Un plan para el Segura
Ha publicado el Instituto Nacional de Toxicolog¨ªa un informe sobre el r¨ªo Segura cuya lectura provoca escalofr¨ªos. Menos agua, la corriente del Segura arrastra cualquier cosa imaginable: s¨®lidos en suspensi¨®n, restos fecales, n¨ªquel, cloruros, sulfatos, amonio, f¨®sforo, cadmio... Que el Segura era una cloaca repleta de veneno, ya lo sab¨ªan quienes viven en la Vega Baja y soportan diariamente sus olores. Pero no se atrev¨ªan a decirlo. Al menos, no en voz alta.
Si a un cient¨ªfico se le ocurr¨ªa tomar unas muestras del Segura, analizarlas y publicaba despu¨¦s unos resultados que, gramo m¨¢s, gramo menos, eran id¨¦nticos a los que ahora ha dado a conocer el Instituto de Toxicolog¨ªa, el partido en el gobierno le organizaba un juicio popular para encajarle el sambenito.
Al profesor Nieva, de la universidad Miguel Hern¨¢ndez, se le ocurri¨® publicar uno de estos an¨¢lisis y Julio de Espa?a, el presidente de la Diputaci¨®n de Alicante, lo mand¨® crucificar. Nunca m¨¢s hemos vuelto a saber de este hombre que hizo lo que cualquier cient¨ªfico merecedor de tal nombre: dejar hablar a la Ciencia. Pero a Julio de Espa?a no le gustaba lo que la Ciencia dec¨ªa. No es el ¨²nico.
Hay una sociedad real, para la que el Segura est¨¢ contaminado y otra oficial, que lo niega hasta hoy. Sucede lo mismo que el pasado verano, con los cortes de luz. Usted estaba en su casa, c¨®modamente sentado, viendo la televisi¨®n y se iba la luz. Al d¨ªa siguiente, el consejero Olivas aseguraba que tal cosa no hab¨ªa sucedido.
Estas situaciones resultan algo esquizofr¨¦nicas y el ¨²nico capaz de explicarlas ser¨ªa nuestro presidente, Eduardo Zaplana. Pero cada vez que Zaplana manifiesta su deseo de ir a las Cortes a aclarar uno de estos enrevesados asuntos, surge alg¨²n imprevisto que se lo impide. Reparen en las veces que ha manifestado su disposici¨®n a esclarecer cualquier detalle del caso Gescartera, sin haberlo logrado hasta hoy.
Para acabar, de una vez para siempre, con la contaminaci¨®n del Segura yo s¨®lo veo una soluci¨®n: pedir un cr¨¦dito al HSBC -estas cosas cuestan un potos¨ª- y encargar a la Paramount que lo convierta en un parque tem¨¢tico. En poco tiempo ver¨ªamos trirremes navegando por el r¨ªo, galeras atracadas en la orilla y hasta al doctor Miravete exhibiendo su m¨¢quina para el rescate de ahogados. La historia de Orihuela es rica en acontecimientos que, bien administrados por los guionistas, constituir¨ªan un fil¨®n inagotable.
No descarten por fr¨ªvola esta sugerencia. Si confiamos en soluciones razonables, se demorar¨¢n indefinidamente y dudo que lleguemos alguna vez a verlas realizadas.
Nuestros gobernantes se enredan una y otra vez en los asuntos diarios, pero no tienen parang¨®n cuando se trata de negocios imaginativos. Aprovech¨¦monos de ello. Anim¨¦mosles. Un Segura de aguas limpias, apenas merecer¨ªa la atenci¨®n de los diarios. En cambio, la fotograf¨ªa de un r¨ªo donde navegan fenicios, romanos, musulmanes, ?no la reproducir¨ªan todos los peri¨®dicos del mundo?
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