El GPS sustituye al l¨¢ser en el protagonismo de acciones b¨¦licas
Menos del 10% de la munici¨®n empleada en la guerra contra Irak era inteligente.
La guerra del Golfo fue la primera demostraci¨®n p¨²blica de la precisi¨®n del armamento moderno. Las im¨¢genes de las bombas cayendo sobre las tomas de ventilaci¨®n de un fort¨ªn o entrando por la ventana dieron la vuelta al mundo. Dejando aparte la sensaci¨®n de angustia asociada con toda esta destrucci¨®n, lo cierto es que pocos pudieron reprimir un sentimiento de asombro ante el alarde tecnol¨®gico.
La clave de esta exactitud casi quir¨²rgica estriba en el sistema de guiado que convierte a una bomba normal en una bomba inteligente. Eso implica el empleo de c¨¢maras de televisi¨®n, el guiado por l¨¢ser y -la ¨²ltima novedad- sensores GPS, lo que ya se ha dado en llamar tambi¨¦n misiles geniales (brilliant missiles) para distinguirlas de las guiadas por l¨¢ser.
Los primeros modelos de armas inteligentes se utilizaron en Vietnam, como alternativa a los brutales bombardeos masivos en alfombra. Aunque su eficacia estuvo en entredicho, el principio b¨¢sico demostr¨® ser viable y promovi¨® el desarrollo de sistemas m¨¢s avanzados, que son los que ahora ya se est¨¢n utilizando.
Una bomba inteligente debe disponer de un sistema para controlar su trayectoria. El m¨¢s normal son las aletas servoaccionadas que funcionan como las superficies de control de un avi¨®n. Durante su ca¨ªda, una de estas bombas puede corregir su trayectoria de diez a quince kil¨®metros.
Un misil equipado con el mismo sistema a¨²n tiene m¨¢s capacidad de maniobra, ya que cuenta, adem¨¢s, con su propio sistema de propulsi¨®n que le confiere mucho mayor alcance. Existen modelos que se lanzan desde un avi¨®n sin siquiera haber llegado a ver el objetivo; ellos solos encuentran el camino.
En el caso del guiado por televisi¨®n, en el morro del proyectil se instala una c¨¢mara miniaturizada. En el avi¨®n o en tierra, el piloto tiene ante s¨ª una palanca de control y una pantalla que refleja lo que ve la bomba en su ca¨ªda. No tiene m¨¢s que dirigirla hacia el blanco como un videojuego. Los sistemas que exigen el guiado continuo son los m¨¢s burdos. Lo normal es que el piloto apunte, fije el blanco en el guiado de la bomba y la suelte.
Otros tipos de bomba son capaces de reconocer el blanco por s¨ª solos. Bien sea cuando los ven en su punto de mira o porque anteriormente se ha suministrado a la bomba una foto o 'modelo' del objetivo a batir. Esos modelos se obtienen a partir de fotograf¨ªas a¨¦reas que generalmente env¨ªan aviones de reconocimiento -con o sin piloto- y mediciones de altura mediante alt¨ªmetros l¨¢ser. Precisamente, el avi¨®n que Afganist¨¢n asegur¨® haber derribado hace unas semanas era un Predator, destinado a este tipo de tareas.
Algunos sistemas de guiado modernos se fabrican en m¨®dulos separados, de forma que pueden adaptarse a diferentes tipos de arma. Algunos emplean c¨¢maras de televisi¨®n convencionales y otros, c¨¢maras infrarrojas, capaces de distinguir el calor que emiten veh¨ªculos o edificios en plena noche.
Una GBU-15, el modelo guiado por TV m¨¢s corriente, pesa tonelada y media y se lanza desde los F-111 o F-15. El ej¨¦rcito americano cuenta con unas 2.000. Cada una vale entre 200.000 y 300.000 d¨®lares, seg¨²n tenga o no visi¨®n infrarroja. En la guerra del Golfo se usaron unas 70 para destruir los distribuidores de petr¨®leo en los pozos en llamas y bloquear el flujo de crudo.
Guiadas por l¨¢ser
Las bombas guiadas por l¨¢ser requieren la participaci¨®n de dos equipos: uno se encarga de marcar el objetivo con un haz de l¨¢ser y otro, de lanzar la bomba. Ambos pueden encontrarse a bordo del mismo avi¨®n o muy separados. Por ejemplo, no es raro que un comando de infanter¨ªa vaya equipado con el iluminador para marcar blancos.
El l¨¢ser que se utiliza suele ser infrarrojo, para que no resulte obvio detectarlo. El rayo no es un mero haz de luz, sino que adem¨¢s transmite una sencilla codificaci¨®n digital. As¨ª, si se atacan varios objetivos a la vez, cada bomba busca su blanco.
Hay pocos modelos de sensores l¨¢ser, pero se adaptan en el morro de una gran variedad de bombas. Las m¨¢s conocidas son las que se dirigen contra b¨²nkers y objetivos reforzados. El detector ¨®ptico ve solamente la banda infrarroja: aun en pleno d¨ªa, para ¨¦l todo es oscuridad, salvo el c¨ªrculo iluminado por el l¨¢ser. Una vez localizado, es cuesti¨®n de dirigir el arma hacia all¨ª.
Las bombas m¨¢s modernas hacen uso de tecnolog¨ªa inercial o GPS o una combinaci¨®n de ambas. Los sistemas inerciales utilizan gir¨®scopos y aceler¨®metros para medir desviaciones de trayectoria a medida que progresa la ca¨ªda. Pueden llevar alg¨²n tipo de guiado ¨®ptico para la fase final, pero la mayor parte del trabajo est¨¢ encomendado a un ordenador, -instalado por lo general en la cola de la bomba- que contiene las coordenadas del objetivo y env¨ªa a las aletas las ¨®rdenes necesarias para corregir el rumbo. Los sistemas inerciales pueden compensar incluso las desviaciones que sufre la bomba al encontrar rachas de viento.
Los equipos con GPS funcionan m¨¢s o menos igual, pero buscan coordenadas geogr¨¢ficas concretas. Las coordenadas han sido determinadas con antelaci¨®n por otros m¨¦todos, bien con aviones, sat¨¦lites o soldados.
Los sat¨¦lites esp¨ªa tambi¨¦n llevan GPS, de forma que una vez localizado un objetivo, su longitud y latitud puede conocerse con errores del orden de un metro. Para la altura sobre el nivel del mar se emplean tel¨¦metros l¨¢ser, que miden el tiempo que tarda un haz de luz en rebotar sobre el blanco. Su precisi¨®n est¨¢ en el rango de cent¨ªmetros.
EE UU dispone de un mapamundi topogr¨¢fico realizado con esa exactitud. Se utiliza no s¨®lo para guiar bombas inteligentes, sino para establecer las trayectorias de los misiles crucero, que vuelan a pocos metros del suelo.
Las bombas sofisticadas utilizan GPS diferencial. Es una t¨¦cnica que permite compensar los peque?os errores debidos a la diferente velocidad de propagaci¨®n de las se?ales GPS al atravesar capas de la atm¨®sfera m¨¢s o menos h¨²medas. Hacen falta dos mediciones simult¨¢neas: o bien desde la propia bomba, utilizando diferentes sat¨¦lites o bien apoy¨¢ndose en una de tierra.
En ese ¨²ltimo caso, el GPS se usa al rev¨¦s. Como las coordenadas de la estaci¨®n fija se conocen con toda exactitud, la se?al de los sat¨¦lites GPS se utiliza para recalcularlas continuamente y determinar las discrepancias frente al valor real. Esas diferencias se deben, principalmente, a la meteorolog¨ªa. Es posible, pues, calcular las correcciones para ese momento y transmitirlas al proyectil que ya va en ca¨ªda libre. El error de una bomba guiada por sistema inercial es de 30 metros. Con el GPS, 15.
Listas , pero caras
Los modelos guiados por GPS le cuestan al contribuyente norteamericano entre 150.000 y 250.000 d¨®lares. Solamente el equipo GPS ronda los 50.000.Estas armas son tan caras que su uso est¨¢ muy restringido. A efectos indicativos, menos del 10% de la munici¨®n empleada contra Irak era 'inteligente'. Las empresas Raytheon y Lockheed Martin destacan por su tecnolog¨ªa de guiado de misiles y de otros sistemas electr¨®nicos. Por eso, quiz¨¢s, son dos de las empresas que m¨¢s han subido en bolsa desde el 11 de septiembre (39% y 24%, respectivamente). Northorp, especializada en veh¨ªculos sin tripulaci¨®n, ha subido el 31%.
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