El tridente de la opini¨®n y el antisemitismo

A ver c¨®mo empiezo. S¨ª, quiz¨¢s toca primero que me desnude ideol¨®gicamente. Ah¨ª voy: no soy ni he sido nunca antisemita ni mucho menos defensor de la violencia. Digo esto, y usando t¨®picos medi¨¢ticos, ante la avalancha a la que nos est¨¢ sometiendo estos ¨²ltimos d¨ªas en EL PA?S el verdadero tridente de la opini¨®n, Villatoro-Rahola-Culla. Lo preocupante para el tridente comunicativo es la ligereza con que se ha tomado en este pa¨ªs el atentado del 11 de setiembre, que se haya menospreciado el valor de la vida humana y elevado las culpas de los EEUU por su pol¨ªtica internacional y, sobre todo, que no se haya actuado contra los actos de tinte antisemita.

A mi, como consumidor de medios de comunicaci¨®n, lo que me preocupa es la unidireccionalidad de los mensajes informativos de las ¨²ltimas fechas. Tenemos, por un lado, a Bin Laden, terrorista internacional, el cual parece ser el autor del atentado. Por otro lado, tenemos al r¨¦gimen talib¨¢n afgano que acoge al malvado en su seno. Y tenemos tambi¨¦n las ya famosas -y cuando menos dudosas- im¨¢genes de los palestinos celebrando el atentado. Lo que queda, pues, a nivel de calle es la imagen de un malo mal¨ªsimo que hace pruebas de tiro con su fusil y que representa a todo el mundo ¨¢rabe-isl¨¢mico sin exclusi¨®n. Y decir sin exclusi¨®n significa decir tambi¨¦n Palestina en particular, cosa que afecta sobre todo a las leg¨ªtimas reivindicaciones del pueblo palestino. Por tanto, ?a qu¨¦ viene ahora esta s¨²bita alerta ante el antisemitismo? Lo que hay, lo que ha habido des de 1948 y lo que seguir¨¢ habiendo en el mundo ¨¢rabe y, en concreto, palestino es un profundo sentimiento anti-estado de Israel. Gracias a un buen amigo, jud¨ªo, no palestino, he tenido ocasi¨®n de conocer, no la cruda, sino la crud¨ªsima realidad de los territorios ocupados por Israel, el aut¨¦ntico caldo de cultivo. As¨ª que desde mi modest¨ªsimo conocimiento rogar¨ªa al tridente de la opini¨®n que, en lugar de acusar al mundo de antisemita, nos argumentara este m¨¢s que descarado sionismo.