El Deportivo se abona al milagro
El cuadro de Irureta iguala frente a un Celta espl¨¦ndido que lleg¨® a aventajarle por dos goles
En A Coru?a se celebra todos los a?os un congreso de brujer¨ªa. No estar¨ªa de m¨¢s que en el pr¨®ximo las echadoras de cartas, los chamanes y los videntes se ocupasen de lo que ocurre en Riazor. Porque el milagro se ha convertido en un hecho tan cotidiano en este estadio que puede sobrevenir en cualquier momento, incluso en uno de esos duelos a muerte entre los dos grandes rivales gallegos. Por tercera vez en diez d¨ªas, el Deportivo igual¨® en pocos minutos un marcador adverso ante un Celta que, tras una gran actuaci¨®n, cre¨ªa haber reunido todos los m¨¦ritos para la victoria. Fue la vibrante conclusi¨®n a un partido magn¨ªfico que demostr¨® la gran categor¨ªa del Celta y la incre¨ªble capacidad de reacci¨®n de un Deportivo que se siente tocado por la bendici¨®n del milagro.
DEPORTIVO 2| CELTA 2
Deportivo: Molina; Manuel Pablo (Scaloni m. 54), Djorovic, Naybet, Romero (Amavisca m. 74); Sergio, Mauro Silva; Makaay, Valer¨®n, Fran; y Trist¨¢n. Celta: Cavallero; Velasco, C¨¢ceres, Berizzo, Juanfran; Luccin, Giovanella; Karpin (Silvinho m. 90), Mostovoi, Edu; y Catanha (Jesuli m. 70). Goles: 0-1. M. 22. Falta desde la posici¨®n de interior izquierdo que saca Mostovoi al centro donde cabecea a gol Berizzo. 0-2. M. 67. Edu, en el pico izquierdo del ¨¢rea, regatea a Scaloni y marca con un gran tiro raso al primer palo. 1-2. M. 69. C¨®rner que cabecea Naybet y entra tras pegar en la mano de Juanfran. 2-2. M. 80. Penalti de Berizzo a Scaloni que transforma Pandiani. ?rbitro: Undiano Mallenco. Amonest¨® a Mostovoi, Naybet, Luccin, Juanfran, Pandiani, Berizzo, Scaloni. Unos 35.000 espectadores en Riazor.
Ya se sab¨ªa que no era un espejismo, pero, si quedaba alg¨²n esc¨¦ptico, el partido de anoche lo arroj¨® del caballo. Porque nadie puede decir que el Deportivo y el Celta no estuviesen a la altura de sus puestos ni que defraudasen las pasiones de los aficionados en esta clase de choques. Riazor asisti¨® a un partidazo entre dos equipos magn¨ªficos que lo pusieron todo para buscar la victoria: el juego bien construido, la tensi¨®n, el orden y los detalles t¨¦cnicos.
Si alguien quiere tener un detalle con Alex Ferguson, el entrenador del Manchester, que le mande el v¨ªdeo. De ese modo, podr¨¢ ver que en un estadio donde toda la potencia y la calidad de su abanico de estrellas se diluy¨® hace unos d¨ªas por pura cobard¨ªa, el Celta le ech¨® un pulso al anfitri¨®n. Sin descuidar sus obligaciones defensivas y sin perder nunca la solidez de su estructura, el cuadro vigu¨¦s sali¨® dispuesto a discutir al Deportivo la iniciativa y a jugar en su terreno si las circunstancias se lo permit¨ªan. Su actitud evit¨® el gran peligro en esta clase de partidos, que la cuerda se tense demasiado y paralice a los contendientes, y abri¨® el camino a una noche para paladares exigentes.
En los ¨²ltimos tiempos el Celta ha ido aquilatando su f¨®rmula y retirado algunas dosis de brillantez para ganar en consistencia. Ahora es un equipo que, jugando bien, resulta m¨¢s rocoso. En ese aspecto se ha acercado al modelo del Deportivo. Esa semejanza en el patr¨®n y las intenciones depar¨® un partido equilibrado, pero a la vez muy fluido, sin que la pugna en el medio del campo atascase el tr¨¢nsito. En todo caso, el Celta pareci¨® m¨¢s entero en la fase inicial, en la que se benefici¨® de la fragilidad defensiva del Deportivo, incompetente en los balones a¨¦reos y proclive a los despistes. Catanha goz¨® de tanta bula que al cuarto de hora ya hab¨ªa logrado rematar a puerta cuatro veces.
Pero quien desequilibr¨® el partido fue Berizzo, un jugador excelente que, adem¨¢s de defender, es un gran cabeceador y tira las faltas con precisi¨®n. El argentino salv¨® bajo los palos un remate de Trist¨¢n y s¨®lo dos minutos despu¨¦s apareci¨® en el ¨¢rea del Deportivo, donde aprovech¨® que la defensa local ten¨ªa plomo, salt¨® m¨¢s que nadie y cabece¨® a gol. Si el partido ya estaba interesante, el golpe de efecto del Celta lo llev¨® hasta su punto m¨¢s candente. El Deportivo reaccion¨® con grandeza y tuvo sus mejores momentos. Pero a Trist¨¢n volvi¨® a estrope¨¢rsele en el ¨²ltimo momento una magn¨ªfica jugada: cuando el bal¨®n ya estaba entrando, C¨¢ceres apareci¨® sobre la raya para emular a Berizzo.
El Celta cedi¨® un poco la iniciativa ante el empuje del Deportivo, acuciado por el marcador, pero el grupo de V¨ªctor Fern¨¢ndez evit¨® en todo momento la tentaci¨®n de enclaustrarse en el ¨¢rea. El choque mantuvo la intensidad y el equilibrio hasta que, al comienzo de la segunda parte, se produjo la escalofriante lesi¨®n de Manuel Pablo, cuyas im¨¢genes parecieron aturdir a los dos equipos. El Celta, que se estaba volviendo m¨¢s t¨ªmido, aprovech¨® el momento de confusi¨®n para cazar el segundo gol, que alegr¨® especialmente a su entrenador al confirmar punto por punto sus predicciones. Antes del partido, explic¨® que hab¨ªa elegido al diestro Edu para jugar en la izquierda porque esperaba que sorprendiese al lateral con alg¨²n regate interior. Y as¨ª fue justamente como Edu se zaf¨® de Scaloni antes de rematar a la base del poste.
Si alguien crey¨® que el partido estaba cerrado, los hechos no tardaron ni dos minutos en desmentirle. Porque, al siguiente c¨®rner contra el Celta, la defensa viguesa devolvi¨® los favores y consinti¨® que Naybet llegase a tiempo de cabecear a gol. Empe?ado en contradecir el curso habitual del f¨²tbol, el encuentro dio otro giro imprevisto. El Celta, en una demostraci¨®n de su gran estatura, plant¨® cara al viento que le soplaba de frente y se ech¨® hacia arriba para cortar de ra¨ªz los prop¨®sitos del Deportivo. La sombra del tercer gol rond¨® por la meta de Molina y, sin embargo, el resultado volvi¨® a ser muy distinto del que anunciaban las apariencias. Esta vez, el Deportivo ni siquiera necesit¨® un derroche de fe para remontar la corriente. Le bast¨® con que Berizzo tomase de nuevo la palabra, aunque esta vez para perjudicar a su equipo. Berizzo derrib¨® a Scaloni dentro del ¨¢rea y el penalti permiti¨® que Riazor viviese el tercer milagro en diez d¨ªas.
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