Espa?a s¨®lo recibi¨® un informe oral de las pruebas contra Bin Laden
El Gobierno resta importancia a que Washington se negase a entregarle los documentos
El ministro de Asuntos Exteriores, Josep Piqu¨¦, admiti¨® ayer en el Congreso que la Administraci¨®n de Estados Unidos se ha limitado a leer a representantes espa?oles las pruebas que implican a Osama Bin Laden en los ataques terroristas del 11 de septiembre, pero se ha negado a entregarle ning¨²n documento. La oposici¨®n se qued¨® 'de piedra', en palabras del portavoz socialista en la Comisi¨®n de Exteriores, Manuel Mar¨ªn. El PSOE e Izquierda Unida hab¨ªan pedido al Gobierno que remita a la Comisi¨®n de Secretos Oficiales del Congreso una documentaci¨®n que, seg¨²n se supo ayer, no tiene.
La encargada de negocios de la Embajada de EE UU en Madrid, Heather M. Hodges, n¨²mero uno de la legaci¨®n diplom¨¢tica al no haber todav¨ªa embajador, se reuni¨® el pasado martes con el secretario de Estado de Pol¨ªtica Exterior, Miquel Nadal, y el secretario general, Javier Garrigues.
La funcionaria estadounidense ley¨® a los dos altos cargos espa?oles un extenso telegrama, con algunos apartados confidenciales, que demostrar¨ªa la implicaci¨®n del multimillonario saud¨ª y de su organizaci¨®n Al Qaeda en los ataques contra Nueva York y Washington, as¨ª como en otros m¨²ltiples atentados, consumados o frustrados, de los ¨²ltimos a?os. Igualmente ilustraba sobre la protecci¨®n y apoyo que le presta el r¨¦gimen talib¨¢n de Kabul y sobre sus conexiones con otros grupos terroristas.
Sin embargo, la encargada de negocios advirti¨® a los dos representantes de Asuntos Exteriores que ten¨ªa instrucciones de no dejarles ning¨²n documento. En consecuencia, el Gobierno espa?ol no ha podido realizar un an¨¢lisis de dichas pruebas, teniendo en cuenta adem¨¢s que los dos representantes que recibieron la informaci¨®n verbal no son especialistas en la materia. Espa?a y EE UU tienen acuerdos sobre protecci¨®n de informaci¨®n clasificada que garantizan el secreto de los documentos entregados por cualquiera de las dos partes.
Ante el estupor de la oposici¨®n, Piqu¨¦ afirm¨® que toda la informaci¨®n que pod¨ªa aportar al respecto es la que el Gobierno brit¨¢nico, que s¨ª ha recibido documentos de EE UU, ha colocado en Internet, por lo que remiti¨® a los diputados a dicha web, cuyo contenido reprodujo ayer EL PA?S, entre otros diarios.
El portavoz socialista expres¨® su 'preocupaci¨®n y perplejidad' por las declaraciones del ministro, que, a su juicio, revelan la falta de confianza de las autoridades estadounidenses en las espa?olas. '?D¨®nde queda la relaci¨®n privilegiada y preferencial entre Espa?a y Estados Unidos de la que tantas veces ha presumido usted?', le pregunt¨®. Mar¨ªn agreg¨® que esta confesi¨®n le permit¨ªa entender la 'angustia' del Gobierno ante la petici¨®n de la oposici¨®n para que remita a la Comisi¨®n de Secretos Oficiales las pruebas inculpatorias contra Bin Laden y as¨ª el Parlamento pueda 'corresponsabilizarse' de las tajantes acusaciones contra ¨¦l. En todo caso, advirti¨®, el PSOE no piensa retirar su solicitud.
'Me sorprende su sorpresa', le respondi¨® Piqu¨¦. Asegur¨® que la informaci¨®n transmitida a Espa?a fue la misma que permiti¨® a la OTAN activar el mecanismo de defensa mutua previsto en el art¨ªculo 5 del Tratado de Washington e id¨¦ntica a la que se comunic¨® bilateralmente a otros pa¨ªses aliados. No aclar¨®, sin embargo, si ¨¦stos la recibieron por escrito.
Pero Piqu¨¦ dej¨® claro que ni siquiera verbalmente est¨¢ dispuesto a facilitar m¨¢s informaci¨®n al Congreso que la que ya ha difundido Londres en Internet. Adujo que la Comisi¨®n de Secretos Oficiales no garantiza la confidencialidad de lo que en ella se dice. Un argumento sorprendente en v¨ªsperas de que el Gobierno apruebe el proyecto de ley del nuevo centro de espionaje, que encomienda su control a dicha comisi¨®n del Congreso.
Apoyo al Gobierno
M¨¢s all¨¢ de esta trifulca, Mar¨ªn reiter¨® que el partido socialista apoya al Gobierno en esta crisis y que 'no hay ninguna brecha' en cuestiones de fondo. Especialmente en la interpretaci¨®n que hizo Piqu¨¦ de las resoluciones de Naciones Unidas, seg¨²n la cual 'Estados Unidos no necesita volver a pedir autorizaci¨®n del Consejo de Seguridad para usar la fuerza, aunque s¨ª comunic¨¢rselo con posterioridad'.
En este punto, la voz discrepante fue la del coordinador de IU, Gaspar Llamazares, quien critic¨® las reiteradas declaraciones del presidente Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar favorables a la participaci¨®n de tropas espa?olas en la operaci¨®n, a pesar de que EE UU ni siquiera se lo ha pedido. 'Nos preocupa que intente vestirse de caqui para ocultar problemas pol¨ªticos internos', afirm¨®.
Seg¨²n explic¨® Piqu¨¦, las ¨²nicas unidades espa?olas que en este momento podr¨ªan movilizarse, si as¨ª lo deciden finalmente los mandos militares aliados, son las integradas en las fuerzas permanentes de la OTAN: las fragatas Santa Mar¨ªa y Extremadura, el cazaminas Tambre y los militares destinados en los aviones AWACS de alerta temprana.
M¨¢s all¨¢ de este apoyo limitado, la verdadera contribuci¨®n de la OTAN consistir¨¢ probablemente en la sustituci¨®n de los alrededor de 10.000 soldados estadounidenses desplegados en los Balcanes. Washington podr¨ªa aprovechar esta crisis para cumplir su antiguo deseo de retirarse de la zona. Una posibilidad que preocupa a los aliados europeos, ya que puede presagiar una futura divisi¨®n del trabajo: la OTAN se hace cargo del patio trasero europeo, mientras que EE UU se reserva en exclusiva el papel de polic¨ªa mundial.
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