Por fin, todos juntos
El torneo de la reunificaci¨®n comienza hoy con Sabonis inscrito en la plantilla del Zalguiris
Los mejores equipos del baloncesto europeo vuelven a caminar juntos. Atr¨¢s ha quedado el a?o de cisma entre los clubes fieles a la FIBA (la Federaci¨®n Internacional) y los de la ULEB (la asociaci¨®n de ligas nacionales, entre ellas la espa?ola, rebelde al organismo oficial). La temporada 2001-02 es la de la reunificaci¨®n, aunque de manera incompleta: la ULEB y la FIBA a¨²n mantienen las relaciones rotas. Una vez que se demostr¨® el fracaso econ¨®mico de la Suproliga (la competici¨®n de la FIBA), los clubes que compet¨ªan en ella no han tenido otro remedio que incorporarse a la Euroliga. La nave continuar¨¢ dirigida, ¨²nicamente, por los clubes.
El resultado es una competici¨®n con ocho equipos m¨¢s. Ahora son 32, que se reducir¨¢n a la mitad tras la primera fase. La segunda liguilla ser¨¢ implacable: s¨®lo el campe¨®n de cada grupo se clasificar¨¢ para la Final a Cuatro, f¨®rmula que regresa de nuevo. No se repetir¨¢n las eliminatorias, con una final al mejor de cinco partidos.
Cuatro son los clubes espa?oles que aspiran a llegar hasta all¨ª a primeros de mayo, en una sede a¨²n por determinar. Son los semifinalistas de la ¨²ltima Liga. Aunque el Tau, Barcelona, Real Madrid y Unicaja parten en inferioridad de condiciones. El conflicto con los comunitarios B (los jugadores europeos nacidos fuera de la UE) ha impedido a los clubes espa?oles formar plantillas m¨¢s competitivas. Muchos de sus rivales, en cambio, no han tenido impedimentos en sus competiciones nacionales y pueden alinear al mismo tiempo dos jugadores extranjeros y cuantos comunitarios B quieran.
La Euroliga ha perdido a algunos talentos, como Pau Gasol, emigrado a la NBA. Pero hay otros jugadores que han tomado el viaje opuesto. El caso m¨¢s esperado es el de Arvydas Sabonis, que en diciembre cumplir¨¢ 37 a?os y ha vuelto a Lituania, donde el Zalguiris lo ha inscrito en su plantilla para la competici¨®n europea. Por ahora no debutar¨¢ porque a¨²n no est¨¢ en forma. Pero se le espera. El Bar?a, enclavado en su mismo grupo, puede tener esa suerte en la primera fase.
Todos los equipos espa?oles comenzar¨¢n la competici¨®n fuera de casa. El Tau, pese a su anterior gran campa?a, cotiza a la baja porque, entre otras razones, no ha suplido la baja de Stombergas. Hoy juega (20.30, ETB-1 y V¨ªa Digital) en el pabell¨®n Drazen Petrovic, la cancha del Cibona, ganador la semana pasada del Torneo de Apertura de la Euroliga.
El Unicaja, campe¨®n de la Copa Korac y que vuelve a esta competici¨®n despu¨¦s de seis a?os ausente, cuenta con la sabidur¨ªa de su entrenador, cuatro veces campe¨®n de Europa con tres equipos distintos (Jugoplastika, Limoges y Panathinaikos). Hoy acude a la cancha del Benetton (20.30, V¨ªa Digital).
El Barcelona, cuya deuda con la Euroliga es hist¨®rica, a¨²n tiene que comprobar si Ekonomou y Okulaja compensan la p¨¦rdida de Gasol. Debutar¨¢ ma?ana (20.30, V¨ªa Digital), en un partido tranquilo, en la cancha del Opel Skyliners alem¨¢n, uno de los m¨¢s d¨¦biles de su grupo.
El Real Madrid, ¨²ltimo campe¨®n espa?ol (1995), ha confeccionado un equipo pensado en prosperar en Europa. Se ha fiado de la teor¨ªa que defiende la imposibilidad de triunfar en la Euroliga sin muchos cent¨ªmetros en el interior, as¨ª que se ha sumado a la moda. Tiene a Tarlac (2,10 metros) y Tabak (2,13). Empieza en Montenegro (20.30, V¨ªa Digital), en la pista del Buducnost, campe¨®n yugoslavo los ¨²ltimos tres a?os.
La reunificaci¨®n complica a¨²n m¨¢s las posibilidades de los espa?oles. El Kinder se mantiene como uno de los m¨¢ximos candidatos. Contin¨²a con el mismo bloque que le dio el t¨ªtulo la temporada pasada, adem¨¢s del esloveno Sani Becirovic. Este a?o se a?aden a la parrilla el Maccabi (campe¨®n de la Suproliga), el Panathinaikos de Zeljko Obradovic (aunque con problemas econ¨®micos, al igual que otros equipos griegos) y los turcos, entre otros.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.