Annan alerta sobre la amenaza de ataques nucleares o biol¨®gicos

La ONU empez¨® ayer un debate de cinco d¨ªas para coordinar y hacer m¨¢s efectivas sus iniciativas en la lucha antiterrorista. Hasta ahora, las Naciones Unidas no han sido capaces de ofrecer definici¨®n o respuesta coherente a un problema que se ha vuelto m¨¢s acuciante desde los atentados del d¨ªa 11, y que podr¨ªa incluir, advirti¨® ayer el secretario general, Kofi Annan, armas de destrucci¨®n masiva.

El invitado de honor, el alcalde de Nueva York, Rudolph Giuliani, resumi¨® el debate en una frase: 'Ya no hay sitio para la neutralidad'. 'Es dif¨ªcil imaginar que pueda haber peor tragedia que la del 11 de septiembre. Sin embargo, un solo atentado que implique armas nucleares o biol¨®gicas puede matar a millones de personas', dijo Annan, haci¨¦ndose eco del miedo que siente Estados Unidos y el resto del mundo ante su vulnerabilidad en caso de este tipo de ataque.

Para evitar la proliferaci¨®n de estas armas, Annan pidi¨® 'redoblar los esfuerzos para asegurar la universalidad, la verificaci¨®n y el cumplimiento de los tratados m¨¢s importantes', y 'fortalecer las legislaciones nacionales sobre exportaciones de productos y tecnolog¨ªas necesarias' para la fabricaci¨®n de estos arsenales. El secretario general sugiri¨® tipificar como delito la adquisici¨®n y uso de estas armas por grupos no gubernamentales.

El debate pretende dar coherencia a los esfuerzos de la ONU contra el terrorismo. El s¨¢bado, la Asamblea General aprob¨® por unanimidad una resoluci¨®n, la 1.373, propuesta por EE UU, que pide en tono vinculante y conminatorio a los 189 pa¨ªses miembros que congelen los medios de financiaci¨®n de las organizaciones terroristas, nieguen el apoyo pol¨ªtico, diplom¨¢tico o log¨ªstico a cualquier grupo sospechoso y aceleren el intercambio de informaci¨®n.

Hasta ahora, este tipo de iniciativas no han tenido mucho ¨¦xito. Desde 1963, la ONU ha elaborado una docena de instrumentos legales contra el terrorismo, pero s¨®lo cinco han sido aprobados por algo m¨¢s de cien pa¨ªses, debido a las insuperables diferencias en definir exactamente contra lo que se pretende luchar. 'Entiendo y acepto la necesidad de precisi¨®n legal', dijo Annan, 'pero francamente tambi¨¦n existe una necesidad de claridad moral. No se puede aceptar a aquellos que buscan justificar la deliberada muerte de civiles inocentes sin importar la causa o el perjuicio'.

Con su estilo contundente, el alcalde de Nueva York no pudo evitar referirse a la lentitud y ambig¨¹edad de muchas de las resoluciones de la ONU. 'Ya no hay tiempo para m¨¢s an¨¢lisis o directivas poco claras. No hay sitio para la neutralidad. Hay que elegir entre civilizaci¨®n y terrorismo'. El alcalde lo resumi¨® en una frase lapidaria: 'Nosotros tenemos raz¨®n y ellos est¨¢n equivocados'. El nuevo representante norteamericano ante las Naciones Unidas, John Negroponte, en su primera intervenci¨®n oficial en este foro, asegur¨® que la lucha de Washington contra el terrorismo no pod¨ªa llevarse a cabo de forma unilateral y que en ning¨²n momento ten¨ªa como objetivo el islam.

La imagen de Rudolph Giuliani abriendo una sesi¨®n de la ONU fue, cuando menos, inusual. Primero, porque algo as¨ª no se produc¨ªa desde hace 50 a?os. S¨®lo dos de sus predecesores participaron en alg¨²n momento en una ceremonia de la ONU: la puesta de la primera piedra, en 1949, y el inicio del primer debate, en 1952. Segundo, porque Giuliani ha sido especialmente duro con la organizaci¨®n.

Diferencias que el propio Annan no pudo evitar mencionar: 'Las relaciones sanas tambi¨¦n tienen momentos malos. Usted no es el ¨²nico alcalde que se ha mostrado molesto por lo que aqu¨ª se ha dicho'. Todo qued¨® borrado ayer. 'Nunca la ONU y Nueva York han estado tan unidas como ahora', resalt¨® Annan.