Antes o despu¨¦s todo pasa', sostiene. 'Las cosas que ocurren o las hemos imaginado o las imaginaremos'. As¨ª, partiendo de esta idea, dice que los atentados de Nueva York no le extra?aron, 'era previsible si lo hab¨ªamos visto en la ficci¨®n de las pel¨ªculas'. Por ello, no se cansa de aconsejar estar muy atento a la imaginaci¨®n.
Entre sus proyectos est¨¢ tambi¨¦n la direcci¨®n de la Escuela de Cine de Ponferrada, dependiente de la Universidad de Le¨®n, que comienza su andadura este a?o. 'Quiero que funcione bien, no tener un t¨ªtulo honor¨ªfico e ir a bendecirla en su inauguraci¨®n como el Papa'.
Polifac¨¦tico como pocos, Su¨¢rez pretende dejar de llevar una vida 'disipada'. Quiere centrarse. 'Un d¨ªa de ¨¦stos dimito del cine, de la literatura, de la m¨²sica, de la direcci¨®n de la Escuela de Cine... ?De qu¨¦ m¨¢s puedo dimitir?'. Si su amenaza se cumple, encontrar¨¢ algo en que ocupar su tiempo. Seguro.
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