La sensualidad de Schiele destaca en el nuevo Museo Leopold de Viena
El centro abre sus puertas con la mayor colecci¨®n de obras del artista
M¨¢s de 220 obras del pintor expresionista austriaco Egon Schiele (1890-1918) son el centro de atracci¨®n del nuevo Museo Leopold, que abri¨® sus puertas el s¨¢bado en el espectacular Barrio de los Museos (Museumsquartier) de Viena. El edificio, en forma de monolito blanco, dispone de cinco pisos luminosos de generosas dimensiones para presentar 600 pinturas, 400 obras gr¨¢ficas y 300 objetos del siglo XX y parte del siglo XIX.
Junto a Schiele, se destacan tambi¨¦n en el nuevo centro otros protagonistas del expresionismo y del Jugendstil austriaco como Oskar Kokoschka, Max Oppenheimer, Edvard Munch, Alfred Kubin o Richard Gerstl, Kolo Moser e incluso el gran Gustav Klimt, con obras claves como Vida y muerte (1911).
La fundaci¨®n privada Leopold lleva el nombre de su director, el oculista y coleccionista Rudolf Leopold, de 76 a?os. A partir de la posguerra, el oftalm¨®logo empez¨® a comprar entre dos y tres obras de arte cada semana, adquiriendo a bajo coste lienzos de artistas a¨²n no demasiado cotizados, que ¨¦l mismo pudo promocionar. En exposiciones itinerantes llev¨® los paisajes, retratos y desnudos er¨®ticos y desgarrados de Schiele a las grandes urbes para darlo a conocer. Pero fue el conflicto de 1997 en Nueva York la chispa que dio m¨¢s popularidad a la obra de Schiele, que hasta entonces hab¨ªa permanecido eclipsado a la sombra del otro gran modernista, Gustav Klimt.
A ra¨ªz de una reclamaci¨®n de herederos de emigrantes jud¨ªos que hab¨ªan sido v¨ªctimas del expolio nazi, la justicia neoyorquina confisc¨® dos cuadros de la muestra monogr¨¢fica con 152 obras de Schiele, que se present¨® en el MoMA en 1997, la misma que poco m¨¢s tarde pudo verse en el Museo Picasso de Barcelona.
Fue un caso sin precedentes. El litigio en torno a la procedencia de las obras de Schiele de la colecci¨®n Leopold abri¨® un amplio debate y desencaden¨® a nivel internacional una ola de demandas de objetos de arte que afect¨® a muchas instituciones privadas y p¨²blicas. Austria tuvo que revisar la procedencia de parte de sus colecciones estatales y emitir nuevas leyes para poder restituir verdaderos tesoros art¨ªsticos a sus antiguos due?os jud¨ªos, entre ellos a la familia Rothschild. Hoy quedan todav¨ªa numerosos litigios pendientes de soluci¨®n.
En consecuencia, la Fundaci¨®n Leopold se ha vuelto 'transparente y ofensiva', como dijo Christian Meyer, uno de sus presidentes, al se?alar que el cat¨¢logo, asequible v¨ªa Intenet (www.leopoldmuseum.org), detalla la procedencia de cada una de las 5.286 obras de la colecci¨®n, cotizada en 95.000 millones de pesetas.
Siguiendo el ejemplo de otros museos -como la National Gallery de Otawa -, se enumeran todos los anteriores propietarios de la obra expuesta. No obstante, la trayectoria de algunos cuadros sigue siendo dif¨ªcil de descifrar y aparece llena de signos de interrogaci¨®n. En el portal de Internet del Museo Leopold, se lee: 'Dado que se trata de una colecci¨®n privada, creada a partir de 1948 por Rudolf Leopold, su propia memoria y sus documentos son la base para toda investigaci¨®n'.
Leopold cedi¨® su tesoro a la fundaci¨®n privada en 1994, por petici¨®n y financiaci¨®n ( 26.400 millones) de la Rep¨²blica de Austria y del Banco Nacional Austriaco, que se comprometieron a edificar el museo.
Con el Museo Leopold se completa la fase de aperturas en el nuevo Barrio de los Museos, que concentra las principales instituciones austriacas de arte contempor¨¢neo. La semana pasada se inaugur¨® el Museo de Arte Moderno Mumok, que da cabida a una colecci¨®n muy variada y algo dispar de artistas del siglo XX, de Andy Warhol a Picasso, algo de surrealismo y otras corrientes modernas.
Babelia
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