Dise?adores del siglo XXI
Es sabido que el dise?o representa uno de los m¨¢s interesantes desaf¨ªos a los que se enfrenta la tradici¨®n de las llamadas 'bellas artes'. ?stas se hicieron 'bellas' cuando sus practicantes, asentando su jerarqu¨ªa sobre los simples artesanos (presuntamente incultos), se organizaron en academias, como si fueran fil¨®sofos. Desde entonces, las 'bellas' artes se distinguieron de las 'aplicadas': las 'aplicadas' produc¨ªan objetos ¨²tiles, las otras produc¨ªan objetos presuntamente in¨²tiles o puros, o en cualquier caso inaplicables.
Que esta visi¨®n de las cosas ha perdido sentido y vigencia, o que nunca respondi¨® a la verdad, es lo que ha venido demostrando el dise?o a lo largo del siglo pasado. Apoyado en la tecnolog¨ªa, m¨¢s o menos consciente de la historia, docto y prestigiado, el dise?ador ha podido proyectar im¨¢genes y objetos no ya como si fuera fil¨®sofo, cosa del pasado, sino como si fuera un aut¨¦ntico artista.
UN M?VIL EN LA PATERA
Dise?o. Espai d'Art Contemporani de Castell¨® Prim, s/n. Castell¨®n Hasta el 2 de diciembre
La exposici¨®n que motiva estas (obvias y parad¨®jicas) consideraciones es el resultado de la idea de un dise?ador valenciano, Paco Bascu?¨¢n. Hay que advertir que su t¨ªtulo, Un m¨®vil en la patera, tal vez llame un poco a enga?o. S¨®lo responde a lo que realmente se muestra cuando se le da al asunto una ¨²ltima vuelta de tuerca. Porque no se trata propiamente de subrayar el ben¨¦fico papel de las nuevas tecnolog¨ªas en los tristes planes emigratorios de norteafricanos, sino de llamar la atenci¨®n sobre el fondo miserable que nos sustenta a muchos que seguimos siendo demasiado pocos.
Aparte de la contribuci¨®n de Kyle Cooper-Imaginary Forces, en la que se juega sin necesidad con los dise?os de los t¨ªtulos de cr¨¦dito de unas pel¨ªculas de Hollywood, el resto de los trabajos incide en el problema de insertar el concepto de dise?o en el siglo XXI. Dise?ar im¨¢genes y objetos tiene su rutina inevitable; cuestionar esa rutina es lo que acerca el dise?o a las otras artes (y viceversa).
Estos dise?adores hacen co
sas bastante raras, pero nunca del todo in¨²tiles. El grupo Tomato, de Londres, despu¨¦s de nueve a?os realizando anuncios televisivos e instalaciones, presenta una pieza especialmente pensada para el espacio en que se expone: varios grandes murales, pizarras pintadas con tiza, en donde aparecen iconos cient¨ªficos o tecnol¨®gicos, sue?os infantiles; o bien figuras geom¨¦tricas, l¨ªneas primitivas o palabras truncadas. Los espectadores pueden ?o deben? intervenir en ellos con la tiza de las que les provee. En este caso, lo que se propone como dise?o es algo as¨ª como una invitaci¨®n a una experiencia espec¨ªfica.
Siempre entendiendo el dise?o como una forma de comunicaci¨®n, otros grupos siguen caminos diferentes. Los suecos de Snowcrash presentan, por ejemplo, una silla-colch¨®n, unos m¨®dulos para paneles aislantes que pueden formar oleadas y una l¨¢mpara imaginaria que s¨®lo ilumina cuando aparece en un v¨ªdeo. Los holandeses de Droog Design son algo m¨¢s ideol¨®gicos: una c¨®moda compuesta de un irregular hatillo de cajones desechados, o cuatro asientos resueltos en torno a una cruz gamada o a una cruz cristiana. Son objetos que interpretan modelos ¨²tiles, y ellos mismos podr¨ªan ser ¨²tiles, si se quiere, pero tambi¨¦n comprometidos.
En cuanto a los espa?oles: H¨¦ctor Serrano ha dise?ado una especie de botijo inspirado en las botellas de pl¨¢stico de agua mineral, as¨ª como una L¨¢mpara Superpatata de luz regulable, apilable y eficaz incluso como 'almohada antiestr¨¦s'. Estas cosas nos recuerdan al menos d¨®nde estamos. Como la Casa b¨¢sica de Mart¨ªn Ruiz de Az¨²a: una vivienda port¨¢til de poli¨¦ster (bien plegada cabe en un bolsillo, y s¨®lo pesa 200 gramos) inflable, c¨¢lida, vol¨¢til y con vistas. Alberto Mart¨ªnez, sin embargo, ha desarrollado un trabajo bastante menos ir¨®nico: su Arrow Project permite sacar la flecha del rat¨®n de un ordenador y llevarla por ah¨ª activando la pantalla con los objetos se?alados y activando con ella los objetos mismos. He aqu¨ª otro buen ejemplo de arte 'aplicado' en forma de dise?o autoconsciente. S¨®lo cabe esperar que esa autoconsciencia no les paralice tambi¨¦n a ellos.
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