Da?os cient¨ªficos irreparables
Los afectados coinciden en que lo m¨¢s dif¨ªcil de evaluar son los a?os de investigaci¨®n perdidos
Santiago Elena, miembro de Gen¨¦tica Evolutiva del Instituto Cavanilles de Biodiversidad, trabajaba sobre dos virus diferentes, uno humano y otro animal, cuyas primeras muestras databan de 1990. 'Entre uno y otro, tal vez hayamos perdido, estimando por lo bajo, 10.000 cepas de virus', constata, para a?adir enseguida: 'Eso es irremplazable. Me he puesto en contacto con colegas de centros norteamericanos que me pueden volver a enviar los virus originales, para empezar de nuevo, pero todo lo que hemos ido generando a lo largo de estos diez a?os est¨¢ definitivamente perdido'. Igualmente se han evaporado unas 500 cepas de bacterias, fruto del lento trabajo experimental. 'Hay que pensar', aclara Elena, 'que el tipo de trabajo que nosotros hac¨ªamos, trabajo de evoluci¨®n experimental, supone someter las poblaciones virales a una serie de tratamientos y ver c¨®mo evolucionan en respuesta a lo que t¨² les haces. Son experimentos muy largos en el tiempo. Una de las tesis llevaba casi tres a?os de trabajo y ahora empezaba a arrojar los primeros resultados'. 'Eso', repite, 'se ha perdido'.
Los becarios de investigaci¨®n 'tienen su beca de investigaci¨®n y tienen que presentar resultados, disponen de cuatro a?os para hacer su tesis doctoral', recuerda Ricardo Jim¨¦nez, subdirector del Instituto Cavanilles, 'pero han perdido un mont¨®n de horas de trabajo y materiales'. S¨®lo en la unidad de Entomolog¨ªa de Jim¨¦nez hay 14 becarios.
'Lo he perdido todo'
'Estamos hablando de la naturaleza, cuyo comportamiento es variable', se?ala Jim¨¦nez, refiri¨¦ndose al trabajo de los bi¨®logos con animales vivos. Una de las l¨ªneas de investigaci¨®n de su grupo est¨¢ relacionada con la homologaci¨®n de productos insecticidas. Es un trabajo para la Administraci¨®n. 'A m¨ª me obligan a que las colecciones de insectos con las que hago los experimentos tengan un n¨²mero de generaciones antes de empezar a hacer las pruebas', explica. 'En ese sentido lo he perdido todo. Tengo que volver a coger colecciones de tres especies de cucarachas, de moscas y de mosquitos. ?Qu¨¦ pasa con las cucarachas, que tienen dos a?os de vida, cu¨¢nto tiempo ha de pasar hasta que tenga la colonia estabilizada que requiere la investigaci¨®n? Son por lo menos dos a?os para completar las generaciones'. ?ste es otro de los ejemplos del desaguisado provocado por el agua. Jim¨¦nez recuerda, adem¨¢s, que estaban en la fase de homologaci¨®n de laboratorios para poder trabajar como consultores del Ministerio de Sanidad, para realizar pruebas con especies de insectos que son vectores de enfermedades. '?Cu¨¢ndo podremos ahora pedir la certificaci¨®n correspondiente, con los laboratorios destrozados?', se pregunta.
Cada laboratorio es un mundo y en los s¨®tanos del edificio de investigaci¨®n hay varios. 'Un laboratorio como ¨¦ste es una cosa que se va haciendo poco a poco', dice Rafael Ib¨¢?ez, secretario del Instituto de Ciencia de los Materiales, en una habitaci¨®n dominada por un aparato de rayos l¨¢ser. 'Sobre todo, en el caso de los f¨ªsicos, se trata de laboratorios que no existen como tales y que se construyen in situ a medida de las necesidades. Aunque ma?ana trajeran una copia exacta del material, poner en marcha este laboratorio significar¨ªa medio a?o de trabajo antes de volver a funcionar como hasta ahora'.
En el caso de una de las m¨¢scaras del sat¨¦lite europeo Integral, desarrollada por el grupo de Astronom¨ªa que dirige V¨ªctor Reglero en el Instituto de Ciencia de los Materiales, el tiempo ya se ha echado encima. Se trata de una pieza fundamental, propiedad de la Agencia Espacial Europea, que deber¨ªa estar en condiciones de vuelo durante los ensayos del sat¨¦lite, que comienzan este mismo mes. Es la pieza de repuesto y si fallara la que en estos momentos lleva el sat¨¦lite, la paralizaci¨®n de los ensayos supondr¨ªa un coste aproximado para la Agencia de un mill¨®n de euros semanales. Uno de los componentes principales de la m¨¢scara es fibra de carbono, material higrosc¨®pico, que ha sido seriamente da?ado por el agua. Para m¨¢s inri, s¨®lo hay un fabricante en el mundo, en Estados Unidos, ahora limitado por restricciones de suministro debido a la crisis internacional. ?Cabe imaginar una situaci¨®n m¨¢s complicada, ramificaciones internacionales incluidas, para el equipo de investigadores que ha de reconstruir esta pieza contrarreloj?
Recuperaci¨®n de datos
Son muchos los proyectos paralizados y en algunos casos, esa par¨¢lisis supone el riesgo de p¨¦rdida de contratos. Es lo que le puede pasar al Instituto de Rob¨®tica, por ejemplo, si no tiene en condiciones el Visionarium para la pr¨®xima Feria Internacional del Turismo. 'Si recuperamos todo el material deteriorado, en cuatro o cinco meses podr¨ªa estar en funcionamiento', aventura el director del instituto, Gregorio Mart¨ªn. En el mejor de los casos, los da?os sufridos por el simulador de conducci¨®n dise?ado por sus investigadores, supondr¨¢n un a?o de trabajo perdido. En otros proyectos, como un sistema de red virtual aplicada al aprendizaje de personas autistas o un simulador de gr¨²a del puerto de Valencia, la p¨¦rdida de tiempo se cifra en meses.
Mientras tanto, empresas de recuperaci¨®n de datos trabajan intensamente para recomponer la informaci¨®n perdida en los ordenadores siniestrados. En todo caso, habr¨¢ que esperar al invierno para que la r¨¦plica prefabricada de las instalaciones cient¨ªficas de los s¨®tanos del edificio de investigaci¨®n de Paterna, est¨¦ construida en las proximidades de su ubicaci¨®n actual. S¨®lo entonces se podr¨¢ volver a trabajar con normalidad. En la junta de gobierno de la universidad, el rector, Pedro Ruiz, se refiri¨® a las 'muestras de solidaridad' recibidas de centros de investigaci¨®n, institutos tecnol¨®gicos y universidades como la de Barcelona, a trav¨¦s de su parque cient¨ªfico, la Aut¨®noma de Madrid o la Jaume I, que se han puesto a su disposici¨®n para que los investigadores, 'mientras se recupera el material da?ado, puedan continuar sus trabajos'.
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