La Generalitat frena la concesi¨®n de tarjetas sanitarias a inmigrantes

La exigencia del n¨²mero de identificaci¨®n de extranjero, un documento que tarda meses en ser remitido, frena la concesi¨®n de tarjetas sanitarias a los inmigrantes, seg¨²n el diputado socialista Daniel Gozalbo. Hasta que se ha puesto en marcha esa medida, bastaba con la presentaci¨®n de un certificado de empadronamiento o haber iniciado un expediente de regularizaci¨®n. Unos 2.000 inmigrantes est¨¢n pendientes de recibir su n¨²mero de identificaci¨®n y su tarjeta.

El parlamentario socialista, Daniel Gozalbo, ha denunciado el freno que la Consejer¨ªa de Sanidad ha impuesto a la concesi¨®n de las llamadas 'tarjetas solidarias', que reconocen el derecho a la asistencia sanitaria p¨²blica a los inmigrantes que residen en la Comunidad Valenciana. Hasta ahora, Sanidad conced¨ªa estas tarjetas con la presentaci¨®n del certificado de empadronamiento o con cualquier otro documento que acreditara el inicio de un expediente para la regularizaci¨®n de aquellos inmigrantes que se encuentran en estado irregular. Sin embargo, ahora 'Sanidad ha remitido una circular a los centros de Castell¨®n por la que requiere que se exija el n¨²mero de identificaci¨®n de extranjero (NIE) para conceder la tarjeta solidaria', ha indicado Gozalbo.

El problema es que la concesi¨®n del NIE lleva un retraso de nueve meses, seg¨²n el diputado, mientras que el subdelegado del Gobierno en Castell¨®n, Vicente S¨¢nchez Peral, admite la demora aunque la sit¨²a en cuatro meses. Este n¨²mero no supone la regularizaci¨®n, sino que ¨²nicamente sirve, para que el Gobierno central, identifique a los extranjeros irregulares. El caso es que, tal como ha manifestado el socialista, existen cerca de 2.000 personas a la espera de recibir su n¨²mero de identificaci¨®n y que, por lo tanto, 'no pueden recibir la tarjeta que les permite la asistencia sanitaria'. Los retrasos en la concesi¨®n del NIE, seg¨²n S¨¢nchez Peral, tienen su origen en Madrid, ya que es un n¨²mero correlativo que se otorga a nivel nacional. S¨®lo se concede de forma casi inmediata, seg¨²n Daniel Gozalbo, 'a las embarazadas, los menores y a colectivos de alto riesgo'. Precisamente entre estos ¨²ltimos se han detectado casos de tuberculosis.

La consecuencia primera de este freno a la asistencia regular a los inmigrantes es el colapso en los servicios de urgencias, ya que es el ¨²nico lugar al que los irregulares pueden acudir y ser atendidos de afecciones por las que, en otro caso, recurrir¨ªan a los centros de salud.

Desde la aprobaci¨®n, en febrero de 2000, para la creaci¨®n de este documento, Sanidad hab¨ªa concedido un total de 26.527 tarjetas solidarias, que incluyen el derecho a prestaciones farmac¨¦uticas en las mismas condiciones que los ciudadanos espa?oles, mientras que a los inmigrantes con escasos recursos econ¨®micos se les ofrece prestaci¨®n farmac¨¦utica gratuita. Por provincias, en Valencia se han aprobado 13.088 tarjetas; en Castell¨®n, 2.858 y en la provincia de Alicante, se han aprobado 10.581.

Para el parlamentario socialista ¨¦ste es uno de los cuatro graves problemas con los que se encuentran los inmigrantes en la Comunidad Valenciana. La tramitaci¨®n de los permisos de trabajo, el acceso a la vivienda y la educaci¨®n son los otros tres grandes ¨¢mbitos que dificultan y, en ocasiones, imposibilitan su integraci¨®n. Seg¨²n Carmen Barcel¨®, una trabajadora social de la capital de La Plana, circunstancias como el hacinamiento en viviendas ante las graves dificultades para encontrar una casa o el fracaso escolar por la falta de adaptaci¨®n de los inmigrantes est¨¢n empezando a provocar 'el rechazo a colectivos y los primeros conflictos sociales'. Para combatirlos, seg¨²n Gozalbo, es necesaria una pol¨ªtica integral sobre la inmigraci¨®n y la coordinaci¨®n de todos los estamentos que, actualmente, desarrollan programas independientes. Adem¨¢s, seg¨²n Carmen Barcel¨®, en el caso de Castell¨®n, resulta urgente la creaci¨®n de un centro de atenci¨®n psicosanitaria ya que los casos de ludopat¨ªas, depresiones, alcoholismo y prostituci¨®n empiezan a proliferar.