Buena novillada para empezar

En una buena tarde de novillos, Andr¨¦s Luis Dorado la tuvo mala. Lo vimos en dos versiones: en la primera, con un enemigo que se toreaba admirablemente, se coloc¨® fuera de cacho y mulete¨® con vulgaridad. En la segunda versi¨®n se fue a lo espectacular y recibi¨® al cuarto con un farol a porta gayola, una larga cambiada despu¨¦s y remat¨® con media de rodillas. En la muleta siguieron las alternancias entre torear de rodillas y enhiesto, siendo lo ¨²nico destacable una tanda de naturales y la torpeza exhibida para matar, ya que precis¨® de tres pinchazos y cinco descabellos, oyendo un aviso.

Octavio Chac¨®n estuvo serio y firme con el quinto, un cuatre?o de diminutos pitones con genio y cierta mansedumbre. Corri¨® bien la mano y se estuvo razonablemente quieto hasta que el novillo hizo por rajarse. Tras una estocada defectuosa entrando despacio, oy¨® un aviso. En el segundo todo hab¨ªa sido demasiado feliz: el novillo, de escasa presencia, fue bravo y Chac¨®n lo tore¨® mucho, siempre en l¨ªnea y hacia afuera.

David Gal¨¢n, en su segunda aparici¨®n como novillero, dej¨® constancia, sobre todo, de una gran capacidad lidiadora. En el primero abus¨® de efectos especiales y se tir¨® a matar literalmente encima del pit¨®n, saliendo volteado. Con el ¨²ltimo, m¨¢s cuajado y fuerte, se dej¨® ver con menos espectacularidad y m¨¢s reposo, sin exquisiteces y con una larga teor¨ªa de adornos. Como sus compa?eros, tambi¨¦n fue avisado.