Powell llega a Pakist¨¢n entre violentas protestas al grito de "muerte a Am¨¦rica"
El presidente de Pakist¨¢n solicitar¨¢ hoy a EE UU ayudas econ¨®micas y apoyo en Cachemira
Nuevas manifestaciones antinorteamericanas recibieron ayer a Colin Powell en Pakist¨¢n. El secretario de Estado, que hoy se entrevistar¨¢ con Pervez Musharraf, declar¨® ayer que su pa¨ªs est¨¢ dispuesto a ampliar los lazos militares con Islamabad, pero el presidente paquistan¨ª espera mucho m¨¢s. Musharraf necesita un compromiso respecto al fin de los bombardeos y garant¨ªas de que EE UU no va a permitir una agresi¨®n india en Cachemira, adem¨¢s de compensaciones econ¨®micas. Si la tensi¨®n se prolonga, las simpat¨ªas protalib¨¢n pueden poner en peligro su Gobierno.
La visita de Powell ha provocado una iracunda reacci¨®n entre los extremistas isl¨¢micos, muy pr¨®ximos ideol¨®gicamente al r¨¦gimen de los talibanes. Los partidos que les representan convocaron ayer una nueva jornada de huelga general en todo el pa¨ªs, que fue seguida de forma desigual. 15.000 personas gritaban se manifestaban al grito de 'Muerte a Am¨¦rica' en Quetta. En Karachi, la mayor ciudad de Pakist¨¢n, con 12 millones de habitantes y siempre al borde de la violencia, los manifestantes pidieron que los militares se levanten contra Musharraf. Dos polic¨ªas resultaron muertos, seg¨²n la agencia France Presse. Diversos grupos provocaron incendios y destrozos, entre otros, en la estaci¨®n de tren de Wazir Mansion, a los que la polic¨ªa respondi¨® con contundencia. Los cierres de comercios fueron generalizados y, a pesar de la insistencia oficial en mantener abiertos los centros de ense?anza, la mayor¨ªa de las familias optaron por no enviar a sus hijos al colegio.
Parecida respuesta obtuvo el paro en Quetta, Hyderabad y Sukkur, donde, seg¨²n las informaciones de periodistas, apenas circulaban coches y la presencia policial y militar era muy visible. Sin embargo, en Islamabad o Rawalpindi, la mayor¨ªa de las tiendas estuvieron abiertas. El l¨ªder extremista Fazlur Rehman, al que el domingo se le levant¨® el arresto domiciliario, volvi¨® a ser detenido ayer.
Musharraf, cuyo Gobierno es el ¨²nico que mantiene relaciones con los talibanes, se ha alineado con Estados Unidos en su campa?a frente al terrorismo. Sin embargo, el presidente paquistan¨ª afronta una delicada situaci¨®n interna, ya que la mayor¨ªa de sus ciudadanos se oponen a los bombardeos sobre el vecino Afganist¨¢n, con el que comparten lazos religiosos, culturales y familiares. Hasta ahora, s¨®lo una minor¨ªa, los extremistas isl¨¢micos, ha secundado las manifestaciones diarias contra su pol¨ªtica.
Una encuesta Gallup, encargada por Newsweek y dada a conocer ayer por la prensa local, revela que el 51% de los paquistan¨ªes est¨¢n de acuerdo con el apoyo de su presidente a Washington (un 41% se declara en contra). Sin embargo, s¨®lo un 3% simpatiza con EE UU en la campa?a frente al 83% que lo hace con los talibanes, lo que no significa que apoye a ese r¨¦gimen. De ah¨ª que las protestas hayan sido hasta ahora limitadas.
Este antiamericanismo latente es lo que ha llevado a Musharraf a subrayar su deseo de que la operaci¨®n militar termine r¨¢pido. 'Su prolongaci¨®n ser¨¢ un motivo de preocupaci¨®n para nosotros', repiti¨® ayer el portavoz de Exteriores, Riad Mohamed Khan. 'En ese caso, se pueden esperar errores en los que pueden perderse las vidas de civiles inocentes', a?adi¨® antes de precisar que tanto el presidente como el ministro de Exteriores, Abdul Sattar, har¨¢n part¨ªcipe a Powell de esta preocupaci¨®n.
L¨ªnea de frente
Sattar ha confirmado como 'sustancialmente cierto' que Pakist¨¢n ha pedido a EE UU que retrase el bombardeo de las fuerzas talibanes en la l¨ªnea de frente para evitar que la Alianza del Norte tome Kabul antes de que se llegue a un acuerdo sobre el futuro Gobierno. 'En este momento, que el grupo ¨¦tnico minoritario del noreste marche hacia el sur y capture Kabul, desestabilizar¨ªa una situaci¨®n de por s¨ª vol¨¢til', declar¨® Sattar.
El jefe de la diplomacia paquistan¨ª tambi¨¦n asegur¨® que su pa¨ªs apoya los esfuerzos de la ONU para que se forme un Gobierno multi¨¦tnico de base amplia en Afganist¨¢n tras la guerra. En este sentido, ayer lleg¨® a Islamabad una delegaci¨®n de tres personas en representaci¨®n del ex rey afgano Mohamed Zahir Shah, a quien Pakist¨¢n aceptar¨ªa como jefe del Estado durante la transici¨®n.
Por ¨²ltimo, Pakist¨¢n espera obtener nuevas ayudas econ¨®micas de Estados Unidos en compensaci¨®n por el coste que le ha supuesto esta crisis. S¨®lo en el pasado mes, los paquistan¨ªes aseguran haber perdido 1.000 millones de d¨®lares. El ministro del Interior, Moinuddin Haider, ha dejado entrever que Powell podr¨ªa anunciar m¨¢s concesiones, incluido el perd¨®n de algunos pr¨¦stamos. Pero anoche, lo ¨²nico que el secretario de Estado hab¨ªa anunciado a los periodistas que le acompa?aban en el avi¨®n era la posibilidad de un programa de entrenamiento conjunto. Las sanciones sobre la venta de armas a¨²n no se han levantado por completo.
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