'A¨²n m¨¢s estupidiario' destapa todo lo que el micr¨®fono nunca quiso o¨ªr
En directo y con un verdugo disfrazado de micr¨®fono delante, s¨®lo hay una forma de incensar la inseguridad. En la misma frase, adem¨¢s, se puede convertir al Papa en un s¨¢dico incendiario. 'El Santo Padre se da la vuelta con el incensario y comienza a incinerar a la multitud...'. El desafortunado locutor trat¨® de arreglar su metedura de pata. En realidad, aclar¨® de inmediato, Juan Pablo II los estaba 'ahumando'. Pero ya era demasiado tarde, hab¨ªa entrado en A¨²n m¨¢s estupidiario (Aguilar, 2001).
Ram¨®n Gabilondo, director de programas de la SER, y Gorka Zumeta, coordinador regional de la misma cadena en Madrid, son los art¨ªfices de esta nueva antolog¨ªa del gazapo radiof¨®nico. Con A¨²n m¨¢s estupidiario esperan repetir el ¨¦xito de Estupidiario, publicado hace dos a?os y del que se han vendido cerca de 50.000 copias. 'La verdad es que lo de Torrente 2 nos anim¨® bastante', bromean.
Esta vez, la participaci¨®n de Luis del Val, coautor del libro anterior, se ha quedado en el pr¨®logo. Aunque lo ¨²nico que le ha 'disgustado' es no haber engrosado la lista de dislates. 'Esto a la larga va a crear celos en la profesi¨®n'. En una ocasi¨®n, recuerda, 'Gorka lleg¨® frot¨¢ndose las manos y diciendo te tenemos, te tenemos'. Aunque, a?ade desilusionado, el propio Zumeta regres¨® poco despu¨¦s para comunicarle que, 'por desgracia, hab¨ªa rectificado enseguida'.
En A¨²n m¨¢s estupidiario, los autores distinguen hasta cinco actitudes de quienes cometen un gazapo: Le da la risa, Pierde los papeles, Se mete en un jard¨ªn, Le echa ingenio y Ni se entera. 'Aunque parezca mentira', escriben, esta ¨²ltima 'es la reacci¨®n m¨¢s frecuente'. Para ilustrar este tipo de situaciones citan aquella en la que I?aki Gabilondo 'coment¨® sin inmutarse que una persona manten¨ªa una huelga de hambre que duraba ya 70 a?os. Desde luego', contin¨²an en el libro, 'es innegable que un ayuno tan prolongado debe dejar alg¨²n tipo de secuela en el huelguista, comentaba con cierta indiferencia el experto m¨¦dico consultado al respecto', que tampoco hab¨ªa advertido el lapsus.
A¨²n m¨¢s estupidiario se acompa?a de una cinta de una hora de duraci¨®n y toda clase de 'sonados' ejemplos. Desde una locutora que desde un tribunal comenta que 'la defensa del acusado pidi¨® la libre absoluci¨®n por trastorno mental transistorio' hasta otro que da paso a sus 'enviados espaciales en el Palacio de Congresos de Sevilla' o anuncia que en Canarias hay dos 'muertos de monta?a' cerrados. A diferencia de Estupidiario, esta nueva entrega no se limita a enumerar todas estas confusiones y anomal¨ªas, sino que las analiza y cataloga en funci¨®n de su origen, evoluci¨®n y consecuencias. 'Este libro deber¨ªa haberse titulado Tratado de gazapolog¨ªa, Volumen I', afirma Ram¨®n Gabilondo, quien no descarta publicar m¨¢s compendios en el futuro.
'Esto del gazapo crea adicci¨®n', asegura Luis del Val, quien por su parte ya ha ideado una estratagema para que no vuelvan a excluirle. 'Cuando se prepare el tercer libro dir¨¦ que el descubrimiento de Am¨¦rica fue en 1789 y la Revoluci¨®n Francesa en 1492 y no rectificar¨¦. A ver si esta vez tienen el valor de no incluirme'.
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